Luis Alcalde: "Al Málaga nunca le deseo que baje"
El mediocentro roquetero ha recuperado "la ilusión por el fútbol" gracias al Antequera
El capitán y pichichi del club verdiblanco analiza las claves del ascenso
Su gol fue el decisivo para conseguir la victoria ante el Yeclano Deportivo y el posterior ascenso
Fotos de una noche histórica
Un ascenso merecido
"La verdad que para mí era un sueño. Cuando llegué en pretemporada, lo hice con mucha ilusión de volver a sumarme a un proyecto que en realidad, como ya hemos dicho muchas veces, era para luchar por la permanencia, pero con el paso del tiempo hemos ido implantando una idea. Hemos sido protagonistas en el juego y nos ha dado para llegar a las últimas cuatro jornadas siendo campeón. Para mí es un sueño, un sueño hecho realidad, la verdad", así recuerda el capitán del Antequera Luis Alcalde la hazaña que ha logrado el conjunto de Los Dólmenes, quienes en su segundo año en la categoría se han "paseado" y ganado a pulso todos los elogios de los rivales. El mediocentro de 27 años todavía cree que está soñando: "Ya lo estamos asimilando un poquito más, la verdad".
La escuadra dirigida por Abel Segovia se planteó en verano no pasar apuros y conseguir la permanencia lo antes posible, lo típico, pero algo cambió cuando con el pasos de las jornadas el equipo de El Maulí se veía compitiendo por los puestos altos. Luis confiesa que nunca se llegaron a dar cuenta de la hazaña que estaban logrando: "Si te digo la verdad, íbamos partido a partido y veíamos que ganábamos e íbamos a todos los campo y podíamos ganar. Éramos superiores, nos hemos sentido un equipo muy fuerte, tanto dentro como como fuera de casa. Esa ha sido un poco la esencia del equipo, ir a todos los campos creyéndote que puedes ganar. Entonces, no sabría decirte en el momento en el que cambió la mentalidad, pero como te digo, el partido a partido nos ha llevado a esto".
Todo eso, unido a un gran vestuario, lo cual suele ser uno de los puntos más importantes: "El equipo está formado por buenas personas. Eso es lo primero, es un vestuario muy sano, donde no ha habido ningún problema. Es un equipo con mucha hambre, con gente que realmente está, como quien dice, empezando en esto y que lo que quería era progresar y mejorar en su fútbol. Nos hemos juntado jugadores de todo en Antequera y hemos hecho un año muy bueno porque había mucha hambre y ambición. Todos los jugadores se han sentido identificados con el juego que ha propuesto el cuerpo técnico y esa, también, ha sido una de las claves".
Respecto a la polémica creada entre Antequera y Málaga a raíz de unos cánticos despectivos hacia el club referente de la ciudad, el capitán antequerano, quien además vistió la blanquiazul en sus inicios, lo tiene claro: "Al Málaga nunca le deseo que baje. Yo siempre quiero que el Málaga este en categorías altas en el fútbol nacional porque es un club al que también le tengo cariño. Yo formé parte de él en los juveniles y siempre tengo un buen recuerdo de ahí. Le deseo que se salve y que esté lo más arriba posible". Es más, el conjunto de Martiricos fue el responsable de su marcha de Roquetas de Mar (Almería): "Me fui con 16 años cuando firmé con el Málaga y no solo me formé como futbolista, también eso sirve para formarte como persona. Conocí a mucha gente que hoy en día son mis amigos y, como te digo, fue un paso duro porque al final dejas a tu familia y a tus amigo. Pero estoy muy agradecido a ese paso que di, porque a día de hoy soy la persona que soy por eso".
Precisamente, el pichichi de los verdiblancos fue quien sentenció el encuentro contra el Yeclano Deportivo, victoria que sirvió para certificar el ascenso, así vivió el capitán ese momento: "Fue una sensación única y lo llevaba soñando toda la temporada, toda la semana. Me veía marcando un gol en el partido del ascenso y se me vino a la cabeza mi padre, mi familia. Es una sensación única que no se me va a olvidar jamás". Aunque reconoce que la dedicatoria estaba clara: "Se lo dediqué a mi novia y después mostré una camiseta que tenía debajo y ponía "alma", que iba dedicada a mi familia. Se lo dediqué a ellos porque realmente son los que siempre están".
Este ascenso sirve además para que Luis se quite una espinita, ya que tenía una cuenta pendiente con el conjunto de Los Dólmenes, donde estuvo en otra etapa cinco temporadas, lo que no se esperaba el mediocentro roquetero era este final de cuento: "Volví a Antequera porque llevaba dos años a nivel personal que eran bastante malos. No me encontraba bien, no tenía mucha ilusión por el fútbol y cuando se me abrió la puerta del Antequera fue como renovarme. Era volver a un sitio donde donde fui muy feliz y fue por eso, fue reencontrarme con mi público y con mi persona". Sin darse cuenta, el 10 verdiblanco recuperó su mejor versión mientras guiaba al club hacia la historia: "Me he encontrado muy bien desde primera hora. El cuerpo técnico, el míster y la directiva me han dado un rol muy importante en el equipo y creo que he sabido aprovecharlo".
Y eso que no fue una temporada sencilla, tocó sobreponerse a la baja de Isra Domínguez, máximo goleador hasta ese momentos, tras su salida al Sevilla Atlético: "Le salió una oportunidad buena y la aprovecho, para el equipo era una baja sensible porque tiene mucho gol, pero cuando se fue otros jugadores dieron un paso adelante. Somos un equipo que hemos creado muchas ocasiones y hay muchos jugadores de la plantilla que han sumado gol gracias a eso. Entonces, es verdad que fue una baja sensible, pero intentamos reinventarnos en el juego y ahí otros compañeros dieron un paso adelante". Además, se apostó por la juventud y el capitán del Antequera confiesa que les salió cara: "Se ha demostrado que ellos también quieren y que, también, saben jugar al fútbol. Lo importante es hacer un grupo sano, con ambición y con hambre. Y esa es la clave que nos ha llevado hasta aquí. Muchos jugadores venían de Tercera, que tampoco hemos estado en la élite, y hemos demostrado que queríamos hacer grandes cosas. Por eso, te digo que da igual la juventud. Lo importante es que que la pelota se mueva, que eso es lo que hemos intentado hacer desde que empezamos en julio. Esa ha sido nuestra nota clave".
Eso sí, aunque parezca mentira, Luis Alcalde tiene otro reto entre ceja y ceja de cara a estos últimos cuatro encuentros que restan a la liga regular: "El otro día me llegó la noticia de que soy el segundo máximo goleador histórico y creo que tengo al primero a tres goles. Al final es otro reto más. Soy una persona con ambición y lo voy a pelear hasta el final". Después de haber sido uno de los artífices de este histórico ascenso, en caso de conseguir este reto, el capitán bromea sobre una situación rocambolesca, por ejemplo ser nombrado hijo predilecto de la ciudad o algún reconocimiento por parte de la entidad: "Eso sería muy bonito también, a ver si lo consigo". Si algo está claro es que no bajará el pistón por tal de conseguir hacer historia en el club que le vio crecer: "Voy a eso. Es un reto más. Estaría encantado de ser el máximo goleador histórico del Antequera. Voy a ir como en todos lo partidos a intentar marcar. Siempre intento tener ocasiones y estas cuatro jornadas no va a ser diferente".
Por otro lado, el gran rendimiento de Luis Alcalde tiene nombre y apellido, hay una figura detrás de él que ha sido la gran responsable y esta es su coach: "Mentalmente no estaba bien por muchas cosas que me han pasado en mi vida personal. Yo sabía dónde tenía mi carencias, dónde tenía ese fallo, por así decirlo, y este verano busqué ayuda, Estoy trabajando con un coach que me está dando herramientas para poder llevarlas en práctica. Trabajamos muchas situaciones de partido y de mi vida, visualizamos escenarios. Lo necesitaba, busqué la ayuda necesaria y la verdad que estoy muy agradecido a eso y animo a todo el mundo a que no tenga vergüenza de pedir ayuda, ni a ni nada de eso, porque es súper importante. En el fútbol el 90% es la cabeza. Si la cabeza te va bien, las piernas te van bien. Entonces, como te he dicho, animo a todo el mundo a que te busque ayuda".
Respecto a su futuro, el mediocentro roquetero es una tumba por mucho que se le insista: "No me he planteado absolutamente nada todavía, porque quedan cuatro jornadas. Ya habrá tiempo de planteárselo y de hablar con el club. Así que lo único que tengo en mente ahora es disfrutar de los cuatro partidos que quedan. Después, me iré de vacaciones, desconectaré y tendré la cabeza limpia para para tomar la mejor decisión. Ha sido un año bastante exigente". No se moja a confirmar su continuidad: "No te puedo contestar a eso. Lo único que te puedo decir es que estoy centrado en los cuatro partidos y no me planteo absolutamente nada".
Por suerte para él, no se comprometió a nada en caso de un hipotético ascenso que terminó siendo realidad: "Menos mal, vaya que me dijeran que me tenía que rapar o algo así. No hubiera tenido la labor de hacerlo". Eso sí, después de haber conseguido su segundo ascenso consecutivo, ambos a Primera RFEF, el año pasado con la AD Ceuta y ahora con el Antequera, tiene claro con cuál se queda: "Muy feliz porque esto siempre se va a quedar en mi memoria, se va a quedar para el recuerdo. Es verdad que el año pasado en Ceuta no fui tan protagonista del ascenso, aunque lo disfruté mucho también. Pero, si me tengo que quedar con un ascenso, obviamente es el de este año, porque es hacerlo con el club al que sientes como algo tuyo. Como te dije al principio, para mí es un sueño y aún lo estoy asimilando".
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