Una 'casa del pueblo' pero en moderna

Una pared es rosa, el color corporativo, la de enfrente, verde, con un mapa de Andalucía dibujado. Eso con cuatro sillones, seis banquitos, un sofá y dos muebles pequeños además de una gran pantalla de televisión es la primera sede del movimiento Sumar en Andalucía que se inauguró en la tarde de este lunes. Un importante salto cualitativo. Tanto, que sus rivales políticos ¿o son compañeros de espacio político?, invitados todos menos Podemos (¡faltaría más!) no acudieron a su inauguración. Y eso que había hasta un catering, el Perro Verde que apuesta por la sostenibilidad y los productos de cercanía, para mojar la nueva sede.

Esperanza Gómez, referente del movimiento Sumar en Andalucía y diputada en el Parlamento autonómico en el grupo Por Andalucía, tiene el encargo de ensanchar la base de este movimiento y ha optado por la vía tradicional: abrir una sede física, “para hacer política mirándonos a los ojos, política desde la calle” pero también para que sea el lugar de referencia de los vecinos y las entidades sociales.

La apertura de la primera sede en Andalucía, “la primera, ¿eh?” decía la diputada de Sumar en el Congreso por Cádiz, Esther Gil de Reboleño, es sólo el inicio de un proceso de expansión de un partido “del Gobierno” que también funciona como de la oposición. “Llevo más encuentros que la Taylor Swift”, confesaba en su turno de intervención. 

Y sí. Lara Hernández, secretaria de Organización del Movimiento Sumar y representante “de los federales” en el acto autonómico de Sevilla, detallaba que desde junio ha visitado dos veces Sevilla y ha estado en Granada, aquí con Yolanda, y en Córdoba. Porque “Sumar tiene un proyecto de país para Galicia pero también para Andalucía”. Por cierto que Hernández no se había estudiado la encuesta del Centra, el Barómetro Andaluz publicado en la misma mañana de este lunes. Y eso que les daba hasta dos diputados más. Pero ellas estaban en otro asunto, “esta legislatura será la de la reducción de la jornada laboral”. Esa es su baza electoral, su conejo de la chistera, “hasta Génova ha girado a lo social”, decía como un gran triunfo.