Miles de personas apoyan a Ruth y exigen que "se haga Justicia"

Al grito de "Justicia" y pidiendo "que no se apague la luz", alrededor de 2.500 personas -según fuentes de la Policía Local- se echaron ayer por la tarde a la calle para recordar a los pequeños Ruth y José cuando se cumplen 11 meses de su desaparición. La plataforma ciudadana nacida para apoyar a la madre de los pequeños, Ruth Ortiz, convocó la marcha, que partió de los jardines de la Madre Coraje y terminó en la plaza del Alpargate; tras la manifestación, la iglesia de los Padres Trinitarios celebró una misa en memoria de los dos hermanos onubenses.

Al acto acudieron cientos de ciudadanos anónimos que desde que los niños desaparecieron en octubre del año pasado no han parado de respaldar a la progenitora. También asistió, en representación de Ruth, su tía materna, Rafaela Ramos, quien guardó silencio y dejó que el portavoz del colectivo ciudadano, Antonio Santiago, leyera una nota de agradecimiento escrita por la madre. "Estos gestos de apoyo y cariño llegan hasta mí y me mantienen en pie", se expresó la madre desde la distancia. "En aquellos momentos en que me venga abajo y cuando parezca que la vida se acaba para mí, pensaré en todos vosotros, en todos los que me apoyan. Me acordaré de que no estoy sola y volveré a ponerme en pie una y otra vez, y todas las veces necesarias hasta que se haga Justicia por Ruth y José", aseguró. Desde Huelva, Ruth Ortiz expresó su agradecimiento a quienes le envían "energía positiva". "Mis pequeños, desde donde están, también os lo agradecerán. Como dijo alguien alguna vez, cuando mires atrás en la vida y hagas recuento de tus bendiciones, no será importante el dinero que hayas acumulado ni la posición que hayas alcanzado, lo más importante serán las cosas que has hecho por los demás", reivindicó Ortiz, que dio las gracias "de todo corazón.

El mensaje de la madre, que no ha salido de Huelva desde que trascendió hace dos semanas que los huesos hallados en una hoguera en la finca de Las Quemadillas pertenecen a dos niños, fue contestado al grito unánime de "¡Justicia!". Pese a ser un día festivo, más de un millar de personas se sumaron a la manifestación desde todos los puntos de la ciudad. Durante la marcha se escucharon numerosos gritos contra Bretón y contra sus familiares, a quienes la multitud acusó de cómplices. También se recogieron firmas para solicitar una reforma del Código Penal que permita la cadena perpetua para crímenes especialmente graves y cuando las víctimas sean menores de edad.

En el acto estuvo María del Mar Bermúdez, madre de Sandra Palo, la joven de 22 años con una discapacidad intelectual que fue cruelmente asesinada a manos de varios jóvenes de entre 14 y 19 años. Desde que tuvo lugar el asesinato en mayo de 2003, la mujer ha abanderado la lucha para imponer penas de prisión más duras a los acusados de este tipo de delitos. Bermúdez tuvo palabras de apoyo para Ruth Ortiz: "La queremos mucho. Todas España y todo el mundo está con ella y sus hijos están ya con mi hija y con muchas más otras víctimas en el cielo", dijo la mujer, visiblemente emocionada después de que la multitud coreara el nombre de su hija. María del Mar Bermúdez se mostró escéptica sobre el juicio contra el padre de los dos pequeños, José Bretón, imputado ya por un doble asesinato. "No creo en la Justicia", dijo rotunda. "Está hecha para ya sabemos quién, los verdugos y las alimañans, porque hasta eso les viene grande", se quejó. Uno de los asesinos de Sandra Palo, Rafael G. F., conocido como Rafita, apenas contaba con 14 años en el momento de su detención. Su participación en un crimen tan cruel conmovió a la sociedad.

El portavoz de la plataforma Justicia para Ruth y José, Antonio Santiago, apreció el apoyo de los cordobeses. "Córdoba es una ciudad muy solidaria y está muy identificada con estos niños", dijo, tras lo cual advirtió de que la lucha continuará. "Tenemos que pedir Justicia, tanto para el responsable directo como para posibles responsables indirectos o personas que hayan intentado obstaculizar la investigación", dijo Santiago. "Si cabe alguna posibilidad de imputarle algo a los familiares", adelante. No obstante, tanto el juez instructor, José Luis Rodríguez Lainz, como el comisario encargado de la investigación, Serafín Castro, sostienen que Bretón es el único responsable del supuesto asesinato. La sombra de que los padres o los hermanos podrían haber tapado a Bretón, sin embargo, ronda desde que el individuo fue detenido, a lo que se añade que los familiares del individuo sólo han acudido a una de las numerosas manifestaciones convocadas. "Exigimos que se llegue hasta las últimas consecuencias", dijo Santiago.

Sobre Bretón, destacó su "cobardía" por no reconocer ya que los restos óseos hallados en la hoguera de Las Quemadillas pertenecen a sus hijos. El padre de los niños declarará el miércoles en el Juzgado de Instrucción número 4 en la última fase del procedimiento de jurado abierto tras imputársele los asesinatos. Bretón tendrá una nueva oportunidad para confesar qué hizo el 8 de octubre del año pasado y por qué actuó de esta manera.

La existencia de cuatro informes que avalan la presencia de restos óseos de dos niños en la hoguera de Las Quemadillas no ha provocado ningún cambio en la actitud de Bretón. Su abogado, José María Sánchez de Puerta, informó el viernes de que su cliente mantiene su inocencia y, por lo tanto, sostiene que perdió a los niños a causa de un despiste el pasado mientras paseaba con ellos en el parque Cruz Conde.

Muy pocos se creen ya su versión: "Debería confesar lo que hizo y cumplir la pena que le corresponda", dijo una de las asistentas, María del Carmen Rubio, vecina de La Viñuela, precisamente, el barrio donde creció Bretón. "Es incomprensible cómo un padre puede actuar así con sus hijos. No existe perdón ni castigo posible para esa persona. No nos vale la cadena perpetua", dijo otro vecino de la zona asistente a la manifestación, Carlos Barranco.

Algunos asistentes llegaron desde el Parque Cruz Conde, donde Bretón asegura que perdió de vistas a los pequeños: "Es increíble pensar que alguien pudo raptar a los niños, meterlos en un coche a escondidas, llevárselos a Las Quemadas y acabar con su vida para culpar luego a Bretón y hacerlo pasar por sospechoso", razonó María Ramírez, que reside junto al circuito deportivo. Esto es, precisamente, lo que tendrá que explicar el imputado el próximo miércoles cuando se siente de nuevo ante el juez instructor. Bretón ya reconoció hace meses que fue él quien prendió la hoguera para quemar recuerdos y ropa de su mujer. "José Bretón, muérete en prisión", fue sólo una de las proclamas que se escucharon.