Acción sin movimiento

Juan Ramón Muñiz apura sus vacaciones/mudanza en Gijón, Fernando Sanz es usuario intermitente del AVE Madrid-Málaga y Ricardo Rodríguez y Sandro viven casi como siameses en los dos despachos de La Rosaleda donde se cuecen los asuntos de fichajes. Es el panorama actual que se dibuja en el entorno de Martiricos. Los teléfonos echan humo, el correo electrónico de la dirección deportiva se colapsa a menudo y más de un directivo suele ir de un despacho a otro para enseñar un fax que acaba de llegar. Ayer fue un día así. Hubo mucha actividad, aunque no cristalizara en mucho movimiento. El Málaga camina hacia la próxima temporada a paso lento pero firme.

Y es que hay muchos frentes abiertos en el Málaga actualmente a espera de solución. El ejemplo más ilustrativo es el de Albert Luque. Ayer el catalán afrontó una doble sesión de entrenamientos con el Ajax y no pudo tener la ansiada reunión con los dirigentes holandeses para tratar su salida. Lo más parecido que obtuvo fue una conversación con el técnico ajaccied, Martin Jol, que le confirmó que su salida sería larga y complicada, ya que le hizo ver que tiene ganas de verle en acción antes de tomar una determinación acerca de su futuro.

Aunque aún restan bastantes incorporaciones al plantel, ahora mismo la prioridad del técnico blanquiazul y de los dirigentes se centra en la delantera, donde podrían llegar hasta tres futbolistas en función de lo que pase con Luque. Una de las opciones que había trascendido, Diego Costa, parece imposible. Al menos, esa sensación dio al oír ayer a Muñiz en la Ser, ya que dio a entender que su llegada es muy complicada por la operación que el Atlético de Madrid, su propietario, quiere mantener con el Valladolid para hacer el traspaso del meta Asenjo por dinero y la cesión del brasileño (otro de los sondeados, Valdo, no es una opción esencial para Muñiz, mientras que el Sevilla no dejará salir a Alfaro).

Se están rastreando el mercado suramericano, el portugués y el centroeuropeo en busca de arietes comunitarios. Y, a tenor de las gestiones, realizadas ayer, parece que aún habrá que esperar algún tiempo, por más que Fernando Sanz dijera que meditan hacer un esfuerzo por incorporar a uno de ellos.

El capítulo de salidas va más rodado. Con Jesús Gámez y Apoño en primera línea de escaparate por el público interés de Sevilla y Villarreal por ambos futbolistas, se espera una inyección importante o un beneficioso intercambio de cromos para que cuaje su adiós. La salida de José Juan Luque está en manos del Málaga, según dijo ayer en Cádiz: "Si hacen un esfuerzo como yo el pasado verano, en dos minutos se arregla con el Cádiz. Sería un orgullo jugar allí, pero para ello tendría que haber una rescisión". Fernando y Salva, descartados, albergan opciones si no llegan otros; Miguel Ángel continúa sin formalizar su cesión al Nástic.