Exportar biotecnología alimentaria es nuestro futuro

El impulso a los cultivos editados y a la agricultura eficiente pueden tener una trascendental contribución a los objetivos de productividad y sostenibilidad marcados en las estrategias europeas y mundiales. La industria de la biotecnología es uno de los motores principales para el desarrollo de la nueva economía globalizada y sostenible. Su volumen de negocio mundial podría llegar, según estimaciones de la OCDE, hasta los 1,6 billones de dólares en 2030, triplicando su valor desde los cerca de 450.000 millones de dólares que aportó en 2019.

De hecho, esta revolución tecnológica está permitiendo que podamos encontrar ya en los mercados tomates con un alto contenido en sustancias calmantes y que controlan la presión sanguínea elevada o besugos que producen hasta un 50% más de carne sin necesidad de aumentar su cantidad de alimento, mientras que muchos otros ya están desarrollados, como el trigo sin gluten apto para celíacos, champiñones que no ennegrecen al cortarlos, maíz tolerante a la sequía…

España es la octava potencia mundial en producción científica en biotecnología. El campo está apostando por la innovación a través de plataformas como Biovegen asociación público-privada apoyada por el Ministerio de Ciencia e Innovación que aúna a 151 socios (118 empresas y 33 centros de investigación/tecnológicos) que trabajan en I+D+i en producción vegetal. Entre asociaciones y fundaciones privadas, universidades y organismos públicos el sector de la biotecnología suma ya una facturación de casi 12.000 millones de euros y supone el 1 % del PIB nacional.

La industria de la biotecnología vegetal en España se encuentra ante una gran oportunidad de crecimiento con el reto de aprovechar la innovación tecnológica en la edición genómica para impulsar una agricultura más eficiente y sostenible. Por ejemplo, mejorando las características de los cultivos (productividad, resistencia al clima o las plagas, calidad, sabor) y sus cualidades nutritivas (enriquecimiento de vitaminas, mejor sabor, alimentos nutracéuticos) dando como resultado alimentos saludables y sostenibles diseñados con objetivos de mejorar el bienestar de grupos poblacionales específicos, como personas mayores o jóvenes a la vez que se reducen sus necesidades (de agua, de fertilizantes, de productos fitosanitarios, de tierra) y sus contaminantes.

El conocimiento y experiencia de las biotecnológicas españolas gozan de muy buena reputación en los mercados internacionales, que saben apreciar esa experiencia y pueden aprovechar el marco más avanzado de la UE para cerrar alianzas con empresas españolas.

El atractivo exterior de la biotecnología española y su potencial de crecimiento en otros países ha llevado a Gedeth Network, experta en el asesoramiento para el crecimiento e internacionalización de las empresas, y a Biovegen, la plataforma tecnológica de biotecnología vegetal en España, a unir fuerzas para trabajar en la promoción, exportación y transferencia tecnológica de las compañías españolas de biotecnología vegetal.

Convenio de colaboración

En virtud del convenio de colaboración, que también incluye acciones de formación, ambas organizaciones trabajarán con el objetivo de mejorar la competitividad del sector agroalimentario español mediante la incorporación de nuevas tecnologías basadas en biología vegetal, a través de la generación de proyectos conjuntos de I+D+i público-privados; una mayor transferencia de conocimiento y tecnología hacia el sector empresarial; la contribución al diseño de estrategias de I+D adaptadas al sector agroalimentario; y la promoción de una mayor inversión pública y privada en I+D.

La colaboración con Gedeth va a permitir a las compañías españolas contar con un "partner" de referencia para dar respuesta a los retos globales que afronta el sector, facilitando la búsqueda de socios y oportunidades de negocio en más de 75 países, el desarrollo de propuestas y consorcios en el exterior y el networking internacional.

Entre los países que ofrecen mayores oportunidades para exportar se encuentra Alemania cuya feria FoodTech se celebró en el mes de abril en Colonia. Australia o Canadá son otros mercados de gran interés para las empresas españolas donde además ya saben apreciar el gusto por la gastronomía española. Las oportunidades de cooperación tecnológica son uno de los mayores atractivos que ofrece Australia a las empresas y centros de investigación Foodtech españoles, ya que las características análogas del sector agrario australiano y del español favorecen dicha colaboración.

Además, según datos del ICEX el Gobierno ha señalado la necesidad de mejorar la producción de alimentos a través de diferentes acciones que pueden convertirse de forma simultánea en áreas de oportunidad para la colaboración futura entre las empresas españolas y las entidades australianas: desarrollo de nuevas tecnologías como sensores o robótica agrícola, mejora de la gestión y utilización de los recursos hídricos y los residuos, y protección de las fuentes de alimentos a través de una bioseguridad mejorada. También existen interesantes oportunidades en Japón y Reino Unido que son otros dos mercados de gran interés comercial.

Biotecnología vegetal

Como hemos visto en momentos difíciles, ya sea durante la pandemia provocada por el Covid o ahora con los efectos de la guerra en Ucrania, el sector agroalimentario es un sector esencial. Todos necesitamos comer, pero además es un sector estratégico a nivel económico, ya que en España representa el 9% del PIB y el 11% del empleo.

El sector agroalimentario y la biotecnología vegetal hacen mucho más de lo que parece, pero seguramente menos de lo que se debería. La buena noticia es que queda mucho camino por hacer entre todos y que tenemos la ocasión, si queremos, de generar una oportunidad de futuro para la agricultura que indudablemente pasa por impulsar la innovación, la eficiencia y la sostenibilidad. Y, en todos esos procesos, la industria española de la biotecnología vegetal tiene mucho que aportar.