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Hito a hito, el fenómeno outsider más fulgurante de la política española, Podemos, se construye en tiempo real con la idea de pertrecharse para lo que viene. La militancia avaló la semana pasada con un 80% de votos la estructura de partido propuesta por Pablo Iglesias, el líder, el autodesmentido macho alfa. Con la casa estatal apuntalada, el contorno de las elecciones municipales (mayo de 2015) asoma a la vuelta de la esquina. Si no media adelanto, las generales (noviembre) y las andaluzas (marzo de 2016) vendrán en cascada, casi sin margen de reacción. Por eso esta fuerza de nuevo cuño mueve sus fichas con premura.
Sergio Pascual, miembro andaluz de la Comisión de Extensión de Podemos y pretoriano de Iglesias, explica el calendario. Entre el 16 de noviembre y el 2 de enero serán designados, mediante primarias abiertas, los secretarios generales provinciales. Cinco días después y hasta el 14 de febrero ocurrirá lo mismo con los dirigentes autonómicos.
Podemos da por hecho que estará en las ocho capitales de provincia y posiblemente en casi todas las localidades de más de 50.000 habitantes. Jerez, Algeciras, Dos Hermanas o Marbella, por ejemplo, se sumarán a la batalla. Ganemos no será la fórmula por defecto. De hecho, tenderá a funcionar como excepción porque "se trata de iniciativas que no han arrancado de nosotros y tienen otros tiempos". Guanyem, en Barcelona, alentada por la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), encajaría en el perfil de las coaliciones que buscan Iglesias, Juan Carlos Monedero e Íñigo Errejón. Cualquier tentativa de pacto con "antiguas siglas" (básicamente, PP, PSOE, CiU y PNV, aunque a veces también IU) estará condenada al fracaso, pronostica Pascual.
La esfera local es perfecta para ensayar fórmulas de democracia participativa y Podemos pretende aprovecharlo. El mínimo común denominador de su programa municipal incluirá una apuesta permanente por las consultas al ciudadano, así como la transparencia -especialmente en la contratación pública de los ayuntamientos- y una auditoría de la deuda, en la línea de la iniciativa formulada a nivel nacional, sin descartar "la vía de los tribunales" para exigir responsabilidades.
Andalucía cuenta, según la organización, con unos 300 círculos (y subiendo) y más de 15.000 afiliados (y subiendo más aún). Para evitar excrecencias, Podemos remite a su "muy estricto" código ético: límites salariales, restricciones a la compatibilidad de cargos públicos, rendición permanente de cuentas, prohibición de las puertas giratorias (paso de lo público a lo privado si existe conexión de intereses), renuncia del cargo en caso de imputación, limitación y revocación de mandatos, etcétera. Cada candidato tendrá que firmar este contrato.
Las claves variarán cuando el discurso sea autonómico. La primera diana será el desempleo. Andalucía es la única región de España donde los parados crecen en el segundo trimestre, reza la última EPA. Con casi 1,5 millones de damnificados y una tasa del 35,21%, Podemos ensayará otro modelo de desarrollo a partir de cuatro pilares: situar a los más capaces en los puestos directivos de la Junta sin atender al carné; reindustrializar, apostar por la tecnología y aparcar el ladrillo; buscar la excelencia en la educación; y reforzar la internacionalización del tejido empresarial (el sector aceitero es una buena referencia del carrete de mejoras pendiente).
El segundo objetivo pasará inevitablemente por atajar la corrupción (caso ERE, cursos de formación, Malaya, Bahía Competitiva, Invercaria, Astapa... la lista es interminable) y desligarse de los desmanes de "la casta". "Las redes clientelares se han desgastado porque se basan en el reparto y ahora hay menos que repartir. Los escándalos salen a la luz cuando hay gente que deja de recibir su cuota. Confiamos plenamente en la mayoría de edad de los andaluces. Van a castigar esta prácticas" sostiene Pascual.
Crujiente el Estado de las autonomías, Podemos considera que Andalucía "está llamada a jugar un papel central en cualquier estadio constituyente por su demografía y porque constituye el paradigma de la dualidad identitaria (andaluz-español)", sin que ninguna de las partes se superponga a la otra. "Por eso hay que abanderar las propuestas intermedias, llamadas a ser las más exitosas", a juicio de Sergio Pascual.
De regreso a lo mundano, Canal Sur, con sus alrededor de 1.600 trabajadores y las críticas recurrentes a su parcialidad y a los contenidos de dudoso gusto. Quien tome las riendas en la región se ajustará a un guión que Iglesias y sus colaboradores ya han decidido. "Los profesionales no pueden estar sometidos al chantaje de sus jefes políticos. Han de ser periodistas independientes no manipulados por los dueños de sus salarios", describe Pascual. Asimismo, los medios de comunicación (en general) tendrán que rendir cuentas a la ciudadanía: quiénes son los propietarios, cómo se financian, qué lazos tienen con los partidos.
Presión fiscal, Administración paralela, sanidad o medio ambiente están también en ese porfolio programático moldeado a la velocidad del rayo. Podemos advierte que llegará en plenas condiciones al carrusel de los comicios.
Coda: algunos medios han destacado el rol protagonista de Izquierda Anticapitalista en los círculos andaluces. De ahí proviene la eurodiputada Teresa Rodríguez. Pascual matiza: "Son una minoría a nivel estatal y en Andalucía. La anatomía de Podemos es mucho más heterogénea".
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