Miguel Ángel Serrano, excarcelado de los ERE asegura que "no podía prever" que, cumpliendo las leyes de presupuestos, estuviera "incurriendo en un delito".

Miguel Ángel Serrano, primer excarcelado por el Constitucional tras la anulación de su condena por el caso de los ERE, ha reafirmado su absoluta inocencia y, tras un "larguísimo proceso" iniciado en 2011, ha confesado que él y otros encausados esperaban que "alguien en algún momento parara la locura" que ha supuesto un "atropello sin contemplaciones" de sus derechos.

"Nosotros hemos estado convencidos de nuestra inocencia desde el primer día", ha recalcado en una entrevista con EFE el que fuera director de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), quien fue condenado a seis años y medio de prisión y 17 años de inhabilitación absoluta por prevaricación y malversación.

Después de que el Constitucional haya anulado su condena al estimar parcialmente su recurso de amparo, al entender que se ha vulnerado el derecho a la legalidad penal y su presunción de inocencia, ha exigido respeto a la decisión de este tribunal de garantías.

"Después de haber asumido todas y cada una de las decisiones judiciales con absoluto estoicismo, me siento en la legitimidad y en el derecho de exigir a todo el mundo que también respete ésta", ha asegurado este ex alto cargo de la Junta, que salió el martes de la cárcel de Sevilla en la que estado interno el último año y medio.

Serrano ha explicado que, desde el arranque de la investigación por el caso de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) de Andalucía, ha vivido junto a otros procesados con "muchísima ansiedad" cada una de las decisiones que ha ido adoptando la justicia.

'Larguísimo' proceso judicial

"Hemos vivido con perplejidad todo este larguísimo proceso, que se inició en el año 2011 y que terminó en enero de 2023 con nuestra entrada en prisión", ha explicado el exdirector de IDEA, quien "no podía dar crédito" a que el "cumplimiento mero" de una ley que hizo pudiera considerarse por los tribunales una "actividad delictiva".

"Entendíamos que alguien pararía en algún momento aquella locura, aquella deriva que contraviene cualquier sentido de la lógica", ha continuado Serrano, quien tras la sentencias condenatorias -primero de la Audiencia de Sevilla y luego la confirmación del Supremo- "echó mano" a todas las vías para defenderse.

Recurrieron por ello "hasta el final" y han encontrado amparo en el Constitucional, tribunal "de garantías" sobre derechos fundamentales: "Es ahí donde se ha dicho que se han vulnerado, que se ha producido una deriva torticera del Derecho, que no es posible pensar que una ley pueda ser ilegal", ha explicado.

En línea con lo argumentado por la corte española de garantías, ha mantenido que, durante su etapa al frente de la agencia encargada de pagar las ayudas de los ERE, "no podía prever" que, cumpliendo precisamente las leyes de presupuestos, estuviera "incurriendo en un delito".

Se daba además la "paradoja", como llegó a mantener la letrada de la Cámara de Cuentas en sede judicial que, si desde la agencia IDEA hubieran tomado otra decisión distinta respecto al dinero pagado, hubieran delinquido. "La paradoja fue que, si hubiera hecho una cosa habría delinquido y, si hice lo que me mandaba la ley, también. Es absurdo", ha insistido.

Por ello, se sigue cuestionando cómo fue posible que primero la Audiencia de Sevilla y luego el Supremo lo condenara, cuando todas las personas que declararon en el juicio, las que componían su equipo técnico, repitieron en sede judicial que "nunca habían visto ninguna actividad delictiva" en la agencia ni formularon oposición.

También recalca que él no se benefició "de ninguna manera" de sus acciones, ni conocía siquiera a las empresas destinatarias de las ayudas ni a los trabajadores que integraban los ERE.

'Duro' paso por prisión

De su paso por prisión, ha asegurado que este contexto resulta "desconocido" y "muy duro", incluso "inhumano": "Realmente el mundo penitenciario debería evolucionar y hacerlo hacia otros modelos de castigo, parece que al final se olvida un poco el principio de la reinserción y solo queda la carga punitiva", ha indicado.

Serrano cree que una persona con una "trayectoria normal y corriente" no puede hacerse a la idea de lo que implica la pérdida de libertad, como cuando se está en pleno estado de salud y se diagnostica una enfermedad grave: "Todo cambia y todo se vuelve condicionado, porque te han quitado tu libertad", ha señalado.

En su internamiento en el centro penitenciario Sevilla I ha sentido la necesidad de "resetearse" y adaptarse a ese "nuevo mundo", donde ha buscado cosas que hacer, como montar un aula de informática para enseñar ofimática a distintos grupos de internos o leer hasta 110 libros como forma de evasión desde la lectura.

En cuanto a su futuro, tomará los meses de verano como "reflexión y descanso", para estar con su familia, y luego decidirá su vuelve a trabajar o no, dado que hoy por hoy está jubilado.