Caballero se consagra en un gran templo
Dos manos milagrosas en la primera mitad sostuvieron al equipo antes de que otra genialidad de Isco asistiera a Eliseu · Volvió Toulalan y Sergio Sánchez fue lateral zurdo
El partido tuvo relevo de héroes. El primero, seguramente el gran causante del resultado final, Willy Caballero. Sabella aparte, aún había voces que consideraban que le faltaba un punto más para ser portero de Champions. Quizá le falte sobreactuar, la estética de la palomita. Pero sus paradas son soberbias. Lo fueron las dos que salvaron el pellejo ante Bojan y Emanuelson antes de que Eliseu abriera el marcador. No pudo hacer nada en el empate y en el cuarto de hora final frustró a Boateng en el último intento del conjunto local, cuando más apretaba.
Con su sobresaliente puede rivalizar el de Camacho, otra vez soberbio en el fútbol de contención. Aunque Iturra le acompañó a nivel notable, se comió al Milan cuando intentó entrar por su zona. Acabó teniendo como compañero a Toulalan, que al final reaparición. Con solo un cuarto de hora demostró que vuelve fino para ser el que era. Sergio Sánchez también se puede ir contento pese a jugar como lateral zurdo. Solo con liberar a Eliseu para que corriera a sus anchas, su aportación ahí queda.
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