Antequera pondrá a prueba el rescate de obras de arte

El delegado municipal de Seguridad y Tráfico del Ayuntamiento de Antequera, Antonio García Mendoza, y el delegado municipal de Patrimonio Histórico, José Medina Galeote, han dado a conocer que la ciudad acogerá el desarrollo de un nuevo simulacro múltiple de emergencias y protección del patrimonio cultural a realizar el próximo 16 de noviembre, jornada en la que se conmemora precisamente el Día Internacional del Patrimonio Mundial. Tras la "positiva experiencia" desarrollada el año pasado en el museo municipal y el archivo histórico municipal, los escenarios elegidos ahora para este nuevo simulacro serán la iglesia de San Francisco y la anexa biblioteca municipal de San Zoilo.

Se simulará el caso de edificios afectados por un movimiento sísmico y posterior incendio, teniendo que evacuar a sus ocupantes y rescatar a los heridos, así como posteriormente realizar el rescate de las obras de arte, como ejercicio de protección del patrimonio, comprobando así la activación del Plan de Emergencias Municipal con su Plan de Actuación Local de Riesgo Sísmico.

En esta actividad de carácter preventivo participarán bomberos, sanitarios, Policía Local, Cuerpo Nacional de Policía, Protección Civil, Servicio de Protección Civil de la Junta de Andalucía, Emergencias 112 Andalucía, Universidad Pablo de Olavide (a través del Proyecto Fenix 4.0), el Instituto Valenciano de Conservación e Investigación, la Consejería de Turismo Cultura y Deporte de la Junta de Adalucía, el Instituto Andaluz de Patrimonio Historico y la Empresa Mission Track.

Este nuevo simulacro se enmarca dentro de la colaboración con el proyecto análisis de viabilidad y pruebas end-user de Apps de prevención y gestión de incendios o desastres naturales para conservación de patrimonio cultural mueble e inmueble – FENIX 4.0 (PDC2022-133157-I00), dirigido por la Universidad Pablo de Olavide (UPO).

Además, también se podrá evaluar la acción de los diferentes cuerpos de emergencias ante una catástrofe de estas magnitudes que, desafortunadamente, se han producido en zonas vecinas del norte de África y de las que no está a salvo la provincia al tratarse de un área en la que existe actividad sísmica, aunque suele tratarse de pequeños temblores que en la mayoría de los casos pasan inadvertidos para la población.