Alejandro Davidovich cierra 2020 en el puesto 52 de la ATP, su mejor ranking
Tenis
El malagueño completó tres meses finales excelentes que le han hecho subir 47 puestos
La temporada 2020 de Alejandro Davidovich tocó a su fin. Quedan dos torneos de ATP, esta semana el Sofía Open en Bulgaria (un 250) y después el Masters en Londres, pero el malagueño ya ha echado la persiana a otro año excelente en su progresión. Su gran actuación en París, con cinco partidos ganados (tres en la fase previa), le llevó a aparecer este lunes en la mejor posición en su carrera en el ranking ATP, la 52. Un techo que ha ido rompiendo en este gran final de temporada. Ya le pasó algo parecido en 2019, llegó bien de piernas y cabeza a competir los últimos meses. Síntoma del buen trabajo que realiza con él el staff liderado por Jorge Aguirre. Las largas jornadas de trabajo en el Hotel Don Carlos van dando sus frutos, cada vez más visibles.
El salto de Davidovich en 2020 tiene mucho mérito. Ya dejó de jugar torneos Challenger y sólo se ha centrado en el ATP Tour, con lo que la dificultad para sumar crece, lógicamente, aunque las victorias se premian más. Ha ganado partidos en los tres grand slams que se han celebrado este año (Australia, Open USA y Roland Garros), con esos octavos de final en Flushing Meadows como hito. Se ha colado en el cuadro final de los dos últimos Masters 1000, Roma y París, tras pasar la fase previa. Y ha ganado en todas las superficies salvo la hierba, donde la temporada quedó suprimida por la pandemia. Aparecía en el puesto 99 tras la pandemia y ha subido 47 lugares tras tres meses de tenis de alto nivel, en los que ha tuteado a Top 10, ha ganado a antiguos Top 5 como Marin Cilic y ha dejado el aroma de tenista de mucho nivel.
La subida de 11 puestos de Davidovich le hace ser ya el quinto jugador español en el ranking mundial tras Nadal (2), Roberto Bautista (13), Pablo Carreño (16) y Albert Ramos (46). Los cuatro primeros en el ranking olímpico (muy parecido, aunque con algún matiz distinto, al de la ATP) tienen billete para los Juegos de Tokio. El 8 de junio próximo se cerrará la clasificación. Y la primera parte de la temporada es en la que Davidovich tiene menos puntos que defender. No le fue bien este año la gira sudamericana de tierra tras el Open de Australia y puede subir también ahí más puestos. Estar casi en el Top 50 tiene el beneficio de que los cuadros finales en los ATP 500 están asegurados y en los Masters 1000, donde se reparten más puntos, también están casi seguros.
En 2020, Davidovich ha jugado 23 partidos en 10 cuadros finales (tres grand slams, dos Masters 1000, un ATP 500 y cuatro ATP 250) y con un balance de 13-10. Han sido 30 en total con las fases previas para 17-13, acumulando 591.000 dólares en premios. En los últimos torneos sólo ha caído ante jugadores en el Top 10 como Rublev, Zverev y Schwartzan, estos dos últimos por dos veces. La lección que aprendió ante el argentino, cuando perdió en Colonia cuando dominaba por 6-2 y 5-2 y había jugado una hora un tenis de ensueño la digirió bien y en París volvió a jugar a alto nivel, aunque otra vez el mismo jugador le apeara con un doble 6-1
Echando un vistazo a las estadísticas, el punto de mejora de Davidovich es el saque. Al resto está en cifras de los mejores jugadores del circuito. Por ejemplo, es 12º en efectividad al resto, es séptimo en restos ganados tras un primer saque, 13º en juegos ganados al resto y 16º en porcentaje de break points convertidos. Sacando es el 85º en efectividad completa, aunque es el noveno en porcentajes de primeros saques colocados (66.6%), pero el número de puntos ganados con el servicio es bajo. Sólo hace 1.9 aces por partidos, el 83º en el circuito, demasiados pocos puntos gratis en los partidos. Hace más dobles faltas (2.9) que aces. Sólo gana el 67.9% de los juegos en los que saca, también 85º del circuito. Aparece el 52º en la lista de jugadores que mejor se desenvuelven bajo presión, en una fórmula en la que se mezclan los tie breaks, los puntos de breaks convertidos y salvados y la victoria en los sets definitivos.
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