Comienza la campaña de patata nueva temprana
Un 70% de la andaluza se comercializa en los mercados europeos. El sector de la patata teme los efectos de la guerra
La primera semana de mayo, ha comenzado en Andalucía, en las provincias de Sevilla, fundamentalmente, Córdoba, Cádiz y Huelva la campaña andaluza de recolección de patata nueva temprana, que, junto a la recolectada en el campo de Cartagena, es la primera patata europea que llega en volúmenes significativos a los mercados, para suplir la oferta de patata de conservación, de origen francés en muy alto porcentaje.
Un 70% de la patata andaluza se comercializa en los mercados europeos, siendo Alemania el principal demandante.
En estos momentos, el sector hace cuentas para compensar el importante incremento de costes que sufre, como la agricultura en general, para sacar adelante el cultivo, un incremento estimado en más de un 30%.
El buen tiempo actual, y las lluvias en las semanas antes de la recolección, han dado lugar a un producto de una excelente calidad y se espera que la campaña transcurra con unos buenos resultados, tanto en el mercado nacional como el de exportación.
Los productores y empresas comercializadoras de patatas andaluces, agrupados en Asociafruit, -Asociación de Empresas Productoras y Exportadoras de Frutas y Hortalizas de Andalucía, que aglutina al 80% de las empresas productoras y comercializadoras de patata de la región-, llevan años alertando de la necesidad de concienciar a la población sobre las bondades de la patata nueva frente a la patata de conservación, que se importa mayoritariamente de Francia, y cuyas propiedades gastronómicas y culinarias son inferiores, además de no ser adecuada para la fritura.
Superficie cultivada
Según los datos oficiales de la Consejería, en la provincia de Sevilla se cultivan unas 4.000 hectáreas de patata nueva. También se cultivan en las provincias de Cádiz, Huelva, Málaga y Córdoba, hasta llegar a las 7.000 hectáreas.
El cultivo de la patata en Andalucía, y en toda España en proporciones similares, ha sufrido una importantísima reducción en los últimos 25 años.
Hemos pasado de las 257.000 hectáreas de cultivo registradas en España en 1992, a las 60.000 actuales, lo que supone una reducción del 77%.
En el caso de Andalucía, de 23.500 hectáreas cultivadas en 2004, apenas si sobrepasamos hoy a las 9.500 hectáreas.
Empleo
Esta reducción de la producción tiene una consecuencia directa sobre el volumen de empleo. Así, esta caída de la superficie cultivada supone una pérdida- sólo en empleos directos- del equivalente a más de 33.000 puestos de trabajo fijos en los últimos 25 años.
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