Cádiz: el PSOE recupera la hegemonía pese a tener su peor resultado desde 1982

El PP pierde tres escaños y 73.000 votos y su apoyo popular retrocede a niveles de principios de los 90

La secretaria provincial del PSOE, Irene García, más que satisfecha.
La secretaria provincial del PSOE, Irene García, más que satisfecha.
Fco. Sánchez Zambrano Cádiz

23 de marzo 2015 - 01:00

El PSOE recuperó ayer en la provincia de Cádiz la hegemonía perdida hace tres años en unas elecciones andaluzas. Y lo hizo curiosamente pese a lograr en las urnas el porcentaje menor de apoyo de todas las elecciones andaluzas celebradas desde 1982, un respaldo que fue además cuatro puntos menor que el obtenido en 2012. Y eso aunque la participación en esta circunscripción creció en nada menos que seis puntos porcentuales. Los socialistas, eso sí, salieron victoriosos en 38 de los 44 municipios de la provincia de Cádiz.

Pero el éxito -indiscutible- de la candidatura encabezada por vez primera por el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, tiene su razón de ser en un batacazo tremendo del PP, que se dejó por el camino más de 73.000 votos con respecto a las elecciones andaluzas de 2012. La candidatura que encabezaba por primera vez Ana Mestre terminó con un respaldo de un 24%, lo que supone casi 16 puntos menos que tres años atrás y que devuelven a este partido a unos índices de apoyo ciudadano que no se recordaban desde principios de la década de los noventa. El PP sólo ganó en El Puerto, Rota y Benaocaz.

Pero, al igual que en el conjunto de Andalucía, la noticia de la noche electoral en Cádiz la protagonizó Podemos, que no sólo irrumpió en el panorama político provincial logrando más de 100.000 votos y tres parlamentarios autonómicos, sino que además lo hizo triunfando en dos municipios: Puerto Real y, lo que es más llamativo, la propia ciudad de Cádiz, donde el escrutinio siembra dudas de cara a las municipales de mayo y al futuro de la hasta ahora todopoderosa Teófila Martínez.

Del resto de fuerzas políticas, IU y Ciudadanos se repartieron los dos escaños restantes y PA y UPyD se quedaron a años luz de lograr meter cabeza en el Parlamento andaluz.

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