Abrazos entre la seguridad
Cordialidad entre las aficiones y un ambientazo en La Rosaleda, con una afición rival que avisó de lo que será el Westfalenstadion El dispositivo policial tuvo más de 300 efectivos
Un descarriado seguidor del Dortmund, botellín del Cruzcampo en mano, preguntaba a la altura del llano del rastro a un joven montado en una bicicleta que dónde estaba el estadio, se suponía que en alemán. La Rosaleda estaba delante suya, pero no atinaba a verla. Mucha cerveza en el cuerpo. No se sabe si llegaría a encontrarlo.
Mucha cerveza, pero mucha cordialidad también entre las aficiones. Fotos, abrazos, intercambio de bufandas, incluso camaradería en la iniciación de cánticos amistosos para la capital andaluza. El Sevilla hace un par de temporadas ganó al equipo renano en la Europa League. Nunca una afición ha tronado como la del Dortmund en La Rosaleda. Aquello del Muro Amarillo en la Sudtribune del Westfalenstadion debe ser entre místico y aterrador.
Pese a la camaradería, el dispositivo policial era considerable. La Comisaría Provincial de Policía de Málaga activó un amplio dispositivo, con más de 300 efectivos. 222 agentes de la Unidad de Intervención Policial (U.I.P.), 33 de la Unidad de Prevención y Respuesta (U.P.R) y 15 de la Unidad Especial de Caballería, desplazados a la capital para este operativo. Además, la Unidad de Helicópteros, la Unidad Especial de Guías Caninos y los vehículos patrulla "Z" de los distritos policiales de la capital. Vigilancia intensa.
En los aledaños de La Rosaleda se compartía cerveza y cubatas, no obstante. Y desperdigados por La Rosaleda muchos núcleos con el color amarillo chillón del equipo alemán, síntoma de que la reventa había funcionado a discreción. Los aficionados del Dortmund venían alertados por problemas en Madrid y Sevilla, en anteriores visitas a España. Colegas alemanes relataban que los aficionados destacaban la cordialidad de la policía malagueña y de los ciudadanos. Igual los cuerpos de seguridad vieron el cielo abierto tras la mala experiencia con los ultras del Anderlecht y, en menor medida, del Zenit.
En el palco, bastantes personalidades. Desde Antonio Banderas, sentado al lado de Van Nistelrooy a varios entrenadores de máximo nivel, como el sevillista Emery o espías de varios equipos europeos. Antiguos jugadordel Club Deportivo,como Chano o Antonio Álvarez. Y otros que jugaron no hace mucho en el Club de Fútbol, como Javi López o Manu Torres.
"Un sueño hecho realidad", "Batalla a batalla conquistaremos Europa" y "Europa es blanquiazul" rezaban los tres grandes tifos que se mostraban cuando empezó a sonar el incomparable himno de la Champions y mientras se agitaba el balón. Pancartas varias, desde borussers de Hannover hasta malaguistas de Campillos o San Pedro de Alcántara. Con un mosaico gigante para recibir al equipo con colores blanquiazules, con el himno cantado a capela, con recuerdo para Juanito, el día después del 21 aniversario de su muerto, en el minuto 7 por parte del Frente Bokerón. Durante el encuentro, un ambiente inenarrable. El de una gran noche.
Las calles de Málaga estaban desiertas durante el partido, como al terminar el mismo hasta que vino el retén desde La Rosaleda. Pero los bares para aquellos malaguistas que no pudieron acudir al partido, incluso para los alemanes que vinieron sin entrada, estuvieron operativos y bastante concurridos. Algo parecido a lo que será el próximo martes, cuando esto se decidirá definitivamente. Bendita experiencia.
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