La Euroliga retira la licencia A
El Baskonia se queda, como se preveía, con la tercera plaza española pese a sus numerosas deudas.
El Unicaja jugará su 15ª Euroliga consecutiva (16ª en total) pero lo hará sin el prurito de ser equipo con licencia A, como ostentó desde 2009. Antes, desde 2006, con el anterior trienio ganado a pulso con el título de Liga. El equipo malagueño se queda sin colchón y, como ya hizo esta temporada recién acabada, tendrá que ser el mejor equipo sin licencia A (es decir, Madrid, Barcelona y Baskonia) para seguir compitiendo. No obstante, en el estado de indefinición de la competición, en el que se desconoce cuánto durará la transición hasta el nuevo modelo de ascensos y descensos, si uno o dos años, es bueno estar ahí.
En el Unicaja habían recibido la pasada semana la notificación del organismo de que no seguiría con tal condición en virtud a los acuerdos de la Asamblea de 2014 por el que no podía haber más de tres equipos del mismo país con licencia A. Desde Los Guindos se aseguraba que existiría una invitación en el caso de no haber sido el mejor equipo sin licencia. Pero evidentemente tiene un peso importante estar ahí por méritos propios. Sorprende que se mantenga la licencia del Baskonia cuando recientemente se han aprobado unos criterios de fair play financiero que el equipo baskonista, con deudas a no pocos jugadores, actuales y pasados, no cumple. Y más cuando sus dos últimas temporadas, deportivamente, han sido peores que las del Unicaja. Pero la Euroliga ha empleado el baremo de 2009 a 2015, en el que el equipo vasco tiene más puntuación.
El futuro de la máxima competición europea no está claro. La FIBA va tocando puertas en los grandes equipos para romper la baraja y se van dando pasos que seguramente no culminen este año pero sí en el futuro. La lista de cuatro invitados es significativa y un tanto sorprendente. El Bayern de Múnich va en lugar del Alba Berlín, como esperaba porque la capital alemana será la sede de la Final Four. Va el Darussafaka Dogus turco, que ha irrumpido con alto poderío económico y que cerró algún fichaje de relumbrón. También un equipo ruso que ya estuvo hace dos años, el Lokomotiv Kuban, y el Strasbourg francés, otro mercado que la Euroliga mima bastante a la espera de un gran proyecto en París.
Además, se dio una licencia B para el Pinar Karsikaya de Izmir, campeón turco, con lo que la próxima temporada habrá paridad de equipos españoles y otomanos. Se da la circunstancia de que la Euroliga condiciona esta licencia a que se cree una Liga profesional en Turquía, donde sigue dependiendo de la Federación. Pero no hay que olvidar que Turkish Airlines es el patrocinador principal y ello pesa.
La pérdida del citado comodín de la licencia A obliga a afinar otra vez esta temporada al Unicaja. Desde la campaña 2009/10 hasta la recién acabada 2014/15 el Unicaja no hubiera sido el mejor equipo no licenciado y, por ende, no hubiera participado desde 2011 a 2015 en la máxima competición continental. Ahora tiene la B. El valor de la temporada regular se demuestra en situaciones como la del recién acabado ejercicio. Así que se exige un punto más de precisión a la hora de rematar la plantilla y ser competitivos la próxima campaña, donde la plaza se cotizará aún más cara con la certeza de que se ha abierto ese hueco para que cualquiera pueda entrar.
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