"Basta ya", dice el vestuario malaguista

Cherysev admite que pisó a Kameni en el empate y el meta dice que el árbitro le reconoció que lo vio

Torres y Recio protestan a González González.
Torres y Recio protestan a González González.
F. N. Málaga

03 de marzo 2016 - 05:02

"Le he pisado sin querer", admitía Denis Cherysev nada más acabar el partido cuando se le cuestionaba por la jugada del empate, en la que obstaculizó el despeje de Kameni para que éste se la metiera en su portería. Es el culmen de una secuencia de jugadas decisivas juzgadas en contra del Málaga. En contra de la realidad, realmente. El hartazgo llega al vestuario. "Basta ya", decía con vehemencia un Recio muy enfadado en la zona mixta. El propio Kameni decía que González González le reconoció que vio el pisotón. "Me dice que sí que me pisa, pero que me da tiempo a dar tres pasos más. El árbitro dice que sí me pisa. ¿Por qué no pita falta? No lo entiendo", lamentaba el camerunés.

"Estamos jodidos, era un partido que estaba de cara", analizaba Recio, quien apuntaba a que los árbitros no sólo se equivocan en jugadas decisivas, sino que menosprecian: "Con el resultado a favor estábamos cómodos. Hay un pisotón a Charly [Kameni] en el gol y eso marca el partido. Después ha habido mucha disputa, se ha enfollonado el encuentro. El árbitro nos ha desquiciado a nosotros y a nuestro banquillo. Nos perjudican no sólo con los goles. Nos hablan malamente, siempre nos advierten a nosotros, a ellos nada aunque protesten o levanten la mano. Si se equivocan hay que decirlo y punto. Son tres semanas seguidas, ha habido un pisotón a Kameni y en el área pequeña no se le puede tocar al portero. Lo reconoce hasta Cherysev. En San Sebastián y con el Madrid...".

"Más allá de los goles es cómo nos tratan", insistía el canterano malaguista: "Hay una mano y nos saca tarjeta y a ellos no se la pitan, ha habido dos seguidas antes de su segundo gol. Los linieres con los que atacamos tienen un muelle con nosotros, nos acercamos y fuera de juego. y a ellos no. De ganar teníamos el objetivo casi alcanzado. Da mucho coraje. Me gustaría pensar que es casualidad, pero cuesta y uno reflexiona. Los goles que son ilegales estoy seguro de que los pitarían si lo ven. Son esos detalles, la manera de hablarnos, el trato no es igual. El equipo se ha desquiciado, el banquillo ha saltado porque el árbitro no ve una agresión. Ya basta de que se equivoquen con nosotros".

Por su parte, Kameni dio la versión propia del tanto del empate. "En el momento es difícil quizá de ver. Yo lo noto, me lo he metido dentro, pero hay un pisotón previo. Cherysev me ha pedido perdón y le honra. Son cosas del fútbol. Pero ese gol permite al Valencia volver al partido. Al descanso 1-0 no es lo mismo que 1-1", decía el africano, que explicaba que "me pisa y salto y sigo la jugada, intento echar el balón fuera porque estoy desequilibrado y me cambia la postura corporal. Pero para el árbitro es legal. Cuando un portero hace un error tiene que aceptarlo, pero cuando viene de esta manera duele más. Este gol le daba vida al rival. Los árbitros no se puede hablar con ellos, sacan las tarjetas cuando les da la gana. Duele verlo".

Mientras, en un gesto que le honra, Cherysev admitía su positón: "Yo no soy el que arbitra. Es un lance polémico. Es verdad que lo piso. Yo voy mirando el balón arriba. El pisotón es involuntario y eso hace que Kameni se desequilibre y por eso se produce el gol. Nos vamos contentos por la victoria, era muy importante".

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