Mercadona llevará la pitaya cultivada en Humilladero a toda la Península Ibérica
Mochona Green utiliza el sistema hidropónico e innovación tecnológica para cultivar esta fruta
La producción de este año se estima que podría alcanzar los 40.000 kilos
Pitaya 'mochana' cultivada con un sistema de producción sostenible
Humilladero/La pitaya que se cultiva en los invernaderos de Mochana Green, situados en la localidad de Humilladero, llegará este año a toda la Península Ibérica. Así lo han confirmado desde esta empresa tras firmar un acuerdo con la cadena de tiendas de alimentación Mercadona que tiene presencia en España y Portugal y que ha sido rubricado por su CEO, Francisco Sanzo.
En concreto, se estima que sean alrededor de unos 40.000 kilos de esta apreciada fruta los que este año se produzcan en los invernaderos de la firma que aplica las últimas tecnologías del sector para sus cultivos y así reducir al mínimo el consumo de agua, un aspecto más importante aún en una zona en la que existe un importante déficit hídrico.
Los responsables de la empresa se mostraron muy satisfechos con este acuerdo que les permitirá comercializar una producción que este año ya estará al máximo rendimiento. De hecho, han comenzado las floraciones de gran intensidad y la pasada noche se produjo la primera de ellas con la aparición de 3.641 flores que darán origen a otras tantos frutos. Una floración que se produjo en solo uno de los patios, por lo que se espera que este año la producción de pitayas blancas y rosas sea mucho más importante.
En este sentido, explicaron que el pasado año el máximo nivel de intensidad se produjo en el mes de agosto, cuando se produce el pico de la campaña, con la aparición de 5.985 flores contabilizando todos los patios existentes.
Para el cultivo de su pitaya en estos invernaderos se utiliza en sistema hidropónico que permite recuperar gran parte del agua que pasa los las bandejas aportando los nutrientes necesarios en cada momento para la planta. Además de la reutilización también cuenta con un sistema para recoger el agua de lluvia que llega a su tejado y sensores que piden la cantidad exacta que debe aportarse en cada momento para tener un máximo rendimiento con el mínimo consumo.
Mientras llegan los primeros acuerdos de comercialización importantes, desde la empresa ya piensan en la posible ampliación de las instalaciones, ya sea para aumentar la producción de pitaya o para introducir otros cultivos.
Además, también se está trabajando con el departamento de Botánica de la Universidad de Málaga para tratar de dar un segundo uso a los restos resultantes de la poda.
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