Aitana Bonmatí, magia en media hora con Salma Paralluelo en la línea sucesoria

Había sido una semana convulsa, algo que tristemente no es nuevo, en la selección española. En el partido previo en Pontevedra ante Italia (2-3), el combinado nacional salió tras el descanso con 10 jugadoras después de que Aitana Bonmatí se sintiera indispuesta. “Nos lo comunicó tarde”, dijo Montse Tomé, la seleccionadora. Se abrió una tormenta. Tampoco se entrenó al día después.

La flamante Balón de Oro tras dirigir al Barça al título de Champions y a la selección a la corona mundial fue suplente. Con 2-3 en el marcador salió al césped y el partido cambió por completo. La bola empezó a circular más rápido y la avalancha española, que ya estaba en marcha se reactivó con el fútbol de la catalana, ovacionada cuando entró y la más solicitada junto a Jenni Hermoso en la previa del partido y en el post por parte de las seguidoras y seguidores de la selección que batieron el récord de asistencia a un duelo en España. Quedó claro por qué es a día de hoy la mejor jugadora del mundo aunque haya que arreglar cosas en el vestuario. Y también que en la línea sucesora tras Alexia Putellas y ella llega pegando muy fuerte Salma Paralluelo. La aragonesa es un portento físico que va refinándose técnicamente. Incontenible en campo abierto, va mejorando en espacios reducidos. Marcó un gol e intervino de manera decisiva en otros tres, iniciando la gran jugada del 2-3 y asistiendo directamente en el 4-3 y el 5-3. Fue designada también recientemente mejor jugadora joven del mundo. Después de alternar fútbol y atletismo con bastante éxito eligió la pelota. Ya fue campeona mundial sub 20, superó una lesión de rodilla y a sus 20 años recién cumplidos ya es una jugadora referente en el balompié mundial.