La limpieza y la recogida de basura en las ciudades traen de cabeza a los alcaldes
En Andalucía, las capitales más pobladas Sevilla, Málaga y Córdoba gestionan estos servicios con una empresa municipal y las más pequeñas con una concesión a una empresa o UTE
Sanz remodelará el servicio de taller de Lipasam, "pieza clave para que funcionen los servicios"
La limpieza y recogida de residuos no deja de ser uno de los asuntos que más quebraderos de cabeza reporta a los regidores municipales andaluzas, porque se hace complicado lograr ciudades limpias a un coste razonable. Unos ayuntamientos optan por la gestión directa municipal, como es el caso de Sevilla, Málaga y Córdoba, que son las ciudades más pobladas de Andalucía, y otros por la gestión indirecta a través de la concesión a una empresa o grupo de empresas.
En Sevilla, la gestión de la limpieza y la recogida de residuos es directa, plenamente pública, con personal del Ayuntamiento, pero la capital andaluza no acaba de estar limpia. La masificación de turistas en los últimos años (tres millones de turistas al año), la falta de lluvias, el incivismo ciudadano y la ausencia de una buena organización de la empresa municipal, ha empeorado el problema de la recogida de residuos.
La empresa Lipasam, con una plantilla superior a los 1.700 empleados y un presupuesto de 110 millones, no se gestiona con eficacia para dar servicio a la población sevillana de 681.000 habitantes más los tres millones de turistas anuales.
El próximo alcalde José Luis Sanz (PP) que gobernará a partir del 17 de junio tiene muy claro que Sevilla "es una ciudad sucia y que Lipasam no funciona". Sanz sabe bien de qué va la limpieza de un municipio de 25.300 habitantes, ya que como alcalde de Tomares durante más de una década (2007 a 2021) fue declarado de los más limpios de España, con tres Escobas de Oro consecutivas otorgadas por la Asociación Técnica para la Gestión de Residuos y Medio Ambiente (ATEGRUS). En Tomares, la empresa Ferrovial Servicios se encarga de la limpieza, recogida de residuos urbanos y mantenimiento de parques y jardines.
En las localidades más pobladas de Sevilla la gestión es diversa. En Dos Hermanas, el municipio más poblado tras la capital, se ha ampliado con una empresa externa la limpieza de calles sin prescindir de los servicios que presta la plantilla municipal. En Dos Hermanas esa empresa es Urbaser.
En Alcalá de Guadaira, la gestión de la limpieza está en manos de una empresa 100% municipal: AIRA Gestión Ambiental.
En Utrera, la empresa concesionaria FCC llevaba la limpieza hasta que el Ayuntamiento ha municipalizado el servicio por los supuestos incumplimientos de FCC. El Consistorio calcula que esta decisión supone un ahorro de casi 2 millones de euros, gracias al ahorro del IVA y del beneficio industrial.
En Mairena del Aljarafe el modelo es similar al de Dos Hermanas, ya que la empresa Valoriza Servicios Medioambientales ha sido contratada para la limpieza de las calles como empresa externa como ampliación al trabajo que realiza la plantilla municipal.
La limpieza en las capitales andaluzas más pobladas
El Tribunal de Cuentas concluyó en 2011, en su informe de fiscalización del sector público local a los municipios de menos de 20.000 habitantes, concluía que la gestión pública directa de los servicios básicos como la recogida de basura y la limpieza viaria cuesta mucho menos que su externalización, y lo mismo decía respecto al agua.
En Andalucía, la gestión directa de la limpieza de calles y recogida de residuos se da, aparte de en Sevilla, en Málaga y Córdoba con una proporción muy similar a la de Sevilla tanto en presupuesto como en plantilla.
En Málaga, la Empresa Municipal Limpieza de Málaga (Limasam) cuenta con 1.600 trabajadores y un presupuesto de unos 120 millones de euros al año. Los malagueños también se quejan de la falta de limpieza, la limpieza suspendió en el último barómetro.
El Ayuntamiento de Francisco de la Torre (PP) municipalizó el servicio de limpieza hace dos años y medio (julio del 2020) tras las críticas del PSOE por el derroche de dinero y la insistencia de que se convirtiera en servicio público. Antes era una empresa mixta, un cambio con el que se ha logrado un ahorro superior a 16 millones de euros. Desde la oposición, el PSOE se queja de que la ciudad está sucia por falta de plantilla y le pide al gobierno que no culpe a los empleados de la suciedad.
La gran diferencia respecto a Sevilla es que el Ayuntamiento de Málaga va a fiscalizar el trabajo de la plantilla municipal y la productividad de la plantilla. De hecho ha encargado un informe externo para fiscalizar el trabajo de los empleados públicos: un contrato con la empresa Integrated Call Services por valor de 119.790 euros para la realización de una auditoría en nueve meses sobre el trabajo de los empleados de Limasam y el estado de las calles.
En Córdoba, al igual que en Sevilla y Málaga, la gestión de la limpieza y la recogida de basura está en manos de la Empresa Municipal de Saneamientos de Cordoba, S.A. (Sadeco). La empresa tiene algo más de 800 empleados, pero contrata a personal externo para determinadas campañas, como por ejemplo para la recogida de naranjas. El presupuesto total del que dispone la empresa para 2022 fue de 57,1 millones de euros.
Las demás capitales andaluzas
En las capitales andaluzas menos pobladas, la gestión es indirecta, a través de una concesión a una empresa o UTE.
En Granada, el Ayuntamiento licitó antes de las elecciones municipales un gran contrato para que una empresa externa en concesión lleve la limpieza y recogida de residuos 15 años más al menos. Antes de este gran contrato la gestión estaba en manos de la empresa Inagra, con casi 600 trabajadores. El transporte público también se gestiona en concesión.
El contrato con Inagra expiró en 2020 y a finales de abril Granada licitó este nuevo contrato con un presupuesto base de licitación de 643 millones e inversiones de unos 80 millones para renovación de flota e instalaciones. Unidas Podemos presionó para la remunicipalización del servicio.
En Cádiz, la gestión de limpìeza y recogida de basura la lleva una concesión, la empresa Valoriza (grupo Sacyr) desde el pasado 1 febrero con un presupuesto de 163,7 millones de euros y una duración de 10 años. Anteriormente estuvo 16,5 años la UTE formada por Cointer y Valoriza.
En Cádiz, el tema de la limpieza es uno de los problemas que plantean los ciudadanos. Los candidatos a alcalde en las recientes elecciones locales prometieron planes de choque de limpieza. El nuevo alcalde del PP Bruno García promete activar en las primeras semanas del mandato un plan de choque de mantenimiento y limpieza.
En Huelva, la concesión municipal que gestiona la limpieza de las calles y la recogida de residuos está a cargo de la empresa Prezero, el proveedor de servicios medioambientales del Grupo Schwarz que ha adquirido en España y Portugal la actividad de tratamiento y reciclaje de residuos de Cespa S.A., anteriormente Ferrovial, con más de 300 trabajadores. Se ha puesto en marcha un plan de choque de limpieza en los barrios con el visto bueno de los vecinos.
En Almería, la empresa en concesión que se encarga de la limpieza y recogida de basuras es Entorno Urbano y Medio ambiente, antes denominada UTE Acciona Servicios Urbanos-Grupo Generala, que tuvo este cometido desde 2014. Al año se pagan 37 millones por esta gestión. La limpieza es la principal preocupación de la ciudad, los vecinos se han quejado de la limpieza, parques, jardines y el mantenimiento en general.
Sanz promete un buen gerente y más plantilla para hacer funcionar Lipasam
José Luis Sanz anunció en campaña electoral para las municipales del 28-M que su fórmula para mejorar la empresa de limpieza de Sevilla es hacerla funcionar con un gerente que sepa sobre el sector y poner coto al absentismo laboral que ronda el 30% de la plantilla. “El problema de Lipasam es su gestión. Un mal gerente y una mala planificación de la plantilla o de la maquinaria”, sostuvo Sanz, quien recalcó que la limpieza es el mayor síntoma del abandono de un territorio.
La primera medida de su gobierno en Sevilla será unificar la gestión de la de limpieza, parques y arbolado en una gran área, con lo que replica en la capital andaluza el modelo que aplicó en Tomares en su etapa como alcalde.
Sanz ha prometido aumentar los empleados de Lipasam para mantener un nivel de servicio adecuado durante todos los días de la semana, incluidos los sábados y domingos, “ya que hay un sólo mecánico por turno, para una flota de 800 vehículos, lo que imposibilita una atención adecuada de las averías y genera los lunes una merma importante en la disponibilidad de vehículos”. Prevé reforzar los servicios de limpieza en el turno de tarde, “que actualmente son claramente insuficientes, especialmente en los barrios”.
Quiere mejorar la calidad de la limpieza en las avenidas y glorietas de acceso a la ciudad, “que aportan al visitante la primera imagen del municipio y que hoy por hoy no cuentan con un servicio adecuado”.
Y quiere liberar a los mandos intermedios (capataces y encargados) del trabajo administrativo para que se dediquen la mayor parte de la jornada al control y verificación del desarrollo de los servicios en la calle, “lo que mejorará la eficacia y la calidad de los tratamientos. Especialmente el barrido manual y el barrido con triciclo, que no se realizan correctamente y no propician el nivel de limpieza necesario”.
El gerente actual de Lipasam es Lucrecio Fernández, designado por el Ayuntamiento socialista y con un marcado perfil político. Licenciado en Derecho y funcionario de carrera del Cuerpo Superior de Administradores de la Junta de Andalucía, fue delegado del Gobierno en Andalucía (2019-2020) y director general de SEPES (entidad pública empresarial de Suelo del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana). En la Junta de Andalucía durante el Gobierno socialista ocupó puestos como delegado provincial de la Consejería de Obras Públicas y Transportes en Sevilla o secretario general de la Delegación Provincial de la Consejería de Medio Ambiente en Sevilla. En el Ayuntamiento de Sevilla fue director del área de Coordinación de Presidencia.
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