Buonanotte se confirma como el jugador 12
Revulsivo en los últimos tres encuentros, se aproxima más que nunca a la titularidad
Diego Buonanotte está de dulce. Justo cuando sus agentes le estaban convenciendo para salir del club en el mercado de invierno, se ha instalado en su mejor momento desde que llegó al Málaga. Pura paradoja. Pero Manuel Pellegrini lo tiene claro, no lo quiere dejar salir. Hay tres competiciones en juego y él tiene mucho que decir en ellas. Sus últimas actuaciones han confirmado el cambio de opinión del chileno con él. Lo ha convertido en el primer revulsivo oficial, en su jugador número 12.
Sus guarismos lo avalan. Lleva ocho partidos en esta Liga y solo en uno de ellos actuó como titular (frente al Mallorca, en la segunda jornada). Además, acabó sustituido. Mucho mejor le ha ido arrancando desde el banquillo en los otros siete encuentros. Se le recuerdan participaciones decisivas en tres ellos: los casos más recientes, el gol de la honra ante el Barcelona y el dinamismo que expuso en Riazor, a pesar de que no valió para que cristalizara en puntos. Hay que remontarse a la primera jornada, en una acción individual decisiva para asistir a Fabrice, con la que el Málaga arrancó los tres puntos de su visita a Vigo.
Repasar sus últimos encuentros también en Copa del Rey y Champions remarcan su aportación. Gol en San Petersburgo, asistencia a Duda para igualar contra el Anderlecht, el revolcón que le dio a la eliminatoria contra el Eibar.
Al fin ha logrado poner el debate sobre su titularidad sobre la mesa de Manuel Pellegrini. Quién sabe si la sustitución del argentino por Eliseu ante el Barcelona fue una declaración de intenciones de cara a los próximos partidos de Liga. El choque ante el Celta de este sábado podría haber valido para comprobarlo de no ser por que media la ida de los cuartos de final coperos contra el Barcelona. El técnico blanquiazul hará varias rotaciones y se masca su titularidad, lo cual le retira bastantes opciones para serlo contra los gallegos tres días después.
Buonanotte suma esta temporada 736 minutos, repartidos en siete partidos como titular y ocho como suplente. Con cuatro goles de puño y letra. Y con el mérito de ser el único malaguista que ha marcado en las tres competiciones. Y pese a que considera que debería tener más protagonismo, está a solo dos choques de igualar los diez en los que participó en la pasada Liga, mientras que en Copa ya multiplica por cuatro la cuota que tuvo en la anterior edición. El ego del futbolista nunca le hará estar contento con lo que tiene pero, ahora más que nunca, Pellegrini y el entorno confían en que ha llegado su momento para que aporte de manera relevante.
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