Continúa el conflicto en Torremuelle por el uso de un restaurante del entorno de la torre vigía

J. A. Benalmádena

31 de julio 2014 - 05:01

benalmádena/El conflicto entre la asociación de vecinos de Torremuelle (VETO) y el restaurante Blankko Restaurant & Lounge Bar sobre el uso que este último está dando al entorno de la torre vigía -declarada Bien de Interés Cultural (BIC) por la Junta de Andalucía-- abre un nuevo capítulo después de que el pasado lunes VETO presentase una queja con 110 firmas al Ayuntamiento de Benalmádena a causa del "elevado volumen de ruidos, música y excesos en el horario del cierre" que le atribuyen al citado local. La asociación defiende que Blankko posee licencia de restaurante, lo que no incluye la música, y postula que el establecimiento no cuenta con el "correcto aislamiento acústico", lo que causa que "todos los ruidos del local se escuchen claramente en las viviendas colindantes". El colectivo reivindicó en la queja el derecho al descanso de los residentes e instó al Consistorio a llevar a a cabo actuaciones para que Blankko se ciña a las condiciones de la licencia de restaurante que posee. El presidente de VETO, Justiniano Sen, explicó que el conflicto con el citado establecimiento comenzó en abril de 2011, cuando la gerencia del restaurante cortó los cipreses que servían de linde a la parcela y desplazó el muro ubicado entre la torre y el local "ocupando un espacio que es público". Asimismo, manifestó Sen, se enfoscaron con pintura blanca los bancales de piedra centenaria de la torre y se acordonó la zona que da acceso a la misma. Antonio Lavado, también miembro de VETO, manifestó su descontento con las actuaciones del Consistorio en lo tocante a este asunto. "El Ayuntamiento da cobertura legal a todas las irregularidades llevadas a cabo por este restaurante", sentenció.

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