Guidetti rompe el abrazo del Rincón (0-2)
Crónica y resultado del CD Rincón - Alavés
Un doblete del punta acaba con el sueño copero del CD Rincón que cuajó un partido muy serio y sin reconocimiento en el marcador
Uno de los partidos coperos más desequilibrados de esta ronda: cinco escalafones entre el Rincón y el Alavés. Aún así a base de fútbol, gestión de espacios y poco miedo, los rinconeros echaron en falta tal vez un poco más de fuelle, algo más de envergadura. Sólo eso para sorprender a un Alavés algo desganado por momentos, exigido en un buen tramo del partido y al que le sacó las castañas del fuego Guidetti, tan olvidado últimamente. Metió un doblete de perro viejo. Eficaz. Ni una tarjeta amarilla en el partido. De tú tú, el Rincón se abrazó al fútbol.
En cinco minutos ya se habían probado los dos porteros. El primero en tocar la pelota fue el del Alavés. Una pelota que se envenenaba y avisaba a los vitorianos. Mensaje recibido: Téllez hizo la primera parada de calidad a los cinco minutos y ahí se quedó atacando sin demasiado brío pero con muchos efectivos el Alavés. No estaba encerrado el Rincón que defendía en su campo pero sin entrar al área. Se dieron cuenta rápido los malagueños que debían de acelerar sus movimientos algo así como un segundo para superar la diferencia de categoría. No carburó mal.
Creó sus espacios y los cuidó el Rincón, tanto en ataque como en defensa. Trataba de atacar con gente, sin soledades para los hombres de punta, pero era difícil. Aún así, jugadas de calidad de Javi Fernández o David Álvarez. No pasó penando el primer tiempo el Rincón, tal vez porque el Alavés se dividía entre la suficiencia de algunos de sus efectivos atacantes y la falta de ritmo. A la media hora, después de una cabalgada local de Álvarez, Téllez tuvo que sobresalir de nuevo bajo los palos. Estuvo inspirado en la primera parte el cancerbero y le dio solidez a su defensa en la segunda. Pero media hora de resistencia y algún que otro susto le pareció demasiado al Alavés que adelantó sus líneas un poco más y Guidetti, harto de esperar un último pase bueno, recogió el balón en la frontal y calculó que para cuando llegaran a taparle los centrales, el balón estaría dentro de la portería. No erró. Sacó un disparo inesperado para un partido como este y ni siquiera celebro un buen gol.
Aún pataleó y tuvo alguna ocasión más el Rincón antes del descanso. Sin suerte, Francis Parrado adelantó las líneas en la segunda parte, metió a Miguel Ángel y éste mandó el primer balón que tocó al larguero. Fue un disparo pícaro, que caía lento bajo la lluvia y el meta no se esperó. Bien pensado, qué rabia. La propuesta más vistosa de los rinconeros se mantuvo casi un cuarto de hora, con balones robados en zonas de peligros y un saco de muchas pequeñas cosas muy bien hechas. El Alavés se percató del veneno en la copa y trató de ser algo más vertical. Guidetti cerró el partido rematando en el segundo palo un córner que se prolongó en el primer palo. Estrategia.
A partir de ahí, se soltaron algunos amarres tácticos y aunque el Alavés dominó, al Rincón le quedaron intactos los colores. No dejó de querer marcar. Los cambios le dejaron correr hasta el final, el único pero fue no escuchar a nadie animarles. Rindió más de lo esperado.
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