Justo premio para la afición

"Es de Primera, el Málaga es de Primera", cantaba La Rosaleda cuando el encuentro ante el Sporting estaba decidido. La salvación ya es un hecho, no matemático, sí virtual. Hoy mismo puede certificarse de forma definitiva. Lógica la alegría en una hinchada que ha tenido que esperar a la jornada 28 para disfrutar. Hasta entonces, decepciones y mazazos por la marcha de un bloque que no invitaba al optimismo. Este Málaga, no obstante, es otro, mejoría coral y Julio Baptista mediante, y con su permanencia en la élite le da el regalo merecido a sus seguidores. A unos seguidores que hicieron rebosar el templo blanquiazul, donde se colgó el cartel de "No hay billetes". Martiricos registró el primer lleno de la temporada. El precedente estaba en la anterior visita del Sporting, hace justo un año. Ayudaron las promociones para universitarios, aunque no el horario tardío ni que se jugara un martes. La Rosaleda fue una olla a presión y se dejó sentir durante los 90 minutos.

Que la afición no haya cejado en su aliento no sirvió para que la plantilla al completo saliera a saludar. El club lo impidió a pesar de que media hora después de la finalización del choque aún quedaban miles de personas en las gradas. La curva de Malaka Hinchas, por ejemplo, permanecía al completo. La explicación dada fue que no se había conseguido la salvación de forma matemática. Al final salieron Camacho y Apoño. Abdullah Ghubn, mano derecha del jeque, alucinaba con los presentes minutos antes. Ahora intentará la entidad que el jeque Al-Thani presida el palco en la visita del Barcelona que cerrará la Liga.