Unicaja

Un Unicaja de culto, un Unicaja campeón (75-80)

El Unicaja celebra el título. El Unicaja celebra el título.

El Unicaja celebra el título. / Efe

Un equipo de culto, un equipo de campeón. En un partido titánico en Belgrado, el Unicaja certifica el sexto título de su historia. Como cuando Michael Jordan se subió a la valla en Salt Lake City para sacar las dos manos, cinco dedos de su izquierda y uno de su derecha, para el sexto anillo. Ya no basta una mano para responder cuántos títulos hay en Málaga. Y es algo simbólico, el palmarés del club malagueño quizá no acompaña a su prestigio. Los tres primeros títulos con Berni y Cabezas, orgullosos embajadores. Los tres siguientes, con Alberto Díaz, el icono de esta era que emula a sus ídolos. En 2007 veía en la pantalla gigante del Carpena la Final Four de Atenas. 16 años después levanta el tercer título al cielo de Serbia. La vitrina de Los Guindos se reabre 14 meses después para el título de la Basketball Champions League. En un escenario majestuoso, en una de las catedrales del baloncesto mundial, se cierra de alguna manera aquel círculo que se abrió en 2001 con el maestro Boza Maljkovic al mando. Momento pletórico de la historia del Unicaja, que va dorando una era mientras va acumulando plata. Gran partido de baloncesto ante un rival admirable, el Lenovo Tenerife (75-80), que ha sido espejo malagueño en esta reconstrucción con el paso atrás a la BCL para reubicarse en el escalafón. Sucede que ahora sube los escalones de dos en dos la máquina de Ibon Navarro, que dirige una maravilla de equipo con sus 12 más uno apóstoles, que le compran la idea y le llevan al cielo. La obra de reconstrucción de López Nieto y Juanma Rodríguez se puede decir ya que es un éxito tremendo, es un equipo carismático y ganador, que toca pelo.

El partido tuvo las dosis necesarias de sufrimiento para darle valor real, aunque fue una sinfonía de baloncesto desde el comienzo, nunca fue por detrás. El Unicaja maniató y minimizó como pocos equipos consiguen el inteligente ataque del Lenovo Tenerife. Por piernas y pulmones y por lecturas también. Descifraba la privilegiada mente de Marcelinho para crear juego. Parecía el cuadro malagueño el aplicado estudiante que tiene todo el temario estudiado. Siempre una mano, un brazo o un codo. Bien Sima esta vez. Costaba anotar, eso sí, no se correspondía el marcado con el nivel de juego. 10-16 tras el primer cuarto. La parte positiva es que el Unicaja encontraba buenas situaciones de tiro, sobre todo con Will Thomas ordenando el tráfico en el poste bajo.

Empezó a carburar más en ataque con Perry, aún a costa de estar un punto más pausado. El partido era rápido en tiempo real, lo que debía ser plenamente beneficioso para el Unicaja. Menos de 40 minutos la primera mitad, garantía de un buen ritmo de juego, de esfuerzos más continuados. David Kravish metió su primer tiro lateral y eso suele significar que hay exhibición de muñeca del de Illinois. Dos triples clavó para sacar de la pintura a sus pares, Shermadini y Guerra. Y por ahí daba sus picotazos Tyson Carter. Una canasta de seda con la zurda en una penetración, un triple desequilibrado para marcar ocho puntos de renta.Alberto iba desgastando a Marcelinho progresivamente, le robaba un par de balones. Sin Jaime y Doornekamp la rotación canaria va algo corta. Entraba el ex cajista Vicedo, que metía un triple desde la esquina. Pero el Unicaja se iba agigantando poco a poco. Agotaba dos veces la posesión el Lenovo, incapaz de sacar un tiro cómodo. Y eso hacía mella a los de Vidorreta. Una canasta sobre la bocina de Perry dejaba el marcador en en un satisfactorio 27-38 al descanso, con grandes sensaciones aunque con 20 minutos para rematar.

El Unicaja salió al mismo nivel tras el descanso, aunque el hecho de meter más fácil (tres triples seguidos de Nihad Djedovic) hizo bajar algún punto el nivel defensivo. La diferencia se marchó hasta los 15 puntos (29-44), pero no se puede menospreciar al Lenovo Tenerife, que se agarraba al partido con Marcelinho al mando de las operaciones, impresionante una vez más. De 15 puntos se bajó a cuatro. Perdió un par de bolas Djedovic, el Lenovo provocó con su defensa, subiendo también prestaciones y agresividad, alguna duda a un Unicaja que no perdía la seridad, pero que pasaba un pico bajo del duelo. Una canasta remontando por la línea de fondo de Barreiro daba aire. Marcelinho comprimía hasta los tres puntos sólo (56-59).

Yprovidencial triple del gallego segundos antes (56-62) del final del tercer cuarto, enlazado con un triple de Osetkowski de arranque. Fue un momento crítico que el Unicaja pasó después de que Sima machara un alley hoop de Alberto (57-67). Emitía algún síntoma de cansancio Huertas, pero Kyle Guy se echaba a la espaldas al Lenovo y el partido seguía abierto (63-67). Tras el tiempo muerto de Ibon, el trueno de Florida, Kendrick Perry. Triple, robo y bandeja. Tiempo muerto de Vidorreta (63-72). El partido iba a impulsos ahora y el Lenovo presionaba, mordía. Otra vez Perry sensacional con un triple tras una fina circulación culminada con un triple. Mate de Abromaitis, mate de Will Thomas (71-77). Guy aprieta y pierde un balón Alberto pero aparece un ángel de la nada llamado Tyler Kalinoski para robar un balón imposible que es medio título. A 9.5 segundos, Alberto Díaz mete dos tiros libres (75-80). Ahí estaba el título de la Basketball Champions League. Hacen falta ya dos manos para decir cuántos títulos hay en Los Guindos. Y no hagan planes hasta mediados de junio, que estos tipos tienen ganan de jarana. Pero antes, a celebrar el tercer título europeo de la historia del club. Korac, Eurocup y BCL...

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