Jesualdo Ferreira rescata el librillo de Joaquín Peiró

Nada de exprimir a los jugadores con eternos ejercicios físicos. Más bien engañarles con el balón de por medio con el objetivo de alcanzar la forma a la par que la búsqueda del juego combinativo, rápido y de pocos toques. La primera sesión del Málaga en Benahavís tenía tantos atractivos como la incertidumbre que rodea al club en este proceso de cambio de poder y costumbres. El principal era el estreno de Jesualdo Ferreira y tres de los componentes de su cuerpo técnico, en el que continúan en el día a día respecto a la temporada pasada el readaptador físico, Rafa Mondragón, y el entrenador de porteros, Paco Ruiz. Y es que, junto al veterano entrenador, han llegado Jose Gomes, Nuno y Rui Silva. Aunque ellos prefieren denominarse como equipo de trabajo, sus funciones bien se podrían traducir en que Gomes es el segundo de Ferreira y los otros dos sus auxiliares técnicos.

Pese a que una única sesión es prematura para realizar un análisis, lo que sí que se vieron fueron bastantes escenas que recordaron a la etapa de Joaquín Peiró, en la que el esférico tenía el principal protagonismo en los entrenamientos y la voz cantante de los mismos la llevaba Añón, su segundo. Extrapolándolo a este nuevo Málaga, a Ferreira sólo se le vio dirigirse a los 22 jugadores en la primera charla antes de comenzar el trabajo. Tras los siete minutos en que dio las indicaciones básicas, el control pasó a manos de sus colaboradores y él se mantuvo, con su carpeta, pendiente de todos los detalles.

Únicamente diez minutos de carrera continua precedieron al trabajo con el balón para deleite de los jugadores, que se dividieron entre porteros y hombres de campo. En cuatro ejercicios diferentes se buscó el toque y el control a través de constantes paredes. Jose Gomes y Nuno, en dos simples frases, lanzaban el mensaje de lo que se perseguía: "Buscar la calidad, buscar la calidad, vamos". "Ahí es mejor con el exterior de la bota izquierda".

También hubo un partidillo en el que los únicos que no estuvieron fueron Weligton y Toribio, quienes continuaron con Mondragón con su trabajo aparte por las lesiones con las que finalizaron la última Liga. Y, aunque sólo con el valor de curiosidad, llegaron los primeros goles. El primero lo logró Edinho. Los dos siguientes Benachour. Dos hombres que en algún momento han sido discutidos. Es más, el tunecino empieza como uno de los descartes.

Sólo ha sido una sesión, pero en ella se marcaron las primera pautas, que recordaron al librillo de Joaquín Peiró.