Granger activa la alarma

Un golpe al final del entrenamiento que parecía sólo eso, una contusión más, acabó activando las alarmas en el seno del Unicaja. No es un cualquiera, sino Jayson Granger, uno de los pilares del equipo. Las quejas del base uruguayo por el persistente dolor llevaron a hacerle pruebas y el diagnóstico que distribuyó el club es que padece un edema óseo en el condilo femoral externo de la pierna izquierda, a la altura de la rodilla. El partes que es baja segura para jugar mañana ante el CSKA de Moscú y duda muy seria para viajar hasta Tenerife y jugar el domingo.

La ausencia de Granger se une a las de Kostas Vasileiadis y Jon Stefansson. El griego progresa bastante bien de su rotura fibrilar en el gemelo, aunque siempre con la que cautela a la que invita ese músculo. Para principios de abril debería estar listo. El islandés parecía que podía estar para jugar ante los rusos pero tampoco se le va a forzar por sus problemas en los isquiotibiales. Puede ser más necesario, vista la coyuntura, el próximo domingo en La Laguna para el partido de la Liga Endesa. Aun así, no está descartado al 100% que pueda echar un cable ante el CSKA.

El edema óseo no es grave pero sí doloroso. En el Unicaja se vivió la temporada pasada un caso bastante similar en la figura de Nik Caner-Medley, que tuvo que parar en un par de ocasiones a lo largo de la temporada. El derrame tarda en marcharse y causa dolor. Sólo se cura totalmente con reposo. Granger ha dado sobradas muestras de capacidad de sufrimiento para competir mermado físicamente. El año pasado llegó a hacerlo en el tramo final de la temporada con problemas simultáneos en hombro, dedos y espalda.

Pero a expensas de la evolución de Granger, el juego exterior, pues, queda en cuadro, sobre todo para un partido de tanta exigencia como a la que obliga el CSKA de Moscú. Sólo hay un base (Markovic) y un escolta (Toolson) sanos. Ya se pudo ver a Kuzminskas y Suárez jugando minutos de dos ante el Valencia. Para completar las convocatorias se está tirando habitualmente de Kenan Karahodzic (tres-cuatro) y Romaric Belemene (más tres que dos). Así que no solucionan demasiado el problema a la hora de subir la bola. Sobrecargar de minutos a Markovic no parece una gran solución y las características de Toolson no son las de Stefansson.

Está la opción de subir a Morayo Soluade, que ya ha jugado minutos en Euroliga esta temporada y que lo hizo a buen nivel en Moscú, en la primera fase, cuando Markovic estaba lesionado, con cinco puntos en 10 minutos y la sensación de que el partido no le quedaba grande. Pero hay un problema y es que el británico, que pertenece al Unicaja, ha estado apartado durante dos semanas de la disciplina del Clínicas Rincón por problemas de actitud y disciplina. Ya se entrena con el resto del grupo tras hacerlo durante más una semana aparte, sin jugar, además, a las órdenes de Paco Aurioles. Ya está de vuelta, pero queda la duda de si subirlo ya. Seguramente sea la decisión de Plaza. La otra opción es el gaditano Rubén Gutiérrez, que también ha estado a las órdenes de Plaza puntualmente para ayudar en entrenamientos.

Huelga recalcar la importancia que tiene Granger en los planteamientos de Joan Plaza. No obstante, es el hombre más empleado por el técnico catalán y con las bajas de Vasileiadis y Stefansson simultaneaba las posiciones de uno y dos. No son graves, pero los problemas físicos atacan al Unicaja en un momento trascendente de la temporada y merman el fondo de armario de Plaza de manera drástica. Toca apretar los dientes. De momento, no hay planteamiento de salir al mercado.