Imaginación al poder

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Francisco Molina y Eduardo García escefinifican la transición en la presidencia · El nuevo dirigente cajista apela a usar la cabeza para continuar creciendo

A la izquierda de la imagen, Francisco de Paula Molina. A la derecha, Eduardo García, nuevo presidente.
José Manuel Olías / Málaga

01 de octubre 2010 - 05:02

No consta que el nuevo presidente del Unicaja, Eduardo García, estuviera en el mayo del 68 parisino. Pero sí utilizó el sustantivo de moda en aquel movimiento para describir lo que piensa que se puede mejorar en una entidad ya lo suficientemente grande. "Imaginación", fue su palabra de cabecera en la transición escenificada en la sede de Unicaja en la Acera de la Marina entre Francisco de Paula Molina y García, que regresa al ruedo después de siete años viendo los toros desde la barrera. Fue consejero desde 1992 a 2003, antes en Maristas.

A cuatro días del inicio de la competición oficial, un cambio en la cúpula. Molina aseguró que había presentado su dimisión desde hacía dos meses. La entidad no se la aceptó entonces, ahora sí. Es la versión oficial, aunque hay matices. El relevo se produjo con los otros cinco consejeros (Molina sigue ejerciendo como vocal) como testigos: Juan José Navarro, José Manuel Domínguez, Ángel Fernández Noriega, Sebastián Morales y Óscar García, el último en incorporarse. Cuando se cuestionó en la conferencia de prensa por la ampliación de dos consejeros en los dos últimos meses se adujo que eran dos plazas que había vacantes.

El caso es que Eduardo García ya ejerce como nuevo presidente del Unicaja. De cara al exterior, por lo menos, con total apariencia de normalidad. Tras la presentación de la plantilla en la Plaza de la Constitución departieron largamente en un cóctel servido en el restaurante Strachan. Seguro que habrá más conversaciones. "Nos une una buena amistad", aseguró García, que explicó cómo se produjo el relevo. "Me enteré ayer mismo de que iba a ser presidente. Fue una sorpresa y no supe decir que no porque me debo a mi entidad. La verdad es que no me lo pensé mucho. Nada, en realidad".

"Imaginación" fue el mensaje que más caló en su primer día de presidente. "Vengo con mucha ilusión, pero son tiempos difíciles para todos. El mundo está cambiando y tenemos que ser conscientes y echarle imaginación. Imaginación en los presupuestos, en la economía, en la cantera, en lo que respecta al primer equipo… Los tiempos nos llevan a agudizar el ingenio", reconoció.

Eduardo García tendrá que compaginar su función de directivo de la entidad financiera con su nuevo rol en el Unicaja. Es un hombre ocupado, sin ir más lejos, la presentación se hizo por la tarde porque esta mañana tuvo que asistir a una reunión en Madrid. Eso afectará a sus viajes con el equipo. "Me desplazaré cuando pueda", dijo a la vez que se descubrió ante sus sucesores: "Paco Molina, Ángel Fernández Noriega o José Manuel Domínguez han demostrado que se puede compaginar el club y la Caja. Yo espero llegar al nivel que ellos han llegado". "El reto es que el club se mantenga consolidado. A nivel deportivo ya depende de que la pelota entre. Eso sí, tenemos todos los mimbres para que el proyecto pueda funcionar", sentenció.

Previamente, Francisco Molina, presidente saliente, ejerció de anfitrión y se despidió con buen talante. "Le doy mis deseos de éxito al nuevo presidente, con el que colaboraré para hacerle todo más fácil. Echaré de menos esto, y me voy con pena, pero veré todos los partidos e intentaré viajar siempre que pueda. Eso sí, cuando vea sufrir en el palco a Eduardo, me alegraré…", bromeó Molina, que pone fin así a cuatro años al frente del club. En esa etapa logró un subcampeonato de la Copa del Rey, una clasificación para la Final Four de la Euroliga y la consecución de la Licencia A para ese mismo torneo, lo que él glosó como los principales logros obtenidos durante su mandato. Pero Molina ya es historia y es Eduardo García quien lleva las riendas del Unicaja. Se abre otro libro.

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