Azahara Muñoz relata su calvario

La golfista malagueña explica cómo le diagnosticaron la enfermedad de Hashimoto, un problema crónico de tiroides, tras varios años en los que estaba exhausta y después de que el cabello empezara a caérsele

Azahara Muñoz, antes y después.
Azahara Muñoz, antes y después. / @azaharagolf
J. M. O.

08 de mayo 2018 - 18:55

La golfista malagueña Azahara Muñoz ha decidido explicar públicamente los problemas de salud que en los últimos años le han mermado. Tras conseguir semanas atrás un gran segundo puesto en un torneo en Hawaii ya dejaba caer que había mejorado porque había recuperado salud.

Tras estabilizarse en el Top 20 mundial durante dos temporadas después de acabar su exitosa etapa universitaria, Azahara empezó a obtener peores resultados. También tuvo una operación de muñeca en la que se le extirpó un pequeño tumor. Ahora, la golfista de San Pedro de Alcántara ha decidido explicar qué le ha ocurrido. Tiene la enfermedad de Hashimoto, un problema crónico de tiroides.

Este es el texto que ha compartido la malagueña por las redes sociales

"No sé muy bien cómo empezar. Nunca quise hablar de ello y sólo mis amigos más cercanos y familia lo sabían. Pero salió en mi entrevista para el LPGA en Hawaii y estoy contenta de haberlo hecho. Me quité un peso de mis hombros.

No quise decir nada porque 1) odio poner excusas por jugar mal y 2) quizá era un poco embarazoso. Todo el mundo siempre piensa en mí como alguien sano y fuerte y de repente no lo era.

Mirando atrás me doy cuenta de que he pasado esto durante mucho tiempo. Pero empezando hace 3-4 años ha ido bastante a peor. ¡Lo pasaba mal para pasar el día! Estaba exhausta todo el día, tenía frío, ansiedad... Nunca pensé en pedir ayuda. Nunca pasó por mi cabeza, creí que era mi culpa. Y siendo la persona más obstinada, también dura trabajadora, seguí exigiéndome mucho. Adivino que mi cuerpo finalmente se hartó de mí y este imagen es lo que ocurrió. Empecé a perder tantísimo pelo... Tenía calvas por todas partes. Fue un momento super embarazoso y lo escondía lo mejor que podía. Pero ahora estoy agradecida por ello porque es la razón por la que decidí ir al doctor. Hasta entonces no era obvio (otra gente sí podía verlo) que algo malo me pasaba aunque sabía durante todo este tiempo que no estaba bien. Así que en septiembre de 2016 me diagnosticaron la enfermedad de Hashimoto. Fue un pequeño shock pero para ser honesta casi me sentí aliviada porque podría hacer algo. ¿Por qué estaba todo el tiempo cansada? ¿Por qué tenía tanto frío? ¿Por qué no quería ir a cenar con los amigos? ¿O hacer cosas divertidas? ¿Qué me pasaba? Simplemente estaba exhausta todo el tiempo. Especialmente tras acabar largos entrenamientos y en el gimnasio. Me hundía completamente.

La razón por la que yo quería escribir algo es porque no sentirte bien no es normal, lo normal es sentirte bien. Así que si estás pasando algo así, porque a tanta gente le ocurre cosas diferentes, busca ayuda. Y busca ayuda antes que después. Te conoces mejor que nadie. Escucha a tu cuerpo. Y, por favor, no esperes a que sea muy tarde y tardes más en recuperarte.

Tengo lo que tengo y sólo estoy aprendiendo a lidiar con ello lo mejor que puedo. Hago cosas. Obviamente tomo medicación, pero también cambié mi dieta y forma de mi vida, tenía que hacerlo. Pero quiero ser honesta y no quiero que penséis que estoy al 100% todo el tiempo. Me siento mucho mejor, he recuperado mucha energía. mi pelo está creciendo, me siento tranquila pero aún tengo mis días.

Algunas veces me siento tan cansada que no sé si voy a pasar el día. Cuando estoy en los torneos es más fácil a causa de la adrenalina, cuando estoy en casa es un poco peor. Algunas veces ir a entrenar es una batalla. Pero ahora sé ser más "lista" y escuchar a mi cuerpo. No quiero hacerlo todo el tiempo, pero sí lo hago la mayoría. Todavía peleo con esto porque soy una dura trabajadora pero ahora sé que no puedo. Todavía lo hago y pago después por ello, todavía aprendo. Ojalá no hubiera pasado por esto, pero estoy agradecida.

Creo que fue una manera de mi cuerpo de decirme que me calmara. Estaba haciendo más de lo que mi cuerpo podía asumir. Era muy dura conmigo mismo, me castigaba a mí misma, no disfrutaba de las pequeñas cosas, siempre corriendo para querer más. Intento hacer las cosas más tranquilas, tomarme respiros si los necesito, disfrutar mi café por la mañana, mi tiempo de lectura, mis tarde libres si estoy cansada. Honestamente puedo decir que soy más feliz de lo que nunca lo he sido. Estoy agradecida por eso, la vida ha sido tan buena conmigo... Es sólo una pequeña cosa en el camino. ¿No tenemos todos algún problema? Sólo necesitamos hacer lo mejor de lo que podemos. Estoy expectante por lo que viene. He recibido tantos mensaje de gente que ha pasado por lo mismo y de gente que me manda su amor y apoyo que os lo agradezco enormemente".

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