Los andaluces permanecen arraigados a la tierra de origen
Demografía Andalucía
Ocho de cada diez personas que trabajan en Andalucía han nacido en el mismo municipio o en una provincia de la región
La escasez del empleo no es factor decisivo para la marcha
Los extranjeros toman la comunidad autónoma como un destino provisional
Sevilla pierde atractivo mientras Almería y Jaén siguen siendo las mecas para trabajar
Los sociólogos encuentran más dudas que certezas cuando tienen que explicar el elevado grado de arraigo de los andaluces por la tierra que los vio nacer. Nada menos que ocho de cada diez personas que viven en Andalucía han nacido en los confines que señalan Ayamonte y Pulpí en sus extremos. Sin entrar en disquisiciones sobre la llamada buena vida, la molicie que propician las numerosas horas de luz y la suave climatología o las tupidas redes sociales y familiares, hay estudiosos que se cuestionan por ese hecho incontestable que se repite en las últimas décadas después de las grandes migraciones de andaluces entre las décadas de 1940 y 1980. Andalucía es, junto a Galicia, la comunidad autónoma de España donde menos población reside que haya nacido en otra comunidad autónoma o en el extranjero.
La razón de que exista tal escasa proporción de personas forasteras viviendo en Andalucía cuenta con argumentos más claros para los sociólogos, sobre todo si la medición está basada en una población de personas ocupadas. El trabajo, los recursos, el pan de cada día, han servido siempre como propulsor de las migraciones sociales. Al sociólogo Manuel Pérez Yruela, que dirigió el Instituto de Estudios Sociales Avanzados, le parece en efecto natural que sean pocos los ciudadanos de fuera que busquen como destino de vida Andalucía, siendo como es una región rendida al sector servicios y con unos trabajos de magra remuneración. Lo contrario es lo intrigante. “Lo curioso, con la cantidad de desempleo que hay, es que los andaluces no salgan fuera de la comunidad para buscar trabajo y tengan interés en quedarse”.
El arraigo del andaluz es además significativamente alto por el municipio de nacimiento. El 46,9% de los andaluces que están trabajando en Andalucía lo hace en su pueblo. Así lo recogen los datos del censo de población de 2021 publicado por el Instituto Nacional de Estadística analizados desde el punto de vista del lugar de residencia y lugar de nacimiento para los ocupados con más de 16 años. Comparando este mismo parámetros con el de hace una década, los andaluces que viven en el pueblo se ha visto reducido del 49,9% al 46,9%. Para Pérez Yruela, este leve descenso está relacionado con la “mayor movilidad”. Ha aumentado la gente que se desplaza del lugar de residencia al de trabajo. “Hay más población que reside en los municipios próximos y una tendencia de movilidad de búsqueda trabajo desde el ámbito rural a las capitales, sobre todo en la población dedicada a los servicios, la sanidad y la educación, entre otros. También hay profesionales que trabajan en las capitales que residen en pueblecitos”, explica el sociólogo.
Andalucía ha registrado en una década una leve subida de población nacida en el extranjero –del 9,3% en 2011 al 10% en 2021–, pero sigue siendo una cifra inferior a la media de España. Pérez Yruela, que señala la importancia de distinguir entre los nacidos en la Unión Europea o fuera de ella, apunta para explicar estos datos a la figura del “emigrante económico”: “La población inmigrante suele tener a Andalucía como una tierra de paso para otros lugares de España y de Europa. Andalucía no es un lugar para el empleo”.
En un análisis por provincias, destacan, entre otros aspectos, que Córdoba y Jaén siguen siendo los lugares donde más residentes hay que han nacido en el mismo municipio y que la provincia de Sevilla haya perdido puestos en la proporción de trabajadores llegados de otras provincias de Andalucía y de España. “Sevilla está quieta, más detenida. El tirón de la oferta de empleo de la Administración Pública ya está agotado. Tampoco hay un peso relevante de sector de la industria, aparte de empleo en el sector de los servicios”.
En el lado contrario se sitúan Málaga y Almería, que son las provincias donde más ocupados residen que han nacido en otra provincia andaluza o española y en otros países. Lo son ahora y lo eran también en 2011. Para Pérez Yruela, la explicación de este protagonismo de las provincias litorales más levantinas se basa en que son “las que más demandan empleo”, dice refiriéndose al auge de la agricultura intensiva –la agroindustria– y el motor a propulsión del sector servicios en la costa –hoteles, bares y ocio–.
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