Copa Davis: Málaga subasta gloria
El tenis es un deporte universal. Los 12 mejores jugadores del mundo pertenecen a 11 países de tres continentes distintos. El circuito tiene actividad durante 11 meses en los cinco continentes. El colofón, como el año pasado, es en Málaga, que acoge por segundo año consecutivo las Finales de la Copa Davis. Semanas previas, Sevilla acogió también las finales de la Billie Jean King Cup, equivalente femenino, dentro de esa apuesta de la Junta de Andalucía por atraer grandes eventos deportivos a la comunidad.
Desde este martes hasta el próximo domingo 26 de noviembre, una subasta de gloria instantánea en seis días con un atracón de tenis, siete eliminatorias al mejor de tres partidos con el mismo formato: dos individuales y el doble de postre en caso de hacer falta desempate. 40 jugadores de ocho países distintos y tres continentes compiten por convertir a su nación en la reina del mundo. Hay un pero evidente en clave local, no está España. No hay plaza garantizada para el anfitrión, que fracasó en la fase previa en Valencia ante República Checa, Serbia (ambos presentes) y Corea del Sur. Las bajas de Alcaraz y Nadal dejaron al equipo sin sus líderes y el malagueño Alejandro Davidovich se echó a las espaldas, sin suerte, la tarea de guiar hacia Málaga al equipo en el que se estrenaba al mando David Ferrer. Un palo para organización y aficionados, la dimensión mediática en el lugar de origen es indudablemente menor. Pero no deja de haber una riada de atractivos para acercarse y seguir lo que ocurra en el Martín Carpena en estos días de noviembre.
El menú está fijado. Este martes se estrena con el Canadá-Finlandia (16:00 horas), sigue el miércoles el Australia-República Checa (16:00), ración doble el jueves (Italia-Países Bajos a las 10:00 y Serbia-Gran Bretaña no antes de las 16:00). Los dos primeros ganadores jugarán el viernes a las 16:00 en la primera semifinal y los dos vencedores del jueves el sábado en la segunda (12:00 horas). La final, para el domingo (16:00), con la Ensaladera en juego.
El correctivo de que no esté España en el torneo se compensa con la presencia del astro y dominador del tenis mundial, Novak Djokovic. A sus 36 años, el genio de Belgrado ha firmado una temporada de ensueño. Sólo Carlos Alcaraz con el título en el quinto set en Wimbledon le impidió completar el grand slam en una temporada, algo no visto en la era moderna. Viene de ganar en Turín el torneo de Maestros. Ha jugado 61 partidos oficiales esta temporada y sólo ha perdido seis, conquistando siete torneos. Los Masters 1000 de París y Cincinatti, el torneo de Adelaida, el Abierto de Australia y el de Estados Unidos, Roland Garros y ahora el torneo de Maestros. El compromiso con su país es innegable. En 2021 probablemente perdió la oportunidad de ganar el grand slam anual por cruzarse el mundo en plena época covid y jugar los Juegos Olímpicos, donde no rascó medalla, antes del US Open. Días después de ganar en Nueva York el US Open estuvo en Valencia y derrotó a Davidovich. Carlos Alcaraz (20 años) decidió, en cambio, descansar y no estuvo allí en La Fonteta.
La Copa Davis tiene un espíritu especial, se juega en equipo pocas veces y una es en esta competición centenaria. Allá por 1900 ya se jugaba en un duelo entre Estados Unidos y Gran Bretaña. Dwight Filley Davis, tenista y político estadounidense, fue el creador de un torneo que muchas décadas después es distinto. El cambio radical en el formato de competición que se produjo en 2019, después del acuerdo de la ITF con el grupo Kosmos de Piqué, roto cuatro años después, buscaba la presencia de estrellas, que solían renunciar con la antigua Davis. Rondas a cinco partidos a cinco sets en un país. El encanto de ser local o visitante, ambientes espectaculares. Aquí se buscaba concentrar jugadores en una misma sede durante unos días y hace un evento diferente, que tuvo sus dos primeras ediciones en Madrid (victorias de España y Rusia, ahora sancionada por la guerra) y otras dos en Málaga, la primera con Canadá de campeón.
En el Martín Carpena estarán dos de los cuatro mejores tenistas del mundo. Djokovic y Sinner acaban de jugar la final del Masters clásico en Turín. Son los números uno y cuatro y liderarán a Serbia e Italia para intentar conseguir la Ensaladera. Junto a ellos, el australiano de raíces españolas Alex de Miñaur, que el año pasado se metió a la afición del Carpena en el bolsillo guiando a su país natal (nació en Sidney aunque se formó en España en sus primeras etapas) a la final. Es el número 12 del mundo. El 18 en el ranking es el británico Cameron Norrie, que se queda como cabeza de su equipo después de la baja de última hora de Andy Murray, un ex número uno del mundo y tres veces ganador de grand slam que alguna vez se sentó en la mesa de Federer, Nadal y Djokovic pero que se cae por un problema de hombro. Hay más. Tallon Griekspoor (23 del mundo) lidera a Países Bajos; Lorenzo Musetti (27) es el escudero de Sinner en el poderoso equipo italiano; Felix Auger-Aliassime (29) fue el héroe de Canadá el año pasado para conquistar el título sobre las mismas tablas; Jiri Lehecka (31) guía a la República Checa. El líder con el puesto más bajo es Emil Ruusuvuori (69) con Finlandia. El equipo nórdico sorprendió a propios extraños. Eliminó a Argentina en la primera ronda y en la previa a Málaga tumbó a Croacia y Estados Unidos. Tendrán un plus con la amplia colonia del país que vive en Fuengirola.
Son los principales focos del cartel, pero siempre la Davis es un terreno abonado a héroes anónimos, a algún doblista ignoto para el gran público que decide el torneo. Málaga y Andalucía volverán a coronar a los campeones del mundo de tenis.
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