Algún motivo para celebrar
Racha La segunda victoria con Pellegrini saca al equipo del descenso y no empaña el festejo por el partido mil
Manuel Pellegrini se encontró nada más llegar a Málaga con un club milenario en Primera División que ocupaba el farolillo rojo. La afición estaba cabizbaja y no había motivos para celebraciones. Hasta se desvanecía un tanto la ilusión generada por el primer proyecto de Abdullah Al-Thani desde la presidencia del club. Sin embargo, el chileno se ha traído las victorias bajo el brazo. La primera, el jueves en la Copa. Y la de ayer, que rompe con una sequía de más de siete meses sin ganar en Liga en La Rosaleda y saca al equipo del descenso.
Ante el Levante era un día señalado, porque en el descanso estaba previsto festejar el partido mil en la élite del club. Los representantes de esta travesía fueron Bernardo, Ben Barek, Pérez Frías, Bravo, Valcarce y Antonio Benítez. Fue una ceremonia fría y un tanto automática que, con la victoria, sí que tuvo el colofón merecido.
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