Histórico doble debut

Baloncesto

Domas Sabonis y Álex Abrines, canteranos del Unicaja, coincidieron en su estreno en la NBA. Técnicos suyos en Los Guindos les recuerdan.

Domantas Sabonis lucha por un rebote.
Domantas Sabonis lucha por un rebote.
José Manuel Olías Málaga

28 de octubre 2016 - 05:02

En Philadelphia, la ciudad del amor fraterno y la cuna de la independencia americana, se vivió la madrugada del miércoles al jueves un hecho histórico para el baloncesto malagueño. Dos canteranos del Unicaja debutaron en la NBA. Uno pata negra, el primero que llega desde la EBG, tras pasar por todos los equipos del escalafón, a la mejor liga del mundo, Domantas Sabonis. El otro, vino en edad junior y se marchó tras su primero de senior, Álex Abrines. Pero queda que el club malagueño fue el que descubrió para el baloncesto de élite al alero balear. Vitor Faverani y Ognjen Kuzmic, este llegó a Málaga ya en edad senior, eran los otros dos jugadores que han debutado en la NBA habiendo pasado por Los Guindos.

Oklahoma City Thunder venció en la pista de los Sixers (97-103) tras un competido encuentro, con muchas alternativas. Domas salió en el quinteto titular, primer rookie que lo hace en Oklahoma en el primer partido de Liga. El anterior databa de 2007, cuando la franquicia estaba aún radicada en Seattle (los Supersonics). Fue un tal Kevin Durant. En 16 minutos, el lituano malagueño firmó cinco puntos (1/3 en triples y 1/2 en tiros de dos) más cuatro rebotes, aunque participó en la obtención de varios más. Metió un triple desde la esquina a pase de Westbrook, el hombre que amasa todo el protagonismo, y en la segunda mitad culminó una transición con un mate a dos manos. "Evaluaremos y veremos cómo se desarrolla, pero queremos que empiece como titular porque creo que tiene la oportunidad de ser un muy buen jugador", justificaba Billy Donovan, entrenador de los Thunder, la titularidad de Domas. Abrines, por su parte, jugó 13 minutos, en los que metió un triple, ya en el último cuarto cuando su equipo iba a remolque. El balear salió al final del segundo cuarto. Durante algunos minutos del tercero coincidieron en pista Domas y Abrines. Los dos habían comenzado cantándole el cumpleaños feliz a Nick Collison, el capitán del equipo, en castellano, una novatada de sus compañeros. Collison estaba, por cierto, en la selección norteamericana a la que los juniors de oro (Germán, Berni y Cabezas) ganaron en la final del Mundial de Lisboa.

El primer entrenador que tuvo Domas Sabonis en el Unicaja, después de su paso por la EBG, fue Manolo Bazán, aún hoy en día al frente del equipo infantil. Bazán le recuerda como "un animal. El primer año le costó el salto desde minibásket. Pero tenía algo innato, la competitividad. Más competitivo que él no tuve a nadie", relata el técnico gaditano, que recuerda que "con nosotros jugaba de todo, asumía responsabilidad y subía el balón sin problemas. Eso igual lo ha ido perdiendo poco a poco, pero lo subía perfectamente. Recuerdo que era igual de alto que Francis Alonso o José Alberto Jiménez, en cadetes pega el estirón".

Sobre sus cualidades, Bazán recuerda que "su tiro no ha sido muy bueno nunca, en esas edades la diferencia se marca penetrando. Si tenía hueco con la izquierda iba para adentro. Fue mejorando, trabajamos las dos manos, pero ya se sabe, los zurdos son más difíciles (risas). Jugó una Minicopa, cuando era de primer año, pero en la segunda no se clasificó el Unicaja. Era un equipazo aquel: él, Francis, José Alberto...".

Personalmente, Bazán le recuerda como "un tío supernormal, excelente compañero, generoso, no tenía nada suyo. Con el apellido que tiene otro podía ser un prenda, pero en absoluto. Su padre no vino entonces a ningún partido, sólo a algún entrenamiento y su trato fue exquisito. Eso sí, a los compañeros que no entrenaban a tope y perdían en algún ejercicio le caía una buena (risas)... Era muy competitivo, mucho".

Tanto a Abrines como a Sabonis dirigió Manolo Trujillo, ahora coordinador de cantera en Novaschool. Trujillo era segundo de Paco Aurioles cuando Abrines aterrizó para simultanear el junior con el Clínicas Rincón. "Técnicamente es muy bueno, economiza mucho el bote, con uno sólo es capaz de crearse el tiro o irse para adentro. Es hábil y es más duro de lo que parece, tiene puntería y fuerza para aguantar el contacto. Tenía una inteligencia natural para el juego y no venía de Mallorca machacado de entrenar muchas horas, no había trabajado excesivamente", recuerda: "Es un tío despierto, educado e inteligente. La defensa es el déficit que suele ponérsele a los buenos en cantera y él lo compensaba con un buen timing de salto y brazos largos. Es un tío inteligente y lo aplica".

Trujillo también dirigió a Domas Sabonis en su primer año junior en el Unicaja, aunque sólo en torneos importantes porque ya jugaba minutos de calidad con 16 años en LEB Plata. "Era un talento innato en cuanto su agresividad en el rebote ofensivo y la habilidad en el poste bajo para ganar línea fondo y sacar la canasta. La duda era si podía tener el tiro y el manejo para botar de cuatro o si se quedaba corto de altura para el cinco", retrata Trujillo, que tiene en la memoria un partido especial en la final del Campeonato de Andalucía junior, disputado en Andújar en 2013, hace sólo tres años: "Jugamos contra el Cajasol de Porzingis la final, perdimos en la prórroga. Da un poco de vértigo que sólo haga tres años... Era un duelo curioso. Porzingis era más alto pero era más tipo Gasol de los 20 años, esa versatilidad para hacer de todo. Domas era un tío de pintura. Le insistíamos en pasar. Con el tiempo le he visto poca evolución en ser más cuatro, ése es su reto, el tiro y mejorar cuando la pone en el suelo para generar ventajas. A cambio tenía un brutal carácter competitivo, aunque a veces se descentraba, como le pasaba a su padre. Entonces no era fiable en el tiro libre, pero ha ido mejorando. Es un tío currante, que lo tenía todo para haberse acomodado y que prefirió hacerse su vida en Estados Unidos. Y muy querido por sus compañeros, nunca se sentía por encima".

Paco Aurioles, ahora técnico del Unicaja junior y de Liga EBA, sólo entrenó a Domas Sabonis en una pretemporada antes de marcharse a China con Chus Mateo. "No parecía que tuviera grandísimas condiciones técnicas, pero tenía varias cosas que hacía muy bien", revela el técnico malagueño: "Siempre ha sido un niño al que le ha gustado entrenar, pero ahora cada verano que viene a Málaga alquila pabellones pagándoselo para trabajar con su hermano Tuti. Está enfocado 100% al rendimiento deportivo, al cuidado de la alimentación, a la vida de jugador", dice.

Aurioles también fue el primer técnico de Abrines en Málaga. En primer año, último de junior, compatibilizó el Clínicas Rincón y el junior (fue tercero de España). En el segundo, dio el salto al primer equipo reclutado por Chus Mateo y Aurioles de segundo. "Recuerdo que vino a probar a Los Guindos. Estaba también Biyombo, ahora igualmente en la NBA. Entonces teníamos a varios africanos en las categorías inferiores y no impactó tanto. Pero Álex, nada más verlo, llamaba la atención, por un físico muy espigado, muy bueno, moderno, era un Rudy Fernández. Por el dominio y desparpajo, técnicamente muy refinado, pasaba con las dos manos...", señala Aurioles, que empezó a imaginar la dimensión de Abrines en una gira por China: "Acababa de llegar y nos dejó boquiabiertos, le ganamos a un equipo de Shanghai. Estaban Kuzmic, Navajas, Pozas, Carlinhos... Íbamos 10 abajo, salió Álex y lo primero que hizo fue hacer de un rebote un mate. Después metió tres triples y ganamos el partido. Los speakers chinos empezaban a anunciarlo como un niño de 16 años que jugaba entre hombres. Nos quedamos asombrados. En Melilla metió 25 puntos. Yo ordenaba jugadas para que él saliera del bloqueo y tirara. Y él preguntaba si ésa jugada era para él. Metió cinco triples seguidos. Ese año le respetamos los estudios, se perdió algún partido. Sacó la Selectividad bien y en verano fue MVP del Europeo sub 18. Al año siguiente llegó el debut en el primer equipo. Te das cuenta de que es especial cuando, con 18 años, jugabamejor que entrenaba. Le metió esos 31 puntos al Estudiantes...".

En Philadelphia llegó el debut de Sabonis y Abrines, dos canteranos de Los Guindos que jugaron simultáneamente un partido de la NBA. Un partido histórico.

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