Júbilo en Torremolinos con el ascenso a Segunda RFEF
Tercera RFEF
Con dos jornadas de antelación, el Juventud consiguió de manera brillante el ascenso a Segunda RFEF al proclamarse campeón del Grupo 9 de la Tercera RFEF con suficiencia
Días de fiesta en el fútbol de Torremolinos. El Juventud consiguió el ascenso de manera brillante, con dos jornadas de antelación, a Segunda RFEF. Tras una temporada impecable en la que apenas se ha permitido errores, el club blanquiverde asciende en el escalafón y alcanza la categoría que ostentan actualmente Vélez y Antequera, que pelean por permanecer en ella. El nuevo formato premia al mejor equipo de cada grupo de Tercera RFEF con la promoción automática. Quedan aún dos partidos más, pero al descanso del duelo ante el Torredonjimeno la plantilla torremolinense ya sabía que era equipo de Segunda RFEF. Acabó perdiendo (2-3), pero el ascenso es real. De hecho, fue la segunda derrota tras 30 partidos, síntoma de la regularidad del cuadro entrenado por Ibon Arrieta, que fuera delantero del El Palo, el Alhaurino y el propio Torremolinos, al que entrena desde hace varias temporadas. Ha sido, de largo, el mejor equipo del Grupo 9 y ahí está la recompensa.
El empresario iraní Shahram Hooshfar ha dotado de estabilidad a la entidad. Ha invertido dinero, ha regularizado la situación de los trabajadores, had dado de alta y puestos al día en sus emolumentos, algo que en estas categorías marca diferencias. Sin hacer locuras, pero ha habido buenos sueldos para aunar calidad y buenas condiciones. En la dirección deportiva está Antonio Matez, gran conocedor del fútbol base malagueño y que en anteriores temporadas estuvo en el Alhaurino. Con una base de jugadores y entrenador de temporadas anteriores, el Torremolinos se ha nutrido de jugadores de la provincia, de descartes de Vélez y Antequera y numerosos jugadores con pasado en la cantera del Málaga.
“Fue un día intenso, estábamos con un ojo en nuestro partido y otro en Torre del Mar. Cuando nos enteramos de que el Torre del Mar se adelantó ya estábamos pendientes del Almería. Cuando finalizó el partido fue una locura”, relataba Antonio Matez, que resumía que “ha sido una temporada de ensueño, el equipo se ha diferencia por su solidez y regularidad. Desde el principio sabíamos que esa solidez nos podía dar para estar arriba. Es inevitable pensar que los grandes cocos tipo Jaén, Marbella, Torredonjimeno o Motril estarán ahí contigo. Fuimos semana tras semana y en enero ya nos diferenciamos.
“El objetivo era intentar el ascenso mediante play off”, admite Matez: “La idea era estar arriba, pero si en junio me dices que vamos a subir dos jornadas antes te digo que estás loco. En la manera de ser de todos, ha habido silencio, humildad y trabajo. Ya decíamos que nos pondrá la clasificación donde nos ponga y ha sido en un sitio inmejorable. Es algo histórico en Torremolinos, conseguir un ascenso tan claro. Recuerdo el del Linares hace dos-tres años, pero perdieron más partidos. Estaba seguro del trabajo que estábamos haciendo, pero lograr algo así no lo pensaba”.
“Se han mezclado varios factores”, explica el director deportivo sobre las claves del ascenso. “El presidente ha dado estabilidad, yo me incorporo y defiendo también la estabilidad. Si la hay en el vestuario y el futbolista se siente centrado 100% en jugar, dará el 100%. Se han juntado diferentes circunstancias, ha sido espectacular, ganamos la Copa RFAF, ganamos al Torredonjimeno y al Xerez y competimos hasta el final con el Córdoba, que estuvimos a punto... Es un honor enfrentarte a un equipo que tiene un millón de euros para un equipo que no es el que tiene más presupuesto del Grupo 9. La gente se dará cuenta con el tiempo de lo que hemos hecho”.
“Para mí, siendo lo más claro posible, no teníamos la mejor plantilla pero sí la más compensada”, reflexiona Matez sobre el plantel: “Cuando tienes una plantilla que el que metes es igual o mejor que el que sale tienes mucho. Durante el año nos ha dado mucha vida. En la planificación hay movimientos. Decidimos sobre la marcha. No salió todo lo que teníamos en mente con otros jugadores y apostamos por la solidez defensiva y en mediocampo. Hemos mezclado jóvenes y veteranos, pero sobre todo me he basado en las personas. En las valoraciones que hicimos, hay gente veterana, de un nivel medio con 24-26 años, los jóvenes Alexis y Oñate nos dieron mucho también.... Todo el mundo ha aportado y ha sido importantísimo”.
“Estamos pendientes de que el presidente hable con nosotros, ver renovaciones y herramientas, por mi cuenta hago mi trabajo, aquí tengo puesto partidos de Segunda RFEF mientras hablamos. Esperamos eso, que el presidente hable con nosotros de las renovaciones y a partir de ahí empezar a tomar decisiones”, cerraba el director deportivo.
La diferencia, aseguran quienes han visto al equipo durante la temporada, la ha marcado un centro del campo que ha sido el mejor de la categoría. Javi López, que jugó con el Málaga en Primera (inolvidable su 0-2 en el Calderón batiendo a De Gea), volvió tras pasar varias lesiones y ha metido casi una decena de goles, siendo diferencial. Amaya, icono y capitán de la entidad, Gerrit Stoeten, Vergara, Fran Castillo, miembro del Málaga juvenil campeón de España en 2016 (metió el penalti decisivo para el Sevilla a lo Panenka), Gato... Mucho talento y sapiencia futbolística, con llegada al área para dar goles.
El joven Amador Zarco, que pasó por la cantera del Betis y también estuvo en Eibar, ha firmado un gran año. A sus 23 años tiene mucha proyección aún. Caturla, Dani Fernández, Nacho Lapeira, Isma Heredia, Lasly y Miguel han dado seguridad defensiva. Arriba, Alberto Castro, Ito más el impulso de los jóvenes Alexis y Oñate ofrecieron trabajo y también acierto.
Ibon Arrieta, que contó con Ador, que también jugó en su día en el Málaga, como ayudante, llevó las riendas del equipo hasta conseguir el ascenso a Segunda RFEF, un hito en la historia de Torremolinos que debe celebrarse apropiadamente.
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