Buonanotte pide sitio a base de goles

El aficionado contemplaba atónito como el Málaga plantaba cara a ese equipo estelar en el primer tiempo, y de igual forma como todo se desmoronaba en el segundo tiempo. Lo único positivo con lo que la grada se marchó a casa del segundo tiempo fue sin ninguna duda Buonanotte. El argentino volvió a aportar el picante y el descaro que en ciertos encuentros está extrañando el equipo de Pellegrini. Un partido más, Buonanotte llamando a la puerta de la titularidad buscando reemplazar su cartel de revulsivo por un puesto en el once inicial.

Desde hace un mes, el argentino está ofreciendo su mejor imagen desde que es jugador del Málaga. Frente al Granada no encontró el camino del gol pero sí conectó con Santa Cruz, dándole una gran asistencia. Buonanotte seguía apareciendo en los segundos tiempos pero no era suficiente para mostrar su calidad. Ante el Deportivo no pudo marcar pero volvió a ofrecer algo diferente a lo que había sobre el campo.

Los rumores sobre una posible marcha se intensificaron hasta que por fin encontró las redes, y en el momento más oportuno. Ante el Eibar encabezó una gran remontada con un pase de gol y un doblete. El primero llegó tras un pared con Saviola y el segundo con un disparo fuerte y ajustado desde la frontal del área. El enano llamaba a la puerta a base de goles.

Ayer volvió a hacerlo. Siguiendo las reglas del juego canchero, al que le hacen la falta, la tira. Así, Buonanotte provocó el libre directo que transformó por encima de la barrera en el 1-3. Un golazo que no servía para consolarle demasiado: "En lo personal estoy contento por el gol, pero no sirve de nada; el Barcelona fue superior". Lo que realmente pondría una sonrisa en el rostro del mediapunta argentino sería un puesto en el once titular. Minutos para demostrar la pasta de la que esta hecho. Pero él bien sabe que nadie regala nada, y menos en este Málaga, en el que todo funciona como un perfecto mecanismo. Por ello, lo mejor para reivindicarse son los goles. Una noche más, a la salida del estadio malaguista, Buonanotte volvía a estar en boca de todos.