La tripulación afronta nuevas dificultades en el trayecto hacia Sri Lanka
Fragatas españolas e internacionales escoltan de forma permanente al Galeón a su paso por las peligrosas aguas del Índico, mientras se produce una nueva parada técnica en el Sultanato de Omán.
Desde que en el mes de marzo la expedición se hiciera con el timón del Galeón de Andalucía muchos han sido los retos marcados en el diario de a bordo. El primero fue el viaje a Malta, la primera de las escalas internacionales que la embarcación tuvo que afrontar para cumplir con su misión de llegar a Shangai para representar a Andalucía en la Exposición Universal de China.
Dificultades hasta Sri Lanka
Tras esta isla del Mediterráneo llegaron otras escalas de menor envergadura por su proximidad como Haifa (en Israel) o Port Said (en Egipto).
Después llegaría el ansiado paso por el Canal de Suez y las aguas del Mar Rojo. En ese momento los integrantes del Galeón definían en su diario de a bordo su expectación por la siguiente parada, la isla de Sri Lanka, una nueva singladura que supondría estar más de dos semanas sin pisar tierra firme. Sin embargo, los fuertes vientos obligaron a desviar la ruta del barco hasta Port Sudán. Tras un fin de semana amarrados a puerto, el regreso al mar significaba que la entrada en el índico estaba más cerca, una travesía diferente a las demás.
El dispositivo de seguridad
Ya en una entrevista concedida a este diario por Juan Antonio Salas, presidente de la Fundación Nao Victoria, se hablaba del riesgo que implicaba la navegación de estas aguas. El Galeón de Andalucía tendría que ser escoltado a su paso por el Golfo de Adén, tarea que se ha llevado a cabo por la Operación Atalanta de la OTAN desde el mar, con la presencia de fragatas españolas e internacionales; y también desde el aire, con helicópteros que divisan el océano desde las alturas para garantizar que la travesía continúa sin contratiempos. El dispositivo de seguridad se completa a bordo del barco con las guardias que la tripulación lleva a cabo en todos los extremos de la embarcación: castillo de proa, balcón de popa, banda de babor y banda de estribor.
Un nuevo contratiempo
Sin embargo, pese al éxito de este dispositivo, la marcha hacia Sri Lanka ha vuelto a interrumpirse, en esta ocasión con una parada técnica en el puerto de Salalah, el Sultanato de Omán. Allí la tripulación espera encontrar mejores vientos para continuar definitivamente con las 1.700 millas náuticas que distancian a la expedición de la cada vez más ansiada Sri Lanka.
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