El mal estado de un instituto de Antequera obliga a Educación a actuar

La zona del soportal parcialmente vallada por su mal estado de conservación.
La zona del soportal parcialmente vallada por su mal estado de conservación. / M. G.

Con el gimnasio clausurado desde hace 12 años, un soportal vallado por desprendimientos de cascotes y muchas grietas. Así se encuentran las instalaciones del Instituto de Educación Secundaria Los Colegiales, en Antequera, lo que ha llevado a alumnos y padres a emprender una particular cruzada, primero, a través de la vía institucional y, después, mediante un plan de movilizaciones. Lo cierto es que a fecha de hoy estos han logrado, en una reunión celebrada este miércoles, el compromiso de la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo de arreglar el soportal, unos trabajos que se marcan el Lunes Santo como fecha de inicio, además del compromiso de realizar un estudio que valore el estado general del centro para saber si hay riegos para su uso y con vistas a determinar si seguir empleando recursos en él, habida cuenta de su estado, o construir otro en un suelo cedido por el Ayuntamiento, que ya ha mostrado su conformidad a ponerlo a disposición llegado el caso.

"Valoramos positivamente las obras que se van a hacer, pero no podemos olvidar que se han conseguido después de años", asegura la presidenta del Ampa, Tere Ruz, que recuerda que estos trabajos se ceñirán solamente a la estructura del soportal, que lleva varios cursos escolares en mal estado, y que no se valló en su totalidad hasta el pasado viernes 21 de marzo, cuando empeoró a causa de las fuertes lluvias. De igual manera, añade, el mal estado de esta zona imposibilita el libre tránsito de los 800 alumnos del centro, dado que es una zona de paso, así como que las clases de la FP de Instalaciones de Producción de Calor y Frigoríficas y de Climatización se impartan en el aula que debería acogerlas, que se encuentra ahora sin uso por su cercanía a este punto. Pero a todo esto, alerta, se suma una larga lista de desperfectos que ocupa y preocupa al colectivo de padres y sobre el que no hay previsión de actuar.

Una de las columnas del sopotal, agrietada.
Una de las columnas del sopotal, agrietada. / M. G.

"El centro tiene muchas deficiencias. La más grande es el gimnasio, que tendría que haberse derribado en su momento; y aunque no se use nos mantiene alerta. Las gradas del recreo están pegadas a él y en caso de derrumbarse entrañaría un gran peligro para los niños", avisa Ruz, que asegura que las propias gradas presentan un estado "que da miedo", y también los escalones y losetas de la zona, que se han desprendido. En la zona de aulas, más alejada, la situación es algo mejor, pero las grietas ya han comenzado a aparecer. "Las hay aunque, según los técnicos, no tienen una dimensión suficiente como para que haya riesgo porque puede ser que ese edificio esté mejor pilotado, lo que no quiere decir que no sea una situación muy complicada; muchos padres tienen miedo de llevar a sus hijos", afirma Ruz. Lo que, unido al crecimiento de las matriculaciones, ha redundado también en una falta de espacio. "Cuatro cursos estudian en cuatro aulas prefabricadas junto al soportal y la FP de Auxiliar de Enfermería se da en otro centro porque este no tiene ya espacio físico".

Por el momento, lo que se sabe de la situación del instituto, acorde a un informe presentado por los arquitectos de la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) tras una visita realizada el 25 de marzo, y presentado al Ampa este miércoles en una reunión con el Delegado, Miguel Briones, y el alcalde, Manuel Barón, es que las patologías "estructurales están motivadas por la tensión que genera el porche transversal que une las pasarelas de los edificios que componen el centro". La actuación que se va a acometer, por tanto, se centrará en la desconexión del citado porche transversal, que ocupa una superficie de 30 metros cuadrados. Con ello, señala la Delegación, se permitirá, por un lado, "habilitar sin riesgo los accesos a dichos espacios y por otra parte, se corregirá el asentamiento del edificio del gimnasio de manera natural, un asunto que los técnicos han observado y que ha sido causado por los efectos de las últimas lluvias sobre el suelo arcilloso en el que se encuentra la edificación.

Parte del gimnasio tras 12 años clausuarado.
Parte del gimnasio tras 12 años clausuarado. / M. G.

Asimismo, durante la reunión, Briones informó de que la previsión pasa por que las obras comiencen aprovechando el periodo vacacional de Semana Santa. “El objetivo es finalizar la demolición y la mejora de los espacios aledaños de accesos y zona de recreo durante este tiempo no lectivo, con la intención de que el edificio pueda estar practicable en el tercer trimestre”, afirmó. Para garantizar la mayor celeridad, la Delegación ha provisto al centro de una partida de gastos extraordinarios que ha permitido la contratación de la obra de manera inmediata, siempre bajo la supervisión y asesoramiento de los arquitectos de APAE. Igualmente, se trasladó a las familias el compromiso de realizar el seguimiento de las patologías, derivadas de la construcción del centro sobre un terreno de arcilla expansiva, causante de la necesidad de adaptación de las estructuras en función de las inclemencias meteorológicas.

No obstante, desde el Ampa aseguran a este periódico que seguirán mostrando sus reivindicaciones, movilizándose a las puertas del colegio cada martes, como ya hicieron esta semana, y realizando una concentración el próximo 23 de abril en la plaza de Castilla para hacer visibles sus demandas más allá del círculo escolar.

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