Podólogos de Andalucía advierte de daños irreversibles de un calzado inadecuado en la vuelta al cole
Infancia
Los expertos en la salud del pie ofrecen recomendaciones para evitar lesiones en los menores.
Salud del pie: Tendencias 'versus' salud
Con motivo del regreso de los escolares a las aulas, el Colegio Profesional de Podólogos de Andalucía (COPOAN) recuerda que el uso de calzado inadecuado puede provocar daños irreversibles en los pies de un 69,4% de niños y niñas. Así lo demuestra el estudio publicado en BMC Musculoskeletical Disorders , en el que se abordan los problemas derivados de esta mala elección, entre los que se encuentran, entre otras patologías, las deformidades del hallux valgus (comúnmente conocidas como 'juanetes') o las deformidades de la uña y trastornos biomecánicos. Estas patologías pueden causar dolor, inflamación y dificultad para usar algunos tipos de zapatos, además de empeorar durante la adolescencia y hasta la edad adulta.
Recomendaciones de expertos del pie
Podólogos de Andalucía recomienda llevar a los niños y niñas a una revisión podológica antes de comenzar el curso, con el fin de examinar sus pies y localizar y tratar posibles problemas, como uñas incarnadas, verrugas plantares o infecciones fúngicas, frecuentes en los meses de verano; así como para aconsejar a las familias sobre el tipo de calzado más apropiado para el pie de sus hijos e hijas. De esta forma, se desaconseja el uso de zapatos con puntera de goma, que estén elaborados con materiales rígidos o plásticos como el charol.
Los calcetines también son un factor a tener en cuenta, dado que si están elaborados con otras fibras que no sean vegetales, poseen costuras y no son técnicos o de uso intenso -es decir, especiales para deportistas-, pueden producir eccemas (dermatitis) y ampollas a causa de la fricción. "Son lesiones que encontramos en la consulta a diario pero, si se tienen otras patologías como infecciones fúngicas, diabetes o dishidrosis, pueden llegar a agravarse y a ser muy incómodas", explica Rosario Correa, presidenta del COPOAN.
Beneficios de un calzado adecuado
Los profesionales sanitarios del pie también destacan los beneficios de un calzado adecuado para el desarrollo de los menores, incrementando la velocidad, flexibilidad, fuerza muscular del pie, así como disminuyendo la cadencia (número de pisadas por minuto) y el impacto que se sufre al correr y caminar; tal y como recoge la revista científica J Foot Ankle Res.
Rosario Correa insiste en que "la elección de un buen calzado en la infancia es como una correcta graduación de las gafas, dado que unos zapatos y calcetines adecuados pueden evitar problemas y lesiones dolorosas y, sobre todo, prevenir deformaciones en la edad adulta, además de ayudar a los niños en su crecimiento y desarrollo".
Evitar el estreno de zapatos en el colegio
Los podólogos andaluces recomiendan a las familias un cambio de calzado progresivo, evitar las chanclas e incorporar de forma paulatina un calzado flexible y cómodo de cara al otoño. Si los niños van a incorporarse durante la totalidad de las horas lectivas, no es aconsejable que estrenen zapatos, ni tampoco que utilicen calzado prestado, heredado o compartido dado que, con el uso, este se deforma según cada pie y puede infligir heridas y ampollas o contagiar infecciones, además de modificar la pisada.
Los expertos en el cuidado del pie recalcan la importancia de llevar a los niños al podólogo cuando aparezcan lesiones dérmicas, uñas incarnadas, verrugas, infecciones fúngicas y lunares sospechosos. También si se producen caídas frecuentes, una torpeza excesiva, cansancio, dolor al caminar o al realizar cualquier otra actividad, o patrones de la marcha alterados (puntas de los pies hacia dentro, puntillas, cojera, etc.). "Hay que tener un cuidado especial cuando aparece un desgaste anormal del calzado, como cuando el dedo gordo erosiona la punta del zapato, dado que esto puede deberse a un problema biomecánico que en la etapa infantil estamos a tiempo de abordar", explica Rosario Correa.
Además, al inicio del curso escolar, los podólogos andaluces recomiendan aprovechar el cambio de curso y calzado para revisar los soportes plantares de los niños y niñas a partir de los cinco años de edad. De este modo, el podólogo puede comprobar que éste sigue siendo del tamaño adecuado y mantiene las correcciones necesarias.
Los conocimientos y formación del podólogo le confieren un criterio especializado, imprescindible para la prevención, detección, diagnóstico y tratamiento integral de cualquier alteración que ponga en peligro a corto, medio o largo plazo la salud podal de los menores. De este modo, establecen evaluaciones y pronósticos sobre patologías que pudieran pasar inadvertidas.
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