Los vecinos de Pillapocas, pedanía de Archidona, podrán tener agua potable en sus viviendas

Antequera/Los vecinos de Pillapocas, pedanía de Archidona situada cerca de la pedanía antequerana de Cartaojal, podrán tener próximamente agua potable en sus viviendas. Un servicio que será posible tras la firma del convenio de colaboración entre el Ayuntamiento de Antequera y el Ayuntamiento de Archidona que permitirá contar con el caudal necesario para poder poner en funcionamiento la red de abastecimiento que se encuentra construida, pero que no pudo entrar en servicio.

Los alcaldes de ambas localidades, Manuel Barón y Manuel Almohalla, fueron los encargados de ratificar el convenio que haría posible que la empresa pública Aguas del Torcal suministre agua al depósito de distribución que tiene esta pedanía de unas 40 viviendas en su totalidad. "La Junta de Andalucía se encargó el año pasado de las obras de conexión entre el depósito de Cartaojal y el nuestro, mientras los vecinos asumieron hacer unos años la construcción de la red de distribución", dijo Almohalla. De hecho, las conducciones, al contar ya con varios años de antigüedad están siendo revisadas para que cumplan con todos los requisitos exigidos por sanidad.

"Esperemos que el servicio pueda ponerse en funcionamiento lo antes posible", dijo Almohalla, que mostró su satisfacción por la resolución de esta demanda vecinal que llevaba años bloqueada. "No entiendo qué pasó porque nosotros llevamos años preparados", dijo en este sentido el alcalde antequerano.

El convenio permitirá al Ayuntamiento de Archidona comprar el agua necesaria a la empresa antequerana que tiene su red propia que llega hasta la zona y posteriormente distribuirla a los vecinos. "Nosotros ahora también tenemos que cambiar nuestra normativa porque hasta ahora era un servicio que no existía", ha explicado Almohalla.

En cuanto al funcionamiento del convenio, Barón ha indicado que "Aguas del Torcal le vende el agua en alta al Ayuntamiento de Archidona y ellos posteriormente ya se encargan de girar los recibos a los usuarios en función de sus tarifas".

Hasta el momento los vecinos tenían que recurrir a agua embotellada para beber, mientras que utilizaba agua llevada con cisternas o de pozos no potables para llenar los depósitos propios con los que se abastecían para realizar las tareas del hogar o de higiene personal. Una situación que parece que tiene los días contados tras años de esperar una solución.