Un impulso a la investigación
La norma incluye dos planes de fomento de la ciencia sanitaria.
No fue casual la elección del lugar donde Susana Díaz anunció la aprobación del anteproyecto de Ley de Garantías y Sostenibilidad del Sistema Sanitario Público de Andalucía. La presidenta se fue hasta el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS), una entidad de la que forman parte la Universidad de Sevilla, el Hospital Universitario Virgen del Rocío y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas y que es un ejemplo de interacción entre la ciudadanía y el sistema sanitario público andaluz, una práctica que la nueva norma pretende fomentar según su último capítulo.
En el texto figura el compromiso de poner en marcha un plan integral de formación continua y de la excelencia para los profesionales, así como la promoción y el desarrollo de una cultura de investigación, iniciativa que está por concretar. Sin embargo, la ley también menciona al Plan Estratégico de Investigación en Innovación en Salud, que bebe de una estrategia del mismo nombre aprobada en 2014 por la anterior consejera, María José Sánchez Rubio.
El documento considera el sistema andaluz se basa en "la aplicación inteligente del conocimiento disponible para la generación de salud" y, por lo tanto, tiene la necesidad de participar en el desarrollo de nuevos productos que mejoren la atención sanitaria.
El plan, que tiene vigencia hasta 2018, se marca como objetivos preferentes la investigación sobre el envejecimiento activo, la medicina personalizada y la transferencia tecnológica inversa, pero también tiene en cuenta los problemas de salud prioritarios en la población. Asimismo, pretende avanzar en el desarrollo de técnicas avanzadas, como la terapia celular, la medicina regenerativa, la genética clínica y la medicina genómica.
En el apartado de acciones específicas, destaca la intención de impulsar un modelo de ciencia excelente, en lo que hizo ayer hincapié el nuevo consejero de Salud, Aquilino Alonso. Para cumplir este objetivo, en 2018 deberá haber más profesionales del Sistema Sanitario Público de Andalucía realizando actividad investigadora y también se valorará positivamente su participación en proyectos internacionales.
La segunda de las acciones específicas consiste en potenciar el liderazgo empresarial en I+D+I, con medidas como la creación de empresas biotecnológicas y la agilización de los trámites que permitan la realización de ensayos clínicos en centros públicos andaluces.
La estrategia también tiene un carácter social, que se hace patente en el tercer apartado de acciones específicas, que pretende fomentar la presencia de la mujer en la investigación, así como crear una red de comités de ética de la investigación biomédica en la región. En este capítulo se incluye la puesta en marcha de un sistema de transparencia para hacer visible el trabajo de los científicos médicos andaluces.
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