Capital sueco y gestión ejemplar para el ascenso del Vélez a Segunda RFEF
Fútbol
El centenario club veleño vio cómo el desembarco de Jesper Norberg y Magnus Pehrsson cambió la historia de la entidad y ha subido a la nueva categoría con holgura tras una temporada intachable
El Vélez, un club casi centenario (en 1922 está fijado su nacimiento), vivió el domingo uno de los días más felices de su existencia. Fue bien masticado durante una temporada ejemplar, desde el momento del desembarco en la presidencia a finales de julio de Jesper Norberg y Magnus Pehrsson, que han modernizado estructuras del club a niveles insospechados. Alegría en la Axarquía para ascender a la nueva Segunda RFEF, que dará continuidad en cierta forma a la Segunda B clásica una vez se cree la Primera RFEF, que aglutinará a 40 equipos por arriba, creando un escalón intermedio para acceder al fútbol profesional. Ahí, en la antesala, estará el Vélez. A esa Segunda B, que será historia el año próximo, ascendió en 1995 el Vélez. Allí estuvo dos temporadas, en la época dorada del club, con Fernando Rosas como entrenador.
Fernando Ruiz Hierro, seguramente el mejor futbolista malagueño de la historia, es uno de los exponentes de la tradición futbolistíca de Vélez-Málaga, con sus hermanos Antonio y Manolo, Esteban Vigo, los hermanos Guerra, Tello o Azuaga como otras piezas destacadas. Desde la grada del Vivar Tellez veía el también ex seleccionador español cómo se batía al Torredonjimeno (2-1) y se conseguía, una vez se daban los demás resultados necesitados, el ascenso deseado cuando aún quedan dos jornadas para el final de la competición. "Felicidades a la familia veleña y agradecer a los que hicieron esto posible: afición, directiva, jugadores, cuerpo técnico, colaboradores... ¡Un abrazo para todos!", decía tras el partido Hierro.
No se puede decir que sea fruto de la casualidad el ascenso. Hay un momento clave, el desembarco en la entidad de Jesper Norberg y Magnus Pehrsson, ahora presidente y vicepresidente de la entidad. Con capital sueco detrás y experiencia en la gestión de clubes en su país natal, con ambición de hacer algo duradero pero sin llegar como Atila arrasando con todo, han cambiado la gestión del club para profesionalizarlo a niveles poco vistos en Tercera. A finales de julio se produjo su presentación y han convertido en hechos lo que propusieron entonces. "La intención es crear una familia y estar aquí mucho, mucho tiempo. A largo plazo. Sirva de pruebas que hemos traído a nuestras familias aquí para vivir. No nos gusta utilizar el término proyecto porque un proyecto tiene fin. Es un proyecto de por vida. Hemos sido jugadores y entrenadores profesionales, sabemos cómo es este deporte", decían los dirigentes en su puesta de largo.
En un hecho inusual para la categoría, todos los jugadores del Vélez están cotizando con contratos en la seguridad social, asegurados, y con viviendas en la capital axárquica y profesionalizados. En esta fase de ascenso, por ejemplo, el equipo ha viajado el día previo y ha dormido en hoteles antes de los partidos. La plantilla se formó a la carrera pero con un núcleo de jugadores de experiencia contrastada en la categoría procedentes de otros clubes. Hay jugadores de Argentina (Bocchino y Leo Márquez), Brasil (Branco), Marruecos (Essel y Moha), Inglaterra (Noah Luke Toribio), Uruguay (Miranda), Francia (Diocounda) u Holanda (Miedema), aunque varios de ellos ya testados en España antes. Y una mezcla de jugadores locales como Joselinho, máximo goleador del equipo, o los ex canteranos del Málaga Ocaña, Toni Conejo, Falu Aranda e Ismael Gallar con otros con gran experiencia en Tercera y Segunda B, como Armero, Javi García, Pablo, Cervera y el meta Miguel. En la formación del plantel fue clave Mario Husillos, hijo del homónimo ex director deportivo del Málaga, que estuvo con su padre en las experiencias en el Olympiacos y el West Ham y que ostenta el cargo de director de scouting. No se recurrió a un desembarco masivo de jugadores con intereses concretos. Como entrenador se eligió a Juan Carlos Gómez, que fuera jugador en Primera y Segunda de Atlético de Madrid, Sevilla, Valladolid, Marbella y Getafe y que como entrenador había estado en Mairena, Écija y Xerez.
Durante la temporada, tras un comienzo titubeante lógico en un equipo de nueva construcción, el Vélez cogió velocidad de crucero y se doblegó al Antequera en el pulso por el primer puesto. Con la renta adquirida en la primera fase y concretando en la segunda cuando debía se consiguió un ascenso que hace que, ahora mismo, sólo el Málaga esté por encima en el escalafón en la provincia, a expensas de si el Marbella obtiene la salvación para compartir categoría con los veleños en la Segunda RFEF. Antequera, El Palo, Atlético Malagueño y Torremolinos también siguen en la carrera para subir. Pero el casi centenario Vélez ha tomado la delantera.
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