“La lluvia registrada en la costa no debe llevarnos a engaño: seguimos en una situación de escasez hídrica”
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Entrevista a Andrés Turullols, responsable de Operaciones en Aguas de Torremolinos
La situación de sequía en la Costa del Sol se ha convertido en un tema recurrente en los últimos años. La falta de lluvias y de infraestructuras que permitan añadir recursos alternativos hacen que el problema sea cada vez más crítico. Hablamos con Andrés Turullols, responsable de Operaciones en Aguas de Torremolinos, para que ofrezca su punto de vista y analice cómo se ha cerrado un año hidrológico seco, marcado por las restricciones, y cómo de esperanzador se presenta el que acaba de comenzar para un municipio tan representativo como Torremolinos.
Pregunta.–El año hidrológico se cerró el pasado 30 de septiembre, ¿qué balance hacéis desde Aguas de Torremolinos?
Respuesta.–El año hidrológico ha finalizado una vez más con un acúmulo de lluvia bajo, muy inferior a la media. De hecho, es ya el tercer año en el que se registran datos por debajo de la media en el pluviómetro de la Sierra de Mijas. En los últimos tres años se han registrado 352,5, 423,3 y 370,8 mm respectivamente, estando la media histórica en 596,4 mm. El balance no puede ser muy positivo, ya que esta situación nos provoca una reducción clara de los recursos disponibles.
P.–¿Las lluvias de las últimas semanas hacen que este nuevo año hidrológico sea más esperanzador?
R.–En el año hidrológico anterior, a la misma fecha, llevábamos acumulada una lluvia de 35,9 mm. Actualmente, con las lluvias acumuladas la semana del 28 de octubre, llevamos acumulados 159 mm. Y en el pantano de la Concepción, que marca la situación de emergencia en nuestro subsistema hidrológico, se acumulan 32 Hm3, frente a los 17 que se registraban el año anterior por estas fechas. Estamos por tanto un poco mejor, pero no podemos echar las campanas al vuelo. Hay que seguir trabajando en la ejecución de soluciones que nos permitan disponer de mayores recursos, ya que vivir mirando al cielo esperando a que llueva sería, cuando menos, arriesgado. En este contexto, entre otras medidas, en coordinación con el Ayuntamiento se está trabajando intensamente para avanzar en el uso de aguas regeneradas para determinados consumos, como pueden ser riegos y baldeos, lo cual repercutirá muy positivamente sobre la reserva de agua en el acuífero.
“Es esencial mantener la prudencia en el consumo de agua, dado que la escasez sigue siendo una realidad”
P.–¿Cómo se planifica un año hidrológico?
R.–En nuestro caso, la planificación global de los recursos es responsabilidad de otros actores, como son la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol Occidental y la Junta de Andalucía. Por nuestra parte, en base al histórico de datos de consumo hídrico en el municipio, estimamos la cantidad de agua que va a ser necesaria, poniendo el foco especialmente en el periodo estival, que es el de mayor consumo. A partir de ahí, trazamos un plan para garantizar que nuestra capacidad punta de producción sea capaz de cubrir dichas necesidades, recogiendo en él alternativas ante cualquier incidencia que pueda ocurrir en nuestras fuentes de suministro.
P.–Este año ha estado marcado principalmente por los bandos municipales, que han limitado el consumo a la población, ¿cómo han afectado?
R.–La escasez de agua es una situación indeseada que, desgraciadamente, cuando se produce, obliga a tomar medidas drásticas por parte de las administraciones públicas y de las empresas gestoras, que suelen ir enfocadas a la limitación de usos para reducir los consumos y reservar los recursos hídricos de mayor calidad para beber. Esto, lógicamente, tiene efectos adversos. La limitación o prohibición de riegos puede provocar el deterioro de nuestras zonas verdes, la limitación de baldeos puede empeorar el estado de limpieza de nuestras calles, el ver las fuentes ornamentales paradas tiene un efecto visual negativo… Pero debemos ser conscientes de que todas ellas son medidas imprescindibles para tratar de alargar la vida de nuestros escasos recursos, a la espera de que se normalice la situación hídrica. En el caso de Torremolinos, entre las medidas que hemos tenido que implementar meses atrás destaca la reducción de presiones en las redes de distribución de agua al mínimo imprescindible, especialmente en el tramo nocturno. De momento no ha sido necesario llegar a realizar cortes horarios de suministro, si bien es algo que no podemos descartar que llegue a producirse si la situación no se ve normalizada con un periodo extraordinario de lluvias.
P.–Torremolinos bebe de su acuífero, ¿en qué situación se encuentra actualmente?
R.–Efectivamente, la principal fuente de suministro hídrico del municipio lo constituye el acuífero de la Sierra de Mijas, que suministra un recurso de excelente calidad. Tal y como indiqué anteriormente, el prolongado periodo de sequía que venimos padeciendo ha hecho que los niveles de esta masa de agua desciendan progresivamente hasta alcanzar límites hasta ahora desconocidos, resultando por ello imprescindible garantizar la máxima coordinación entre todos los usuarios de la misma para garantizar la sostenibilidad presente y futura en la gestión de este recurso.
“Las precipitaciones no alteran la necesidad de una gestión eficaz de los recursos hídricos”
P.–Estáis realizando un nuevo sondeo, ¿permitirá solucionar los problemas de escasez del municipio?
R.–Lo que podemos asegurar es que esta medida permitirá disponer de un mayor caudal punta de producción para hacer frente a las necesidades hídricas del municipio. Tengamos en cuenta que Torremolinos bebe aproximadamente 9 Hm3 al año, que suponen una media de consumo inferior a 25.000 m3/día. Pero los consumos punta en verano superan, en condiciones normales, los 34.000 m3/día. Esto hace que, para prever posibles incidencias y garantizar el suministro, la capacidad necesaria de producción diaria debería de ser, al menos, de 40.000 m3/día. Y ahí radica la importancia de este nuevo sondeo. Con la reducción en el nivel del acuífero, la capacidad de extracción de nuestras captaciones se ha mermado considerablemente, y se hace necesario aumentarla para disponer de esta garantía de suministro a la población, especialmente en la época de mayor consumo, que como indiqué anteriormente, en nuestro caso coincide con el verano. Por esto, la garantía que nos da disponer de esta nueva infraestructura es crucial de cara a garantizar, al menos en el corto plazo, el suministro a la población de Torremolinos. Debe de quedar claro que este nuevo pozo no supone que la extracción de agua desde nuestra población vaya a ser mayor a la actual: únicamente garantiza el suministro.
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