Dragic, el tercer base
Plaza tiene planeado emplear al esloveno como director de juego a lo largo de la temporada, en un paso más en su crecimiento integral como jugador El escolta pasó ayer las pruebas médicas
Tras Jayson Granger y Stefan Markovic se cocina a fuego lento la madurez de Morayo Soluade, a caballo entre el Clínicas Rincón y el Unicaja. Y en Fuenlabrada se horneará con minutos ACB Alberto Díaz. Pero en la cabeza de Joan Plaza está moldear un tercer director de juego durante el transcurso de la temporada. Y su nombre quizá cause sorpresa: Zoran Dragic.
El jugador esloveno pasó ayer por la mañana las pertinentes pruebas médicas que atraviesa todo jugador que se incorpora al trabajo. Y ya por la tarde se ejercitó con sus compañeros por primera vez en esta pretemporada tras su estelar participación en la Copa del Mundo, que ha avivado el latente seguimiento que las franquicias de la NBA le han realizado las últimas temporadas. De momento, todo está en el aire, no hay propuesta formal de ninguna franquicia para su incorporación. Y desde el club se transmite tranquilidad. "Zoran ha dicho expresamente que es jugador del Unicaja, que viene con toda la ilusión del mundo para jugar con nosotros, no sólo en privado, sino en público", decía ayer el presidente cajista, Eduardo García, al hilo de las palabras del esloveno a su llegada publicadas por este periódico el domingo. Eso sí, García tampoco se quiso pillar los dedos. "Una vez que se habla de NBA, y ahí se incluye cualquier equipo europeo, sea el que sea, siempre hay una posibilidad de que se vaya. Pero no contemplamos en este momento que se marche ahora, no tenemos ningún indicio de que pueda ser así. Se firmó su ampliación hace un par de meses y se prorrogó su contrato dos años más, no tenemos mucho más que hablar", remataba.
El runrún ha sido constante, pero la realidad es que el jugador no tiene ninguna oferta sobre la mesa pese a su indisimulable interés por dar el salto a la NBA. Sus compañeros se encontraron ayer al mismo tipo alegre y trabajador que conocen y desde el club se asegura que su actitud en la pista es la misma de siempre, inmejorable. Afrontará, como Vasileiadis, Kuzminskas y Markovic, un trabajo específico en estas semanas previas al inicio de la competición para que, tras dos meses concentrados con sus selecciones, la temporada no se les haga eterna.
La idea de Plaza de colocar a Dragic como base la deslizaba mientras se refería a la amenaza de que se vaya. "He hablado con él dos o tres veces, la última recientemente, y entiendo que si hubiera ese riesgo latente me lo hubiera dicho. Los imponderables de don dinero son mayores, pero confío en que esté, que nos ayude y que el equipo crezca con él y él con el equipo. Ha de estar mientras quiera estar. Es consciente de que le irá bien quedarse. Podría irse ahora, pero si crece, como creo que puedo ayudarle a hacer, podría marcharse como un jugador muy importante a la NBA, no de rol", explicaba Plaza, que estuvo en Barcelona contemplando el Eslovenia-República Dominicana y pudo departir con el esloveno, al que medita colocar en la posición de director de juego: "Antes de marcharse ya le comenté esa idea que tenía, le ayudaría a su crecimiento y a ampliar su arsenal".
Sin duda, un estimulante experimento que podría asemejar a Zoran a su hermano Goran, que desde esa posición de base ha alcanzado un notable estatus en la NBA. La lectura de juego del Dragic cajista es uno de sus evidentes campos de mejora. La idea primigenia de Plaza era que se contratara a un base-escolta para completar la plantilla. La irresistible opción de Vasileiadis le hizo cambiar su planteamiento. Y potenciar esa idea de colocarle como base en momentos puntuales cuando existan problemas con Granger o Markovic. En la cabeza de Plaza bulle esa idea que el jugador ve con ilusión. El transcurrir de la temporada dirá si se queda en un boceto o Dragic amplía su catálogo como el tercer base del Unicaja.
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