BBK recortará Cajasur mediante bajas incentivadas y prejubilaciones
Los servicios centrales se adelgazarán y la red de oficinas apenas se tocará · La sede social del banco al que se transfiere la entidad estará en Bilbao · La obra social tendrá menos "componente folclórico"
La Bilbao Bizkaia Kutxa (BBK) acometerá los recortes de la plantilla de Cajasur mediante prejubilaciones y bajas incentivadas, según informaron ayer a este diario fuentes financieras. Los responsables de la entidad vasca están ya estudiando las pirámides de edad de los trabajadores de la entidad y tienen previsto aplicar un programa de bajas incentivadas a los altos cargos y a los cuadros medios que actualmente prestan sus servicios en las oficinas centrales, donde se concentra el principal problema de excedente de plantilla de la caja cordobesa. No hay cifras concretas acerca del excedente laboral, pero por los precedentes de la fusión y lo señalado por el subgobernador del Banco de España, Jaime Aríztegui, en su comparecencia en el Congreso, podría ser de unas 500 ó 600 personas. Lo que más urgiría serían las prejubilaciones, porque el Gobierno está endureciendo las condiciones de esos procesos.
Las fuentes consultadas aseguran que no habrá despidos. Además, la red de oficinas no se tocará al no existir solapamiento, pero sí se podrían realizar traslados.
Aunque se cierren las oficinas del arco mediterráneo, se buscará potenciar las de la Costa del Sol, Cádiz y otros puntos de Andalucía y Extremadura.
El director general de la entidad con sede en Bilbao, Ignacio Sánchez Asiaín, reconoció ayer en un encuentro con representantes de los trabajadores que la plantilla de Cajasur está sobredimensionada y señaló que el excedente se abordará mediante medidas voluntarias. Asiaín también negó que sobren 900 empleados en Cajasur, como aseguró CCOO el pasado lunes, aunque no quiso hablar de excedentes. El director general de BBK pidió calma y manifestó que los contactos que se están teniendo estos días son oficiosos y de cortesía, aunque dejó claro que es abolutamente necesario mejorar las ratios de eficiencia de la caja cordobesa. Pero por encima de niveles de eficiencia y de ratios, es evidente que en BBK hay una honda preocupación por los servicios centrales de la caja. De hecho, en el encuentro que mantuvo ayer Sánchez Asiaín con los directores territoriales y de zona de Cajasur se expuso la necesidad de recortar en los servicios generales, aunque las operaciones se vayan a realizar de forma escalonada. Hay departamentos -como el de sistemas informáticos- que se llevarán desde Bilbao. En este encuentro también se trató, aunque de forma muy superficial, cómo se abordará la transición y cómo está estructurado el negocio de la entidad vasca, pero no se avanzó más allá.
Aunque la sede social del banco al que BBK traspasará los activos y el pasivo de Cajasur estará en Bilbao, Córdoba será el referente operativo de la nueva entidad. Todo ello supone que se tenga que mantener una estructura en Córdoba, pero BBK todavía no ha definido la dimensión que tendrá este aparato. Sí está claro que sólo trasladarán un grupo reducido de directivos -no más de cinco- para para supervisar el nacimiento de la nueva entidad, que podría estar a pleno rendimiento en un plazo de entre 18 meses y dos años.
Estas medidas han levantado las críticas de CCOO y de UGT, que consideran que BBK viene a "enriquecer" al País Vasco y no a Andalucía. Además, estos sindicatos entienden que se abre un periodo de incertidumbre mientras no se concreten más los recortes. Fuentes de Aspromonte, sindicato mayoritario en la caja cordobesa, señalaron ayer que, en principio, hay buenas sensaciones en las primeras tomas de contacto.
Otra de las vías importantes de la actuación que desarrollará BBK en Córdoba a partir de ahora se centra en su gestión de la obra social, clave en la relación de Cajasur con la sociedad. Fuentes de la entidad vasca señalaron que la idea de este tipo de actividades es muy distinta a la que hasta ahora se ha desarrollado en Córdoba desde la entidad intervenida. La entidad vasca da más prioridad a programas de formación, a los incentivos a pymes y al tutelaje de empresas, entre otras funciones, más que a otras actuaciones de "componente folclórico", que siempre tuvieron un peso importante en Cajasur.
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