Ruth Ortiz asegura que Bretón es el "asesino" de sus hijos y que los "ha ocultado"

Córdoba/Ruth Ortiz, la madre de los dos pequeños desaparecidos desde hace casi siete meses en Córdoba, reconoció ayer por primera vez públicamente que no tiene esperanzas de encontrarlos con vida. Así, dejó muy claro que el padre de los pequeños, José Bretón, es el "asesino" de sus hijos y que, por tanto, "los ha matado y los ha ocultado en algún sitio".

La madre de Ruth y José, de seis y dos años, que participó ayer en una marcha ciclista que llegó hasta la prisión cordobesa donde se encuentra interno José Bretón coincidiendo con la celebración del Día de la Madre, reconoció que los casi siete meses que lleva sin saber nada de sus hijos han hecho que pierda toda esperanza de hallarlos con vida. Este mensaje contrasta con las palabras de aliento vertidas desde la desaparición por la propia Ruth, así como por sus allegados. "José Bretón es el asesino de sus propios hijos, aunque no se encuentren los niños, él los ha matado y los ha ocultado", reconoció con rabia.

Los familiares más cercanos de Ruth, como su madre, Obdulia, o su amiga y portavoz, Esther Chaves, tampoco quisieron faltar a esta iniciativa, convocada por la plataforma Buscando a Ruth y José. Un centenar de ciclistas iniciaron el recorrido a las 10:30 desde el puente de El Arenal de la capital en dirección al centro penitenciario. Aunque el itinerario previsto inicialmente sufrió varios cambios, ya que, por expreso deseo de la madre, los participantes pasaron por las puertas de la finca de los abuelos paternos situada en Las Quemadillas, donde presuntamente los pequeños estuvieron el día de su desaparición junto a su padre. Ruth Ortiz no dudó en bajarse del vehículo en el que estaba realizando el recorrido para golpear, incluso con piedras, la puerta de acceso a la parcela, y pegar varios carteles en los que se podía leer Libertad para Ruth y José. Los componentes de la movilización además clamaron el regreso de los niños a su hogar con gritos y pitidos. "Me siento impotente de estar donde desaparecieron mis hijos", dijo Ruth antes de continuar junto a los ciclistas hasta la prisión. La Policía ha centrado desde el pasado 8 de octubre gran parte de la búsqueda de los menores en este escenario. Los agentes encargados de la investigación han rastreado palmo a palmo la finca, aunque sin encontrar nada que les conduzca hasta Ruth y José.

La marcha ciclista llegó hasta el centro penitenciario de Alcolea en torno a las 13:00. Los participantes pidieron la vuelta de los pequeños con una silbatada de dos minutos, uno por cada niño, encabezada por la propia madre y sus familiares. A continuación, Ruth, junto a otras 20 madres que habían viajado desde Córdoba montadas en sus bicicletas, protagonizaron una suelta de palomas, que simbolizaban el deseo de libertad para los menores. Ruth no dudó en fundirse en un abrazo con su madre, Obdulia, quien el pasado viernes reconoció ante el juez instructor del caso, José Luis Rodríguez Lainz, haber presenciado varios episodios de malos tratos de José Bretón hacia sus dos hijos, aunque nunca se lo había comunicado a su hija.

Ruth Ortiz también quiso agradecer el cariño y el apoyo de las personas que habían participado en esta nueva iniciativa para exigir una vez más que se diga la verdad de lo que le ocurrió a sus hijos hace casi siete meses. Entre los participantes de la marcha se encontraba Milagros Expósito, quien no dudó en coger su bicicleta para solidarizarse con la familia materna de Ruth y José. "Yo también soy madre y me pongo en su lugar y tiene que ser horrible", al tiempo que insistió en que "la esperanza es lo último que se debe de perder de modo que aún confío en que estén vivos porque no creo que nadie sea tan cruel para realizar tal acto". Junto a ella pedaleaba Juan Pablo Martínez, quien aseguró que para él lo más importante es mostrar todo su apoyo a Ruth y a sus allegados tanto en este acto como en los que se programen en un futuro. "Estaré siempre a su lado y lucharé junto a ellos hasta que se sepa dónde están los niños", insistió.