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AVE Sevilla Huelva: Un proyecto en el que pocos confían

La alta velocidad que unirá ambas capitales ha tenido tres estudios informativos en lo que va de siglo

El ministro de Transportes anuncia que el año que viene se licitarán tramos”

El Ministerio de Transportes concluye el estudio informativo del AVE Sevilla Huelva y ya puede licitar la redacción del proyecto

Obras en Huelva para la llegada del AVE. La imagen es de julio de 2010. / Alberto Domínguez
Óscar Lezameta

16 de diciembre 2024 - 05:00

Tres titulares. Uno: “El proyecto del AVE, a falta del estudio de impacto ambiental”. Dos: “El ministro de Fomento promete la llegada del AVE pero esquiva los plazos”. Tres: “El Gobierno aprueba el estudio informativo de la alta velocidad a Huelva”. El primero de ellos es del 21 de octubre de 2003; el segundo del 4 de mayo de 2018; el último de la semana pasada. Más de dos décadas de un proyecto que sigue sin hacerse

Su historia es tan antigua como el juego de la política y los contratos de la administración. Hay varias estaciones intermedias. Primero se vende un proyecto y se encarga el estudio informativo. Después se encarga la Declaración de Impacto Ambiental, un requisito imprescindible y que se suele retrasar por su complejidad. El siguiente paso sería la licitación de los distintos tramos, la adjudicación de las obras y el comienzo de las mismas. Es aquí donde se aplican distintos frenos: o bien no hay disponibilidad presupuestaria, o se cambia de objetivos. El hecho es que no se pasa de ahí.

Cuando la presión social, política, económica o bien hay una convocatoria electoral que se presume adversa en el horizonte más cercano, el proyecto se recupera, o al menos, eso se dice. Quienes están al frente de la administración correspondiente vuelven a interesarse por el trazado. Llegan las declaraciones alabando las potencialidades del mismo, las oportunidades que surgirían de llevarse a cabo y, de paso, criticar a los anteriores –normalmente de distinto partido– por haberlo “metido en un cajón” (curiosamente la frase suele ser exactamente esa). 

Es entonces cuando comprueban que tanto la Declaración de Impacto Ambiental como el propio estudio informativo, han caducado, por lo que hay que empezar de nuevo todo el proceso y encargan uno nuevo. Eso es, palabra por palabra, lo que ha ocurrido con la línea de alta velocidad ferroviaria entre Sevilla y Huelva. 

El presentado por Óscar Puente hace unos días es el tercer estudio informativo de una línea que todo el mundo se sabe de memoria y que padece desde hace más de dos décadas. Son más de veinte años de padecer unos trenes obsoletos que tardan más de hora y media para cubrir un centenar de kilómetros a una velocidad media que los trenes superaron en el siglo XIX. Eso si llegan y no se quedan en el camino, como indica el glosario de incidencias sufridas por los viajeros en los últimos años.

Por cierto alguien tendrá que explicar el cambio de actitud del ministro de Transportes. Óscar Puente descartaba el 14 de abril el proyecto porque suponía una “inversión bestial” para “ahorrarse diez minutos”, por lo que apostó por “una nueva red de ancho internacional”. El pasado día 10, su Ministerio revelaba el estudio informativo, un “hito fundamental para poder iniciar los trámites para licitar la redacción del proyecto” y “mejorar la calidad de los servicios”. 

La historia del AVE entre Sevilla y Huelva es un quién es quién en la política de infraestructuras de la historia política nacional y autonómica. El primer proyecto es obra de Francisco Álvarez Cascos bajo el Gobierno de José María Aznar. Quien lo paró, como consecuencia de la crisis económica, fue Magdalena Álvarez, ministra de Fomento en el Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Eso sucedía un año después del primer estudio informativo, el de 2003. Apenas cuatro años después intentó reactivarlo, aunque por entonces la recesión económica hizo de las suyas. De hecho, la primera declaración de intenciones para poner el proyecto en marcha es incluso anterior, de la etapa de Arias Salgado al frente del Ministerio de Fomento, recién iniciado el siglo.

El segundo proyecto tiene la autoría de Iñigo de la Serna en su breve paso por el Gobierno de Mariano Rajoy. En medio de todos ellos, inclusiones en distintos Planes de Infraestructuras que caducaban sin ni siquiera ponerse en funcionamiento, o declaraciones de la Junta de Andalucía acerca de que dicha obra tenía “interés estratégico”. Ninguno de esos llamamientos llegó a su destino. 

Ni tan siquiera la intermediación del Puerto de Huelva, consiguió desatascarlo. La Comisión Europea incluyó el trazado en la denominada Red Europea de Transportes que debía unir ambas capitales antes del año 2030. Este mismo año enterró las esperanzas con una reorganización de sus prioridades que lo retrasaban dos décadas más. La línea volvía al furgón de cola.

Y eso que entre el primero y el último apenas difieren en su cuantía económica. Los proyectos están casi calcados. Una parada en el trayecto, en La Palma del Condado y un trazado que discurre al norte de esa localidad. En total, 96 kilómetros en apenas media hora. Eso sí, hace veinte años, el coste del AVE apenas llegaba a los 300 millones de euros; ahora no se podrá llevar a cabo por menos de mil. De hecho, esa era la cantidad prevista hace seis años. El de ahora, todavía no se ha cuantificado, así que será superior. La tecnología ha posibilitado que la duración del viaje, quede en apenas 26 minutos en una nueva plataforma de ancho internacional, aunque en el proyecto anunciado por Puente, lo único que queda claro es que nada lo está. No se conoce si será una nueva plataforma, si se aprovechará la existente y en qué medida, si se apostará por el ancho internacional o se mantendrá el ibérico.

Lo único que el vallisoletano ha señalado, es que el año que viene el primer tramo estará licitado y será de 45 kilómetros, en el tramo que discurre entre Sevilla y la única parada en toda la línea, la de La Palma del Condado. Para ello, asegura tener la Declaración de Impacto Ambiental favorable, así que nada se interpone en su camino. Sólo la intención sin plazos, ni cantidad alguna sobre la mesa.

Sobre el enlace con la localidad portuguesa de Faro, tampoco hay mención. En cualquier caso, convendría dejar clara la postura portuguesa. No les interesa. La intención de las autoridades lusas es la de concluir el enlace de Oporto con Vigo, actualmente en obras y posteriormente enlazarlo con Lisboa. Eso incluso antes de la línea con Madrid.

En cualquier caso, habrá que espera a comprobar cómo se traducen en hechos unas intenciones que vuelven a sonar a lo de siempre. Valga sólo un dato. Las previsiones indican que hay cinco ciudades en toda España que no tendrán AVE antes de 2050. De esas cinco, tres son andaluzas: Cádiz, Huelva y Jaén(en este caso habrá que esperar otros diez años más) que acompañan a Santander y Logroño.

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