Antequera CF - Linares: Una moda perenne (2-0)

Es difícil encontrar debilidades a este Antequera. Manteniendo el rodillo, con un halago que no debilita, sino que se mantiene una evolución palpable jornada a jornada. Se impuso el conjunto de Javi Medina al Linares en El Maulí (2-0), campo que acostumbra a fútbol de nivel y que se ha convertido en una trampa para los visitantes, solo a base de fútbol y equipos que terminan mordiendo el polvo. Te va engullendo poco a poco el Antequera, experto en dar ritmo, pero por encima un equipo con varios planes; sorprendentemente trabajado a estas alturas de temporada y con una fiabilidad asombrosa, que directamente le lleva a ser una alternativa real en el Grupo 2 de Primera RFEF. Nada de mirarle de forma condescendiente, el Antequera es actualmente uno de los mejores del fútbol de bronce, y con mayúsculas. Una vistosidad reconocible, a veces osado, pero útil para ganar partidos, ya el séptimo de la temporada. Cuarta posición, con 24 puntos, a solo uno del Málaga, ya llamando a la puerta con fuerza.

En un partido extraño, donde se costó entrar en calor, pero que el Antequera fue masticando hasta empequeñecer a un Linares que llegaba al Maulí con tristeza. Kameni de nuevo titular, segunda vez desde su firma, y haciendo méritos para ganar ese pulso con Eric Puerto. Fomeyem hizo el primero antes de la media hora, en una de esas jugadas prototipo que denotan el estado de gracia en esto del fútbol: un córner con varios rechaces que terminó en las botas del central, solo en el área chica para empujar. Era la primera llegada, desatascar un partido que fue duro hasta ese momento. Lo fue haciendo largo el Antequera, multiplicándose hasta el descanso. Tampoco el Linares generó inquietud, pero no se tenía agarrado, como lo suele hacer este Antequera, más en El Maulí.

Se subieron varias marchas en la segunda mitad. Cascada de ocasiones, con Ernestas, meta del Linares, mostrando su catálogo bajo los palos. Hizo el portero paradas variadas, frustrando a Luismi, Ale Marín o Cesar Sousa. El partido se pudo cerrar a la hora, pero el Antequera dio emoción a un final donde se terminó replegado. Miedo escénico que se supo dirimir, hasta que Destiny, en una contra, ya consumido el noventa, puso el definitivo en un toque a contrapié de Ernestas. Otra más al saco, de nuevo un plan que salió a la perfección, y el Antequera hace perdurar esa etiqueta de equipo de moda en Primera RFEF. Ganándose el respeto, también la admiración por un fútbol de gran mérito. Qué momento se vive en El Maulí.