El sueño de El Dorado cristaliza
minería Un equipo de geólogos confirma la presencia de diminutos diamantes en Torrox, Jubrique y Ronda
La fiebre del diamante en Carratraca llegó a ser noticia nacional en 1970 pero se remonta a 1792 · Los geólogos llevaban décadas hablando sobre la posible presencia de diamantes en la Serranía de Ronda
El sueño de El Dorado toma cuerpo en la Serranía de Ronda tras haber confirmado un equipo de geólogos de la UMA y la UGR la presencia de diminutos diamantes en zonas de Torrox, Jubrique y Ronda. Una leyenda que ahora se convierte en realidad, aunque sus orígenes se centran en presuntos yacimientos en la localidad malagueña de Carratraca y en diferentes estudios realizados en la comarca de Ronda.
Los primeros apuntes sobre la existencia de diamantes en Andalucía se atribuyen al naturalista inglés Bowles en 1792. No obstante, la principal leyenda se relaciona con el posible hallazgo de un diamante mientras estudiaba la Serranía de Ronda por parte del reconocido geólogo español, Domingo de Orueta y Duarte (1862-1926). A él se le atribuye el primer hallazgo que habría tenido confirmación científica según las pruebas realizadas en la época, aunque la no existencia del supuesto ejemplar encontrado hace imposible que haya sido ratificado. Además, el propio científico no hace referencia al mismo en sus memorias. Precisamente, Orueta, se significó por los estudios sobre la Serranía de Ronda, hasta el punto de que el rey Alfonso XIII le encargó una investigación detallada sobre la presencia de platino en la zona. Cifró el yacimiento existente en 246.531 kilos en los ríos Verde y Guadaiza, próximos a San Pedro Alcántara.
No obstante, los rumores sobre la existencia de diamantes siguen estando vinculados principalmente los alrededores de Carratraca. Son numerosas las historias populares sobre el hallazgo de pequeños diamantes, lo que llegó a provocar la realización de prospecciones por parte de la empresa Real Compañía Asturiana de Minas, aunque los resultados de los abundantes lavados de arena que realizaron nunca llegaron a darse a conocer y se mantuvieron el secreto. Cuenta la versión popular que no se permitía a los lugareños el acercarse a los enormes lavaderos que si utilizaron y a los que el material era trasladado mediante camiones. En aquella época se hablaba de la existencia de diamantes de entre 0,5 y 1 milímetros. Las historias sobre el lavado de arena en barrancos de la zona y proximidades de las minas de níquel son diversas. En muchos de los casos se atribuyen hallazgos de diamantes.
La posible existencia de diamantes en la Serranía de Ronda y Carratraca llegó a tener una importante presencia en la prensa nacional de la época. El diario ABC a lo largo del año 1970 hace referencia en varios artículos a los importantes yacimientos de níquel y la posible existencia de diamantes. Incluso, en un artículo fechado el 31 de enero de ese año habla de "fiebre de los diamantes" en Carratraca. Los estudios, rumores y prospecciones se han mantenido hasta hace pocas décadas, y en 1983 varios autores atribuyen a la empresa Iminsa la realización de una prospección que daba como resultado la presencia de diamantes, pero no en la cantidad suficiente para contemplar su explotación. Por su parte, los detractores de estos hallazgos apuntan a la posible confusión con espinelas, que tienen un gran parecido con los diamantes, pero con una menor dureza. Ayer en los municipios afectados se recordaban estas viejas historias, al tiempo que bromeaban con la posibilidad de salir a buscar diamantes como la gran solución a la crisis económica que se vive en estos momentos. "Las ferreterías van a hacer el agosto", bromeaba ayer un vecino de Ronda tras conocer la noticia en Málaga Hoy.
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