El PSOE evoca el carpetazo del caso Campeón que salvó a Blanco

Prudencia. Eso fue lo primero que pidió el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, al conocer el auto de la juez Alaya. En una reunión con los parlamentarios socialistas celebrada a puerta cerrada, Rubalcaba hizo hincapié en que ya ha habido casos de "compañeros" de partido que se han visto imputados y finalmente han resultado no ser culpables. Algunos diputados interpretaron esas palabras como una alusión al ex ministro José Blanco, ya que el Tribunal Supremo archivó las actuaciones abiertas contra él por un posible delito de tráfico de influencias.

Rubalcaba dejó claro ante sus compañeros que el caso de los ERE no tiene comparación con el escándalo del ex tesorero del PP Luis Bárcenas, donde lo que se investiga es la presunta financiación ilegal del partido que sostiene al Gobierno de Mariano Rajoy.

El PSOE conoció el auto de la juez Alaya durante una reunión del Grupo Parlamentario Socialista en la que participaba Rubalcaba. Chaves abandonó la reunión antes de que terminase, y también lo hizo poco después el que fuera su consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías.

El líder socialista leyó rápidamente la información durante el encuentro y dio a entender a sus compañeros que el auto de la juez le parecía tan extraño que no quería ni comentarlo. Otros diputados socialistas pusieron el acento en el momento elegido por Alaya para dar a conocer el auto, justo el día de la toma de posesión del nuevo Gobierno andaluz, presidido por Susana Díaz.

Rubalcaba pidió prudencia con las imputaciones a raíz de una intervención de la diputada del PSC Isabel López i Chamosa, quien subrayó que no todos los políticos están imputados por los mismos delitos, y pidió al partido que defienda a sus compañeros mientras no se demuestre la culpabilidad. López i Chamosa ha aludió a casos del PSC, pero también a Griñán y a Chaves, llamando a defender su gestión.

Rubalcaba replicó afirmando que hay que saber valorar los casos de compañeros que han demostrado tener conductas que no son defendibles y haciendo ese llamamiento a la prudencia. En la reunión del Grupo varios parlamentarios insistieron en la necesidad de tomar medidas y reforzar las mecanismos contra la corrupción.

Tras la reunión, otros diputados socialistas expresaron también su desconcierto por el auto. En su opinión, está claro que la juez Alaya sigue una programación política y ha querido volver a poner en primera fila el caso de los ERE justo cuando la nueva presidenta andaluza, Susana Díaz, ha nombrado un Gobierno sin ninguna relación con la etapa anterior. Alguno llegó a carlificar el auto de "jurídicamente aberrante".

La portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, lamentó la "imputación mediática" promovida por Alaya. Rodríguez reiteró su confianza en Griñán y Chaves quienes, según recalcó, "no están imputados". En una rueda de prensa en la Cámara Baja, Rodríguez mostró el "máximo respeto" a la independencia judicial, pero lamentó "profundamente" que la juez haya dictó un auto que, "sin afectar a la situación jurídica" de Griñán, de Chaves y del resto de personas porque no les imputa en ningún momento, ha originado "una enorme confusión".

"Se ha generado una imputación mediática que afecta gravemente a la reputación de estas personas", denunció la dirigente socialista, antes de reiterar una vez más "el enorme depósito de confianza" que tiene el PSOE en los dos ex presidentes de la Junta, "dos personas honestas", ha dicho, y de reiterar que el partido va a seguir colaborando con la justicia como lo ha hecho "desde el principio" desde la apertura del citado procedimiento.

Durante su comparecencia, Rodríguez hizo hincapié, leyendo incluso algunos párrafos del auto, en que ni Chaves ni Griñán, ni ninguna de las demás personas a las que se cita, "están imputadas" y que, de hecho, la propia Alaya asegura en su escrito que "no puede realizar con respecto a los aforados ningún juicio formal de imputación o inculpación".