Premios Goya 2023: nuestra quiniela sobre quiénes serán los ganadores
Premios Goya Sevilla
'As bestas' llega a Sevilla como favorita, pero el gran año del cine español depara también otros nombres con posibilidades
Lista de nominados y favoritos a los Goya 2023
Los premios, ya se sabe, son impredecibles. En todas las ceremonias se da ese momento de sorpresa en el que tras rasgar el sobre que anuncia el ganador se produce una exclamación de asombro. Estas son algunas de las victorias por las que apostamos este sábado en la entrega de los Premios Goya en Sevilla, pero lo advertimos: no hay nada seguro en esta vida, y menos, en el augurio de un palmarés.
Mejor película
As bestas, de Rodrigo Sorogoyen. Las crónicas hablan de la mejor temporada del cine español en años, pero dentro de esa cosecha memorable un título se ha llevado todos los premios al mejor largometraje de ficción.
El western gallegowestern -o thriller, o filme de terror, puede definirse de muchas maneras- de Sorogoyen ha triunfado en la categoría principal en los Forqué, en los Feroz y en las Medallas del Círculo de Escritores Cinematográficos, donde arrasó con nueve distinciones. Todo apunta que los Goya tendrán el mismo desenlace, mas cuando la cinta es la que mayor número de nominaciones ha conseguido: 17.
Mejor dirección
Carla Simón, por Alcarràs. Si somos realistas, Sorogoyen sería el favorito para conquistar su cuarto cabezón (los tres anteriores son por el corto Madre y la dirección y el guión de El reino), pero Alcarrás, el primer Oso de Oro para el cine español en décadas, ese hermoso réquiem por unos modos de vivir del campo que parecen amenazados, despierta simpatías, la sensibilidad de Simón es incontestable, y muchos votantes pensarán que en un año con tantas directoras brillantes (Alauda Ruiz de Azúa, Elena López Riera, Carlota Pereda y Pilar Palomero) sería una injusticia perpetuar la inercia de galardonar a un hombre en este apartado. Simón ganó el Feroz y el Gaudí, Sorogoyen el CEC. Habrá que ver qué ocurre.
Mejor actriz protagonista
Laia Costa, por Cinco lobitos. O el retrato exacto y emocionante de una generación que lidia con la precariedad y se reencuentra con sus raíces. El primer papel importante en España, más allá de aquella serie que hizo con Isabel Coixet, Foodie Love, de una intérprete que había triunfado antes en Alemania (Victoria, un larguísimo y desafiante plano secuencia). Marina Foïs (As bestas) dio la sorpresa en las medallas del CEC, pero mucho tienen que torcerse las cosas para que Costa no pose con su primer Goya.
Mejor actor protagonista
Denis Menochet, As bestas. El Premio Forqué y la medalla del CEC avalan al actor francés, entregado en su papel de extranjero aterrado con las barbaridades que perpetran sus vecinos. Aquí su condición de favorito tiene un rival fuerte: Nacho Sánchez, inmenso en un personaje ciertamente difícil, el de Mantícora, y premiado ya por los Feroz. Y no hay que olvidar que la Academia no suele premiar a intérpretes foráneos, y eso que hasta las mismísimas Nicole Kidman (Los otros), Naomi Watts (Lo imposible) o Juliette Binoche (Nadie quiere la noche) optaron al premio en alguna ocasión. Pero Menochet, que este último año estrenó también en los cines Peter Von Kant, es una fuerza de la naturaleza dispuesta a imponerse.
Mejor actriz de reparto
Susi Sánchez, por Cinco lobitos. ¿Alguien en la sala que no haya llorado con su personaje en la película? Otro año los premios habrían ido para Ángela Cervantes (fabulosa en La Maternal), pero el nombre de Sánchez, ganadora en 2019 del Goya por La enfermedad del domingo, se repite en todas las quinielas. Su madre de Cinco lobitos, fiera y frágil, es un trabajo que suscita asombro y emoción.
Mejor actor de reparto
Luis Zahera, As bestas. A Zahera le sienta bien colaborar con Sorogoyen: logró su primer Goya por dar vida a un político corrupto en El reino y ahora parte como favorito por su papel de ganadero que responde con violencia a la imposibilidad de vender unos terrenos. Lo extremo de su personaje podía haber desembocado en la caricatura, pero el intérprete gallego acaba dotando de complejidad a ese bárbaro. Lástima que el veterano Ramón Barea, entrañable en Cinco lobitos, no pise más fuerte la alfombra roja: sería nuestra elección, pero Zahera acapara todos los premios precedentes.
Mejor guion original
Cinco lobitos, de Alauda Ruiz de Azúa. Desde su presentación en el Festival de Málaga, donde recaló tras pasar por la Berlinale, este drama sobre la maternidad y las raíces ha tomado impulso. Ruiz de Azúa ganó el Feroz al mejor guion, pero no hay que infravalorar a Sorogoyen y sus bestas y esa tendencia de la Academia a concentrar las estatuillas en un solo título…
Mejor guion adaptado
Los renglones torcidos de Dios, de Oriol Paulo y Guillem Clúa. O cómo trasladar a los modos de narrar de hoy un clásico de la literatura española reciente. Paulo y Clúa, el dramaturgo que está tras Smiley, aceptaron el reto en una versión que sacó músculo en taquilla. Los renglones se las tendrán que ver, en todo caso, con la caligrafía más precisa de Un año, una noche de Isaki Lacuesta, Isa Campo y Fran Araújo, y con una de las revelaciones del año, Cerdita, de Carlota Pereda.
Mejor dirección novel
Alauda Ruiz de Azúa, Cinco lobitos. El apartado, en todo caso, confirma el potencial y el futuro que tiene por delante el cine español. Mikel Gurrea (Suro), Carlota Pereda (Cerdita) y Elena López Riera (El agua) compiten en la misma categoría junto a un viejo conocido que debuta en la dirección, Juan Diego Botto (En los márgenes).
Mejor película iberoamericana
Argentina, 1985. En el quinteto compiten joyas como la mexicana Noche de fuego, de Tatiana Huezo, o la chilena 1976, de Manuela Martelli. Pero el palmarés de los Goya parece tener reservado el hueco a Argentina, 1985, de Santiago Mitre, un fenómeno que ha calado en el corazón de los espectadores y que pelea también por el Oscar tras lograr el Globo de Oro. Una cinta política que no renuncia a la emoción y al humor y que traza a sus personajes desde el cariño.
Mejor película europea
La peor persona del mundo, de Joachim Trier. Compite con Fue la mano de Dios de Sorrentino y el Belfast de Kenneth Branagh, también con la excepcional Las ilusiones perdidas, del francés Xavier Giannolli, pero la comedia dramática de Trier fue una de las sensaciones del último año, en parte gracias al encanto de su protagonista, Renate Reinsve, y a un personaje de mujer perdida, paralizada ante los desafíos que le impone la vida, con el que nos reconocemos todos.
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