Pesadillas recurrentes: ¿tu cama podría ser la causa?

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Pesadillas recurrentes: ¿tu cama podría ser la causa?
Pesadillas recurrentes: ¿tu cama podría ser la causa?

06 de septiembre 2024 - 23:59

Cuando llega la hora de ir a la cama, lo que todos buscan no es otra cosa que dormir. Sin embargo, no siempre es posible lograrlo, por las temibles pesadillas. Aunque hay muchos factores involucrados, tanto psicológicos como físicos, uno que casi nunca se tiene en cuenta es el binomio conformado por la cama y el colchón.

Y es que sí, es posible que tu colchón sea uno de los responsables inmediatos de que los sueños angustiosos aparezcan en tu vida. Claro está que hay muchos otros factores, pero cuando las pesadillas se hacen recurrentes y comienzan a afectar el bienestar emocional y la calidad del sueño a mediano plazo, hay que atender a todas las variables.

¿Qué son las pesadillas recurrentes?

Un enigma de las noches de sueño. Las pesadillas se suelen definir como experiencias oníricas intensas pero desagradables, que pueden despertar a las personas en un estado de miedo o angustia exacerbado.

Esto le puede suceder a cualquier persona, en cualquier momento.

Pero cuando estas pesadillas se repiten con frecuencia, ya comienzan a convertirse en un problema crónico, puesto que interfiere en el descanso nocturno y generará ansiedad en el día a día.

¿Qué desencadena estos sueños desagradables recurrentes?

No se puede hablar de una causa general, ya que cada tipo de pesadilla recurrente se diferencia de otra de acuerdo a la persona que la experimenta. Aun así, gracias a mucha evidencia científica se pueden establecer patrones comunes:

  • Estrés y ansiedad: situaciones estresantes en el trabajo, problemas familiares, preocupaciones económicas o eventos traumáticos pueden manifestarse en forma de sueños angustiosos recurrentes.
  • Trastornos mentales: la depresión, el trastorno de estrés postraumático y otros trastornos de ansiedad pueden aumentar la frecuencia y la intensidad de las pesadillas.
  • Medicamentos: algunos medicamentos, como los antidepresivos y los betabloqueantes, pueden provocar pesadillas como efecto secundario.
  • Sustancias: el consumo de alcohol, drogas o cafeína antes de dormir puede alterar el sueño y desencadenar visiones de angustia y pánico.
  • Otros trastornos del sueño: condiciones como la apnea del sueño o el síndrome de las piernas inquietas pueden contribuir a la aparición de incubos.

La cama: responsable inesperado en las pesadillas recurrentes

Las experiencias oníricas son, en gran parte, una manifestación mental de muchas de las vivencias y sensaciones del plano físico. Y cuando se descansa, la cama y el colchón son los elementos físicos que mayor incidencia van a tener en esas 6, 7 u 8 horas de potencial descanso. Muchas razones lo explican:

  • Incumplimiento del sueño: un colchón demasiado duro o demasiado blando, desgastado o con hundimientos puede interrumpir el sueño y provocar microdespertares frecuentes. Estos microdespertares interrumpen el ciclo del sueño REM, la fase en la que se producen los sueños más vívidos y emocionales, y pueden aumentar la probabilidad de tener pesadillas.
  • Dolor y molestias: un colchón inadecuado puede causar dolor de espalda, cuello o articulaciones, lo que genera incomodidad y dificulta conciliar el sueño. El dolor físico puede manifestarse en forma de pesadillas donde se experimenta una sensación de amenaza o peligro.
  • Alergias y asma: los ácaros del polvo, el moho y otros alérgenos que se acumulan en el colchón pueden desencadenar reacciones alérgicas que dificultan la respiración y provocan pesadillas.

¿Es el colchón o la cama el culpable?

Cada persona pudiera tener interpretaciones distintas, y lo mejor que se debe hacer es determinar una forma de evaluar si hay causas originadas por alguno de estos dos elementos propios del descanso nocturno:

  • Patrones: hay personas que descansan en otro lugar, incluso en un sillón de la sala de estar que se supone no debería ser tan cómodo como la cama, pero literalmente duermen mucho mejor y sin pesadillas. Si esto ocurre, además de si hay patrones como los días de estrés o de incomodidad, ya se puede comenzar a saber por qué se producen las pesadillas.
  • Cambiar el colchón: algunas tiendas ofrecen días de prueba. Puede venir bien para probar la firmeza, para ver si el colchón es uno de los problemas reales.
  • Higiene: aspirar el colchón regularmente y utilizar fundas protectoras puede ayudar a reducir la acumulación de alérgenos y demás suciedad.
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