"En partidos así el orgullo y la mentalidad pesan más"

carlos eduardo cabezas jurado. ex jugador del unicaja

El base malagueño, único jugador junto a Berni Rodríguez que conquistó los tres títulos, habla de la final entre el Unicaja y el Valencia

"San Emeterio y Rafa Martínez son los más peligrosos en un partido así", dice

"En partidos así el orgullo y la mentalidad pesan más"
"En partidos así el orgullo y la mentalidad pesan más" / Javier Albiñana
José Manuel Olías

04 de abril 2017 - 02:14

Málaga/Hacía tiempo que Carlos Eduardo Cabezas Jurado (Málaga, 1980) no asistía a un partido en el Carpena como espectador. Vio desde la tribuna de prensa, como comentarista de la Cadena SER, el segundo partido de la final de la Eurocup. Firmó autógrafos y se hizo fotos a tutiplén. Berni Rodríguez y él son los dos únicos jugadores que estaban en las plantillas de los tres títulos oficiales de la historia del club. Está sin equipo desde enero, varias opciones de mercado que no se concretaron. Tiene abierta la vía para ir a Argentina, aunque aún sueña en su fuero interno con un último baile en Málaga.

-36 años, pero aún con ganas de jugar.

El Unicaja ha ganado sus títulos fuera de casa, es un partido para demostrar que es un gran equipoVeo a Alberto muy bien, la gente se identifica con él como con Berni, Germán o conmigo

-Sí, sí, por supuesto. He tenido varias opciones desde que en enero acabé contrato con el Orleans en Francia, pero no se ha dado algo de mi gusto y lo que me gustaba no salió. Sigo a la espera, estoy abierto a lo que sea para terminar esta temporada jugando. Si no, haré un plan especial en verano para estar a tope para el año que viene.

-¿Siguen bien los negocios?

-Sí, van muy bien. El Premium Hostel Alcazaba va fenomenal y llegando el verano esperamos abrir otro establecimiento similar en la Plaza Félix Sáenz.

-¿Aún le quedan fuerzas y motivación para seguir jugando?

-Yo sigo viéndome con fuerzas. No he tenido una lesión importante en toda mi carrera. Y las sensaciones me piden seguir. Me he encontrado bien en España y Francia, todavía no me llama dejar el baloncesto, sigo sintiéndome jugador. Me veo para ayudar a cualquier equipo, no para jugar 25 o 30 minutos como en mi plenitud, pero sí para aportar experiencia en los momentos finales, para jugar 10 o 15 minutos. Lo hice en Murcia la temporada pasada y tuve un buen comienzo de temporada en Fuenlabrada, donde no salí por tema deportivo. He tenido la fortuna como deportista de que no he pasado por el quirófano nunca, sólo una apendicitis. Eso me ha alargado más la carrera. Compañeros de generación como Berni o Raúl López, que lo dejaron el año pasado, tuvieron alguna lesión más y llevaban muchos años sufriendo. Me doy cuenta de la suerte que tuve.

-Estuvo el viernes en el Carpena. ¿Cómo se sintió?

-Para todo deportista, y para todo malagueño como yo, pues una pasada. Ver el Palacio con tanto ambiente y tantas caras conocidas fue fenomenal. Fueron momentos muy emotivos, la verdad es que como aficionado ver así el Martín Carpena es genial.

-¿Cómo ve la final?

-A estas alturas es una final igualada, con dos equipos que han jugado mucho entre ellos. El Valencia ha ido ganando todos los partidos y parece que ha sido superior, pero ahora ya son 40 minutos. Es un partido especial con mucha presión y sentimiento. El Valencia juega en su casa y el factor cancha es importante, pero los grandes equipos se demuestran en estos momentos. Y el Unicaja en su historia ha ganado muchos partidos importantes fuera de casa, de hecho los tres títulos los ganamos lejos de Málaga.

-Aquí nos estamos acordando mucho de aquel quinto partido de los cuartos de final de 2004 en Valencia, que permitió entrar en la Euroliga y que cambió la historia.

-Me acuerdo perfectamente. Sergio [Scariolo] diseñó una estrategia que nadie esperaba, esa zona durante 40 minutos. Nos convenció, le creímos, y salió muy bien. Todo el mundo puede aportar, cualquier detalle que parezca inútil puede importar. Con los scoutings de hoy en día es muy difícil sorprender al rival y los jugadores se conocen a la perfección después de haber jugado tantas veces.

-Usted ganó mucho. ¿Qué hay que tener en estos momentos?

-Mucha mentalidad dura y orgullo. No tirar la toalla nunca y llegar al último cuarto con opción. Eso es fundamental, creo que en un final igualado puede haber opciones, a Valencia se les puede caer encima la presión. Es cierto que jugadores con mucha experiencia como San Emeterio o Rafa Martínez no han tenido mucho acierto hasta ahora. Pero yo los considero los más peligrosos. Los jugadores veteranos en estos partidos valen mucho. Y Dubljevic, claro, es el jugador más desequilibrante y en La Fonteta se siente más cómodo.

-11 años sin títulos en Málaga pesan.

-La verdad es que pasaron muchos años, pero es cierto que la Liga es muy complicado ganarla y cuando juegas tantos años en Euroliga no puedes ganar la Korac antes o ahora la Eurocup. Este año se veía al equipo con dudas, pero se ha sabido encauzar esto y está a 40 minutos de un título. Para este partido no cuenta lo que se hizo ayer, nada. Es un partido más, nuevo.

-No se consolidaba un malagueño en el primer equipo desde su época. ¿Cómo ve a Alberto Díaz?

-Muy bien, muy bien. Se ha hecho un hueco a base de trabajar, es humilde. Cuando me fui de Málaga él era aún un niño. Por lo que le conozco y por lo que me cuenta gente a la que valoro y trabaja con él es un chico fenomenal. La gente se identifica, parecía que se había perdida ese lazo. En nuestra época ganamos títulos con gente de la casa en el equipo. La gente ve ahora a Alberto como nos veía a Berni, Germán o a mí. Eso es importante. Tiene que seguir mejorando en el juego. No hace nada de 10 pero sí muchas cosas positivas en el equipo. Tiene una implicación brutal en defensa, es una inyección para el equipo. El otro día se vio. Sale con un parcial de 0-6 el Valencia tras el descanso y él roba la pelota, la mete y enciende a la gente. Son esos detalles. Ves que es el niño de la casa y te aceleras.

-¿Le hubieran dado una camiseta y salta a jugar?

-Me pica el mono, claro, pero creo que con 50 años va a seguir así (risas). Estoy sano, me gusta mucho el deporte, competir. Te dan unas ganas locas. Me dan el viernes una camiseta y salgo a jugar, claro que me gustaría. Tengo fuerzas aún para seguir jugando, en España o donde sea. Entreno en solitario, con preparadores físicos, estoy listo para algo que me haga ilusión.

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